Ni el tiempo ni la distancia fueron obstáculos para el estudio Alcheh-Magariños, que por encargo del Instituto Antártico Búlgaro construyó tres edificios en la isla Livingston.
Nota completa en La Nacion – Suplemento Arquitectura
Ni el tiempo ni la distancia fueron obstáculos para el estudio Alcheh-Magariños, que por encargo del Instituto Antártico Búlgaro construyó tres edificios en la isla Livingston.
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