
El arquitecto italiano cambiará el perfil de la isla con una remozada ópera
ROBERTA BOSCO – Barcelona
A lo largo de los siglos su posición estratégica para las rutas navales del Mediterráneo le procuró más de un disgusto a la isla de Malta. Napoleón la conquistó en 1798, aprovechando la promesa de los caballeros de no luchar contra ningún rey cristiano, pero la impopularidad del Emperador facilitó la labor de los ingleses, que dos años después asumieron el control de la isla y lo mantuvieron hasta su independencia, en 1964. Durante la II Guerra Mundial, al formar parte del Imperio Británico, se convirtió en blanco de los bombardeos de la aviación alemana, que una mañana de 1942 redujeron a escombros la Royal Opera House, construida a mediados del siglo XIX por el arquitecto inglés Edward Middleton Barry, autor del célebre Covent Garden de Londres.
Las ruinas de la ópera han sido objeto de diversas propuestas de reconstrucción y de otras tantas controversias, pero hasta la fecha ninguna había prosperado. El artífice del milagro es Renzo Piano, autor del Centro Pompidou de París y de decenas de otras obras emblemáticas, como el aeropuerto de Osaka, la Fundación Beyeler de Basilea y, más recientemente, el Museo de Historia Natural de San Francisco y la nueva ala del Art Institute de Chicago. El arquitecto italiano ha dado en la diana proponiendo conservar las ruinas, «que después de 68 años han alcanzado el estatus de monumento», injertándolas en un coliseo al aire libre. Las paredes translúcidas removibles y los equipos de luz y sonido móviles, que le otorgarán la identidad de teatro durante las representaciones, desaparecerán cuando no haya espectáculos, dejando en su lugar una plaza, con vocación de ágora, rodeada por jardines
desde Estrategia ‘Piano‘ en Malta · ELPAÍS.com.
Un comentario en “Estrategia 'Piano' en Malta · Reportaje: Diseño”