El colapso del ladrillo español es un tema recurrente que fascina en la prensa internacional. La proliferación de ‘ciudades fantasma’, es decir, planeamientos pensados para ser habitados por miles de familias que apenas cuentan con unas decenas de vecinos -es el caso de Seseña (Toledo) y Ciudad Valdeluz (Guadalajara)- es un fenómeno que choca a los ojos de los medios de comunicación extranjeros, como lo demuestran varios reportajes de New Tork Times o The Guardian que glosan la pesadilla de los hipotecados atrapados sin remedio en este tipo de urbanizaciones desoladas o despobladas.
El último en hacer leña del estallido y desplome del sector ladrillero en España ha sido el californiano The Business Insider, esta vez a vista de pájaro, aportando vistas de satélite del estado actual de las urbanizaciones arriba mencionadas y de otras como Horche (junto a Ciudad Valdeluz, en el municipio alcarreño de Yebes), las de Quer, Alovera y Chiloeches (también en Guadalajara), Yuncos (Toledo), La Serena (Murcia) o la promoción granadina de Ojo del Salado y Chimborazo, en el distrito del Genil.
El reportaje obvia otros conocidos planeamientos urbanos de futuro incierto que salpican la geografía peninsular como Costa Miño (A Coruña), La Muela (Zaragoza), El Toyo en Almería, Costa Esuri (Ayamonte, Huelva), parte del Señorío de Illescas (Toledo) o La Torre Golf Resort (de Polaris) en Murcia.
La tercera tienda en España de la empresa tecnológica Apple ocupará todo el edificio de la madrileña Puerta del Sol, número 1, conocido por su célebre anuncio de Tío Pepe, según ha anunciado el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en una entrevista.
Tanto la empresa como el propietario del inmueble han comunicado al Ayuntamiento que han alcanzado un acuerdo para convertir el edificio «en su totalidad», y no los bajos o dos de sus siete plantas como se había especulado, en la próximo ‘Apple Store‘ de España.
Según Ruiz-Gallardón, no se trata de una tienda «de unos cuantos metros cuadrados sino de un espacio que en superficie probablemente superará al que Apple tiene en estos momentos en la Quinta Avenida de Nueva York«.
El famoso anuncio de Tío Pepe. Wikipedia
6.066 metros cuadrados en siete plantas
El edificio de la Puerta del Sol, catalogado con nivel 1 de protección grado singular, tiene una superficie de 6.066 metros cuadrados distribuida en siete plantas sobre rasante y un sótano.
Antiguamente albergaba el Hotel París, que fue cerrado hace cuatro años, al mismo tiempo que los locales de la planta baja, que quedaron vacíos cuando expiraron sus contratos de alquiler.
«Desde el Ayuntamiento ya nos hemos comprometido a que les vamos a facilitar todo lo que sea necesario para que este proyecto entre Apple y el propietario del edificio llegue a buen puerto», ha manifestado el alcalde.
«La vida en este mundo es como el laberinto, porque nunca sabemos dónde nuestra vida irá”. Aunque ya no vendrá con la vida, el 14 de junio, al cumplirse 25 años de la muerte deJorge Luis Borges en Ginebra, el escritor tendrá su laberinto en Venecia.
Será un acontecimiento cultural mundial, por el escenario elegido – la Fundación Cini en la isla de San Giorgio, que es con la Bienal el otro gran faro de la cultura cosmopolita de Venecia –, y por la calidad del evento que están preparando en el claustro – jardín que fuera el huerto medicinal de los monjes benedictinos, habitantes de la isla desde hace mil años. Y cinco premios Nobel estarán presentes.
Borges usa el símbolo del laberinto para enseñarnos el universo completo y confundido, decirnos que no podremos escaparnos del laberinto que rige nuestras vidas, como escribió en “El Etnógrafo”: “Este es el laberinto de Creta. Este es el laberinto de Creta cuyo centro fue el Minotauro que Dante imaginó como un toro con cabeza de hombre y en cuya red de piedra se perdieron tantas generaciones, como María Kodama y yo nos perdimos”.
Foto de Jorge Luis Borges tomada en 1969 en el Hôtel des Beaux Arts (París), lugar donde murió Oscar Wilde y donde el mismo Borges manifestó su deseo de morir. Wikipedia
María Kodama, la viuda de Borges, custodia de su patrimonio literario y su figura, leerá “El poema de los dones” en el evento inaugural del laberinto borgiano, que Clarín visitó esta semana entre una nube de operarios y técnicos que están terminando de construirlo.
Los vericuetos de su realización también son laberínticos. El jardín fue diseñado por el arquitecto Randoll Coate, quién lo donó a María Kodama Borges, presidente de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. María Kodama, a su vez, cedió el derecho de construir el Jardín en la isla de San Giorgio a la Fundación Giorgio Cini.
Amigo de Borges, el inglés Randoll Coate, muerto a los 96 años hace cinco, vio realizado en 2003 su proyecto en la Argentina, en la estancia “Las Acacias” de San Rafael, Mendoza, y ese laberinto será iluminado el 14, simultáneamente con su par de Venecia.
María Kodama quiso realizar este proyecto frente a la Biblioteca Nacional en Buenos Aires, pero no fue posible y nadie lo ha explicado. Laberintos burocráticos mezclados con rencores profundos, tal vez. Lamentable.
Pero Kodama encontró en Venecia el apoyo y la gestión entusiasta de otro argentino, Pedro Memelsdorff, director del departamento de Música Antigua de la Fundación Cini. Y también el respaldo indispensable del director Pasquale Gagliardo, quien realizó grandes esfuerzos para concretar esta obra. El laberinto de Borges, forma un tercer claustro junto al del arquitecto Palladio, cuyo genio está presente en varias obras en la isla, y un magnífico Claustro de los Cipreses. El tercer claustro forma un recorrido que da una idea de bifurcación. “San Giorgio se vuelve una metáfora del laberinto”, explicó incansable Pedro Memelsdorff, que además de organizar y dirigir un seminario sobre música antigua de Chipre, sigue discretamente los trabajos. Frente al jardín de miles de plantas siemprevivas de Boj que forman el laberinto inspirado en “El jardín de senderos que se bifurcan”, hay una pequeña sala que fue en el pasado una capilla y que los mismos obreros que van y vienen todo el día bautizaron “la sala Borges”.
Y así se llama para siempre. Frente al jardín está el largo frente de la biblioteca palladiana de “La manica lunga” (La manga larga), que actualmente es la biblioteca que contiene la mayor sabiduría en libros y obras del arte véneto.
Memelsdorf destacó que el evento inaugural incluirá un coro de monjes venidos de Francia, que cantarán todos juntos pero por separado hasta que quedará uno solo “y que será un contraste armónico con el agnosticismo borgeano”. Se escuchará la voz del escritor que lee “El laberinto” y un quinteto musical ejecutará una obra homónima compuesta para la ocasión por el maestro Julio Viera.
El objetivo del proyecto es “realizar un espacio pleno de significados espirituales para acercar al público al mundo de Borges”. Se organizarán conferencias, seminarios y muestras de arte que exaltarán el imaginario borgeano.
Siempre la gran escala, una constante de Calatrava
Asturias
La aseguradora Allianz reclamaba el dinero del derrumbe a Jovellanos XXI, entre otros.
En la madrugada del 9 de agosto de 2006, cuando estaban hormigonando el graderío del Palacio de Congresos diseñado por Santiago Calatrava, la estructura cedió. El apuntalamiento no fue capaz de soportar el peso del nuevo material y se desplomó. La aseguradora Allianz adelantó 3,5 millones de euros por los daños ocasionados como consecuencia del siniestro.
Después reconsideró el abono y demandó a los implicados en la ejecución de la obra por considerar que fueron los responsables de que se produjera el accidente: a Calatrava, a su estudio de arquitectura In Hoc Signo Vinces, a la aseguradora Axa (del arquitecto), al aparejador Carlos Fernández, a la constructora Fiaga (único accionista de la promotora Jovellanos XXI) y a la subcontrata Esdehor (encargada del hormigonado y del apuntalamiento del graderío siniestrado).
Tras un juicio al que no acudió el arquitecto valenciano (su abogado presentó un justificante médico en inglés que el juez no aceptó), y donde las partes involucradas en la obra del complejo de Buenavista pusieron sobre la mesa datos llamativos, como que nunca hubo un proyecto de ejecución, el magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Oviedo ha dictado sentencia. Ha condenado a Calatrava, In Hoc Signo Vinces, Fiaga y Esdehor a pagar «conjunta y solidariamente al demandante» 3.510.000 euros más el interés del dinero a computar desde el 10 de marzo de 2010 además de las costas correspondientes.
Quedan libres de cargos, por tanto, aunque tendrán que abonar las costas derivadas del proceso judicial el aparejador y Axa: el técnico no ejerció como director de la obra, aunque así figuraba en la documentación del Consistorio; por otro lado, Calatrava había rescindido el contrato con la aseguradora en diciembre de 2005, mientras el accidente se produjo en agosto de 2006.
En la sentencia, el juez dictamina la causa del siniestro. Se produjo por un «inadecuado sistema de cimbra del encofrado del graderío». Y detalla las responsabilidades de cada una de las partes.
Fiaga y Esdehor
La constructora pone los medios humanos y materiales, propios o ajenos, las obras o la parte sujeta al proyecto al contrato, según la legislación. Fiaga es, por tanto, responsable de ejecutar la construcción según lo contratado con la propiedad, Jovellanos XXI . «Subcontratar la realización del encofrado a otra empresa no le exime de responsabilidad», dice la sentencia. Fiaga encargó a Esdehor en 2004 la cimentación y ese contrato se fue ampliando para, entre otras cosas, el encofrado. La constructora de Jovellanos XXI, determina el juez, fue quien estableció que debía instalarse «un sistema de doble apuntalamiento y no otro más sólido y estable». Pero la subcontrata levantó un cimbra «con graves déficits», «incorrectamente efectuada» y de eso el juez responsabiliza a ambas empresas.
Auditorio Palacio de Congresos Príncipe Felipe de Oviedo (Asturias, España) Wikipedia
Calatrava y el estudio
Jovellanos XXI contrató al Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 1999 «no solo como proyectista, sino también como director de la obra», tal y como consta en el contrato. A su vez, Calatrava contrató a su estudio de arquitectura, In Hoc Signo Vinces, para realizar el proyecto y la dirección de obra en el complejo. «Esta contratación no soslaya la responsabilidad» del arquitecto con la promotora porque «seguía siendo» director de la obra, apunta la sentencia. Asegura también que la responsabilidad de la dirección facultativa «no deriva de deficiencias en el proyecto», sino que radica en el sistema de apuntalamiento y en la «inexistente labor de supervisión» sobre lo que se estaba ejecutando.
El juez describe la singularidad de la estructura del graderío que se derrumbó por su altura, longitud, curvatura e inclinación, características que hacía del hormigonado «una de las tareas más trascendentes e importantes debido a su dificultad». La dirección facultativa debía haberlo supervisado. Era «inidóneo», según el magistrado, el protocolo de partes y prepartes establecido en la obra, que también se siguió en este caso. Consistía en el envío de faxes de Oviedo a Valencia con un margen de tres horas para obtener una respuesta. Si no la había, se suponía el visto bueno.
El Auditorio Palacio de Congresos Príncipe Felipe de Oviedo, es obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Llamado a ser uno de los edificios más singulares de Oviedo (Asturias, España), se erige en la conocida como parcela de Buenavista, en lo que fueron los terrenos del antiguo estadio de fútbol Carlos Tartiere hasta el año 2003.
Actualmente, el Auditorio Príncipe Felipe alberga en sus instalaciones la gran cantidad de congresos que se celebran en la ciudad a lo largo del año. Sin embargo, está previsto trasladar sus celebraciones con la inauguración del nuevo palacio.
Después de un parón en su construcción debido a la crisis económica, se reanudó su construcción en abril de 2010. Ahora las obras se centran en la sala principal del auditorio, en las salas modulares con las que contará el centro de convenciones, y en la urbanización exterior, con el recubrimiento con plaquetas de piedra de las bajantes que en el diseño inicial estaban previstas para albergar una lámina de agua.
El éxito internacional del arquitecto e ingeniero valenciano contrasta con los numerosos problemas de sus proyectos con la justicia y los presupuestos públicos
FEDERICO SIMÓN / JAVIER CUARTAS– Valencia / Oviedo
Más de 200 personas han asistido al Gran Debate de Arquitectura Sostenible Energy3 Innovation-Days 2011 organizado por el proveedor de envolventes para edificiosSchüco para abordar los nuevos retos de una edificación en España que contribuya de forma decisiva a la protección del medio ambiente, según informa la compañía.
Los arquitectos Shuichi Kobari, Enric Massip-Bosch y Xavier Ferrés han presentado su visión de la sostenibilidad en este encuentro. Por su parte, el director de la Oficina Catalana de Cambio Climático, Salvador Samitier, ha puesto de manifiesto «el gran esfuerzo que está haciendo la Administración española y catalana en este aspecto». Además, ha subrayado la «necesidad» de un cambio de mentalidad en la sociedad y normativas internacionales unificadas.
Igualmente, el director del Estudio Toyo Ito en España, Shuichi Kobari, el director del Estudio EMBA, Enric Massip-Bosch, el director de Ferrés Arquitectos y Consultores, Xavier Ferrés y el director de la Oficina Catalana de Cambio Climático, Salvador Samitier, han expuesto sus puntos de vista a partir de una serie de bloques temáticos: introducción al concepto de arquitectura sostenible, aspectos clave, la relación entre arquitectura, energía y economía, la normativa actual y futura y la utilización y gestión de la energía, a partir de los cuales se generó una gran controversia.
FUTURO SKYLINE LONDINENSE. EL “PINÁCULO” (KPF), EL “WALKIE TALKIE” (VIÑOLY) Y EL “PEPINO” (FOSTER) Clarin.com
Arquitectura
Arquitectos y desarrolladores auguran el fin de las grandes torres de acero y vidrio en la capital británica. Aseguran que los rascacielos de KPF, Renzo Piano y Rafael Viñoly serán los últimos íconos que cambiarán el skyline londinense. Ahora apuntan a edificios más modestos y a reciclajes.
El arquitecto del Gherkin declaró que la “era de la ostentación” ha finalizado en la City londinense, anunciando el fin del boom de los rascacielos en la ciudad. La recién terminada Torre Heron, del estudio Kohn Pedersen Fox (KPF); junto con los The Shard of Glass, de Renzo Piano; el Cheesegrater, de Gollins Melvin Ward Partnership, y el Walkie Talkie, de Rafael Viñoly (que todavía están en construcción y se inaugurarán en 2014) serán la última generación de rascacielos icónicos. Esa es la tesis de Ken Shuttleworth, mano derecha de Norman Foster, quien opina que los desarrolladores inmobiliarios se van a volcar a planes más modestos y menos costosos.
La verdad es que todas estas torres fueron concebidas antes de la crisis financiera, y algunas de ellas estuvieron a punto de ser desechadas debido a la caída de la compraventa de propiedades. “La era de la ostentación se terminó”, confirmó a Bloomberg News, Ken Shuttleworth, el arquitecto del estudio de Norman Foster que diseñó el Gherkin. Explicó que la torre de 40 pisos, que se inauguró en 2004, nunca habría arrancado en la situación actual. “Hoy el dinero mueve todo, y si alguien puede construir algo por la mitad del precio, lo hace. Los inquilinos piden edificios austeros y eficientes, que pueden ser rasca-tierras en lugar de rascacielos. La torre de vidrio está muerta”, dijo.
En estas épocas de crisis, muchos inquilinos son reacios a pagar más por estar en una torre. En ese sentido, el magnate inmobiliario Gerald Ronson reconoció que llevará unos 18 meses alquilar todo el espacio disponible en su Torre Heron. Allí los pisos más bajos cuestan casi mil dólares el metro cuadrado, y los más altos mucho más. Hoy, los alquileres están al mismo nivel de 1980.
Lo que es indudable es que la demanda de espacio para oficinas en la City nuevamente está en alza. Los expertos calculan que los bancos y otras instituciones financieras contratarán a 11.500 nuevos empleados en los próximos tres años, y necesitarán 150.000 metros cuadrados de espacio: el equivalente a cuatro Shards y cinco Torres Heron. En tanto, las investigaciones de Rees muestran que en la City se ocupan habitualmente 288.000 metros cuadrados por año, y que la expansión de los bancos necesitará otros 52.000 metros cuadrados anuales hasta 2014. Pero dos de los mayores edificios de oficinas nuevos, el Cheesegrater y el Walkie Talkie, no estarán terminados hasta 2014.
Torre Espacial, también conocida como Torre de la Ciudad o Torre de Interama. Wikipedia
Es la estructura más alta de América latina y está en Villa Soldati. La última de sus plataformas, a 176 metros del suelo, ofrece una vista panorámica que, en un día claro, permite ver la costa uruguaya. La torre del Parque de la Ciudad reabriría en junio.
Desde arriba, a 176 metros, en el mirador más alto de América latina , en la torre del Parque de la Ciudad, Buenos Aires sorprende y se ve ordenada y tranquila, sin el infierno del tránsito y sin los contrastes entre riqueza y pobreza que se aprecian de cerca, desde el piso. Ese gran descampado verde que es el Parque Indoamericano se asemeja a un lugar prolijo, y hasta a la Villa 21 y a su cementerio de autos contiguo cuesta reconocerlos. En el horizonte se ven, muy chiquitas, las torres de Puerto Madero. Y más cerca, donde el Riachuelo se junta con el Río de La Plata, se divisan con claridad las chimeneas del Polo Petroquímico de Dock Sud, echando humo negro y contaminación sobre la Ciudad. Los estadios del Deportivo Español y de San Lorenzo, y el de tenis del Parque Roca parecen maquetas de un juego infantil, y la Villa 1-11-14, luce, por sorpresa, como un barrio residencial similar a los que existen en cualquier ciudad.La torre del Parque de la Ciudad, con sus más de 200 metros de altura, es a la vez el punto más elevado de Buenos Aires y, en su propio abandono, el símbolo del largo olvido de la zona Sur.Inaugurada el 9 de julio de 1985 se presentó como la torre más alta jamás levantada en un parque de diversiones en el mundo .
Inaugurada el 9 de julio de 1985 se presentó como la torre más alta jamás levantada en un parque de diversiones en el mundo . Pero nunca se terminó y, cuando funcionó, sólo pudo hacerlo a medias.
El año pasado fue reparada luego del profundo deterioro que llevó a su cierre y ahora estaría lista para ser abierta a visitas del público por primera vez desde que fue cerrada en 2003.
La reinauguración oficial podría hacerse el 20 de junio , según la directora del Parque, Claudia Strapko.
Agradezco a la Secretaria General EUROPAN / España el envío de esta importante información.
EUROPAN es una federación europea de organizaciones nacionales que rigen concursos de arquitectura y las realizaciones que se deriven de los fallos de los jurados.
Los concursos son lanzados simultáneamente por los países organizadores en torno a un tema, un calendario y unos objetivos comunes.
De arriba a derecha: Centro de Chicago, el Teatro de Chicago, Chicago 'L', Navy Pier, Millennium Park, el Field Museum, y la Torre Willis - Wikipedia
Un recorrido por las calles de la ciudad ventosa con gorro, guantes y la mirada hacia arriba, atenta a rascacielos y estadios que parecen platos voladores.
CHICAGO.- Cerca del centro de esta ciudad, del otro lado de la gran lengua de parques que bordea el lago Michigan, está Soldier Field, donde juegan los Bears, el equipo local. A los nativos les divierte mucho burlarse de su nuevo aspecto. Dicen que después de la renovación de 2003 el viejo estadio se parece a un plato volador o a la tabla de un inodoro. Pero para el visitante que viene a pasar un par de días, Soldier Field es otra cosa, mucho mejor.
El estadio original todavía está ahí: una enorme rueda-coliseo de cemento sepia, de inspiración clásica y columnas dóricas, que revela en cada detalle su fecha de construcción (1919). Adentro y encima de este anillo, sin embargo, los arquitectos han empotrado otro estadio, una taza azul de metal y vidrio que asoma, efectivamente, como un plato volador o la tabla de un inodoro, pero que también es un símbolo y una síntesis del éxito y el atractivo de Chicago como ciudad y, especialmente, de su capacidad para hablar de sí misma a través de la arquitectura y mantenerse enérgica y contemporánea.
Paseando por Chicago, visitando sus barrios y perdiéndose en su enorme matriz cuadriculada, uno puede ver todavía los rastros de la Chicago agrícola y frigorífica de 1890, la Chicago industrial de medio siglo más tarde y, también, la Chicago contemporánea y sus rascacielos de oficinas. En cada una de esas épocas, la ciudad se construyó a sí misma usando los mejores o los más puros ejemplos de los distintos estilos arquitectónicos que atravesaron el siglo XX. Por eso, una de las mejores maneras de visitar Chicago es hacer como si la ciudad misma fuera un museo de arquitectura vivo y al aire libre.
Uno de los chistes más amargos que cuentan los chicaguenses se refiere, como la mitad de sus conversaciones, al clima. «¿Cuántas estaciones tiene Chicago?», preguntan. Cuando uno menea la cabeza, siguiendo la coreografía obligatoria en este tipo de chistes, ellos se responden: «¡Dos! Invierno y agosto». Y un poco de razón tienen. Fuimos en Semana Santa, en el corazón de lo que debería ser la primavera boreal, pero que se parecía mucho más a un tímido final de invierno.
En invierno o en agosto
Para quien quiera ir a Chicago, especialmente si es un argentino poco acostumbrado al viento helado y las temperaturas bajo cero, el clima es un factor clave. Antes de abril o después de octubre no tiene sentido, porque la ciudad está de mal humor, refugiada en sus pasadizos internos. Una tarde le pregunté a un remisero si la gente se había acostumbrado a estos inviernos. «Nos quejamos cada año como si fuera el primero», contestó.
Soldier Field - Wikipedia
Aun así, Chicago puede muy bien visitarse con gorro y guantes. El viento y el frío le agregan a la aventura una bienvenida cuota de vida real, que permite verla en funcionamiento y realza su tradición de ciudad trabajadora. El sobrenombre más famoso de Chicago es The Windy City, la ciudad ventosa, y es bastante preciso en su descripción. Pero su segundo sobrenombre más famoso, The City that Works, o la ciudad que trabaja, dice mucho más sobre ella. Chicago es una ciudad-ciudad, con mística laburante y espíritu comercial. Por eso los sociólogos dicen que es la más puramente norteamericana de las ciudades norteamericanas: porque no tiene ni el foco global de Nueva York, ni la industria del espectáculo de Los Angeles, ni las élites políticas de Washington o las universidades de Boston. Chicago, en el medio de su pampa gringa, lejos del glamour y del extranjero, labura.
Por eso vale la pena verla desde cerca. Hay ciudades en las que uno se pregunta si la vida cotidiana y el ajetreo que observa en las calles son reales o si, por el contrario, esa combinación de museos y monumentos son una puesta en escena. En Chicago, donde hay pocos museos y poquísimos monumentos, uno tiene la esperanza de que la ciudad que ve debajo de sus trenes elevados, entrando y saliendo de los edificios del Downtown (más conocido como el Loop o bucle, por las líneas de subte que giran a su alrededor) o comiendo los platos dejados por sus inmigrantes -salchichas polacas (kielbasa), repollo alemán (sauerkraut), pizza italiana (su famosa deep-dish pizza, no muy distinta de la pizza de molde porteña)- es, en efecto, una ciudad que se parece bastante a la real.
Chicago está en estos meses en un momento de transición, estrenando intendente (Rahm Emmanuel, ex jefe de Gabinete del presidente Obama) después de medio siglo gobernada casi siempre por la misma familia (los Daley), y disfrutando de las obras monumentales construidas para tratar de ganar, infructuosamente, la sede de los Juegos Olímpicos. La más importante de estas obras es el Millenium Park, entre el Loop y el lago, que vale la pena por sus obras de arte: el enorme poroto-nube-riñón plateado del escultor indio-británico Anish Kapoor y las videoesculturas del catalán Jaume Plensa, dos torres de ladrillo que muestran todo el día primeros planos de gente de Chicago.
Una manera reveladora de conocer Chicago es recorrerla en sus trenes elevados, que serpentean por el centro de la ciudad y algunos de sus barrios a la altura del segundo o tercer piso. Pagando un boleto común (que cuesta 2,25 dólares) uno puede ver a chicas ensayando en estudios de ballet, adolescentes castigándose en gimnasios de boxeo y grupos de oficinistas (si se afina bien la vista) jugando al solitario en sus cubículos. Un domingo a la tarde, por ejemplo, salimos del Loop hacia el Norte, en un tren elegido casi al azar, y nos bajamos en la estación Armitage, en el corazón del barrio residencial y arbolado (y acomodado) Lincoln Park. Un rato más tarde estábamos en un banco en un parque, apenas interrumpidos por los gritos y los galopes de un partido de béisbol infantil.
EL NUEVO. Así luce el estadio actual, que demandó casi 1.100 millones de euros para su construcción. Fue inaugurado en 2007. Clarín.com
El emblemático estadio de Londres será escenario de la final de la Champions. Fue fundado en 1923, demolido en 2002 y reinaugurado en 2007. Su versión actual costó casi 1.100 millones de euros y ahora es la cancha con más baños de todo el mundo.
En cada rincón catalán, una palabra de siete letras en idioma inglés se escucha en estos días bastante más que cualquier otra en cualquier idioma. «Wembley«, dicen, dicen y dicen. La palabra se reproduce en tapas de diarios y de revistas, en las radios y en los canales de televisión. Aunque no esté en ninguno de los diccionarios, ese nombre propio ya forma parte de la vida cotidiana de Barcelona. Sucede que allí, en ese estadio de leyendas y mitologías, el Barcelona disputará la final de la Champions League frente al Manchester United. No es un partido más: es el más importante del año a nivel de clubes; y allí estarán frente a frente el campeón de España y el de Inglaterra. No es un estadio más: allí, en 1992, Barcelona ganó frente a la Sampdoria su primer título en la Copa de Europa, en el último tramo del alargue; también allí, en 1968, el Manchester United resucitó su gloria una década después de la Tragedia de Munich.
Wembley Stadium, Estadio de categoría 4 de la UEFA - Wikipedia
Escribe el periodista Roberto Rodríguez, en el diario La Vanguardia: «Existen estadios de fútbol donde se respira historia, donde el asistir a un encuentro en sí mismo supone una experiencia inolvidable por mucho que el espectáculo no sea de máxima importancia. Esa sensación es fruto de la tradición, de las leyendas que a lo largo de los años se han escrito sobre un césped bendecido por numerosas estrellas. Uno de esos campos es sin duda alguna Wembley«.
Tiene magia y misterios el estadio de Wembley. Antes, ahora, siempre. Un arquero se puede transformar para siempre en León, como el argentino Miguel Rugilo; otro puede convertirse en Escorpión, como el colombiano René Higuita; un delantero como el inglés Geoffrey Hurst puede hacer lo que nadie hizo jamás: tres goles en una final de la Copa del Mundo; la duda respecto de un gol puede nacer en su suelo y puede durar para siempre, como ese grito vencedor de Inglaterra en la final del Mundial de 1966; y un mediocampista, como el argentino Antonio Rattín, puede animarse a desafiar a un Imperio entero al sentarse en la alfombra para la Reina.
Wembley fue fundado en 1923, demolido en 2002 y reinaugurado en 2007. En su largo recorrido albergó todas las grandes competencias. Entre ellas, los Juegos Olímpicos de 1948; el Mundial de 1966 y la Eurocopa de 1996. Ahora se permitirá otro lujo: ser la sede del mejor partido que el mundo del fútbol puede ofrecer a nivel de clubes. Y ya se prepara, claro, para los Juegos Olímpicos de 2012. La UEFA lo califica inevitablemente con la mayor valoración posible: cinco estrellas. La modernísima construcción actual tiene capacidad para 90.000 espectadores y costó cerca de 1.100 millones de euros. Una curiosidad que también habla de sus comodidades: es el estadio con más baños del mundo.
Una cucha fashion para el perrito, un reloj de pared hecho con miles de botones y una mini fundita para el celular hecha con fieltro. Juguetes, vajilla, accesorios, indumentaria y mobiliario con diseño innovador, divertido y muy colorido, es la propuesta de la Feria Puro Diseño 2011, que puede visitarse hasta el miércoles en La Rural (Pabellón Amarillo, de 13 a 22, $ 25) y donde se pueden conseguir objetos desde $ 20.
Como en ediciones anteriores la combinación de texturas, los materiales ecológicos y las técnicas de reciclado son las grandes protagonistas. En la sección Puro Verde se destacan bolsas de tela reutilizables, pañales acuáticos y sillas encastrables para chicos, “con un impacto positivo en el medio ambiente”, según explica Angeles Estrada, diseñadora de Masekos, que además vende billeteras y fundas para la notebook en fieltro, el material estrella de esta edición. Entre hoy y el martes habrá un laboratorio con el fin de revalorizar este material ecológico que volvió al ruedo en indumentaria, en joyería y en accesorios. Además de las charlas y workshops previstos (www.feriapurodiseno.com.ar), se puede recorrer el Museo Sustentable o participar del taller Joyeros en acción . Con cintas, pegamentos y ¡pan!, los visitantes pueden diseñar su propia joya, bajo la mirada atenta de expertos.
Entre las propuestas lúdicas, que arrancan una sonrisa, Baja Rubén se lleva todos los aplausos. Este “portero de barrio” blandito y redondo lleva en su boca las llaves que la gente suele tirar por la ventana cuando vienen visitas. “Vivimos en un PH, 3° piso por escalera. Y nos cansamos de meter las llaves en repasadores o en medias”, dicen Juliana Raffa y Nicolás Ferrari, los diseñadores. En tanto, las chatitas de lona de Valeria Nicali –distintas entre sí– también convocan al juego, ya que vinculan las estampas entre un pie y el otro. La diseñadora gráfica además realiza carteras y bolsos con rafia plástica. “Como usaban nuestras abuelas para ir al mercado”, cuenta. La reinterpretación de materiales y objetos icónicos también está a la orden del día. Las escarapelas de María Picci, con cintas y tela, o las alpargatas de Paez, por ejemplo, recuperan la tradición con una vuelta de tuerca: más de 35 modelos de las clásicas alpargatas vienen en colores y estampados de todo tipo, hechas por un equipo de jóvenes sub 35 que exporta cerca de 200 mil pares por año a 32 países. “Quisimos ofrecerle al usuario de alpargata, comodidad más diseño”, revelan.
La imagen de portada es de una exposición sobre el proyecto China Hills.
La arquitectura y el urbanismo del nuevo paradigma es el título del acto que ha tenido lugar en la jornada Ideas para un futuro más sostenible, celebrada en el marco del salón Construmat en Fira de Barcelona. Cinco arquitectos de primera fila han expuesto cómo entienden el presente y sobre todo el futuro de la arquitectura sostenible. Más allá de las diferencias, todas las visiones han coincidido en que se está produciendo un cambio de paradigma en la edificación que conducirá a un escenario muy distinto del que hemos conocido en el siglo XX.
Enviado por: Sostenible.cat – Albert Punsola – ecoticias.com
Edificación como extensión de la biosfera
Felipe Pich Aguilera ha dicho que «la arquitectura y la edificación se han de plantear en términos positivos como una prolongación racional de la acción de la biosfera«. Según él esta afirmación es necesaria después de que el exceso de construcción haya hecho que esta actividad haya adquirido un aire negativo en los últimos años. Dentro de esta visión destaca el hecho de que las soluciones ambientales pasan «por construir eliminando las prácticas nocivas y potenciando las positivas». Y como ejemplo destacado la posibilidad de que los edificios se conviertan en productores de energía.
En opinión de Pich Aguilera, la arquitectura no debería ayudarse de máquinas para crear su propio clima interno, unas máquinas que ha calificado de «prótesis». También ha reivindicado la reutilización frente al derribo. Una muestra de esta filosofía se encuentra en el proyecto de transformación de los antiguos cuarteles militares de Gardeny en Lleida que se han reciclado en un nuevo uso que es el Parque Científico Tecnológico y Agroalimentario. Este complejo no tiene climatización artificial de ningún tipo y se mantiene a una temperatura constante superior a 22 grados gracias al diseño arquitectónico.
Según Pich Aguilera, «la arquitectura del futuro tiene más que ver con el equilibrio que con la fuerza» y subrayó que la arquitectura ligada a la academia también es resistente al cambio pero, a pesar de todo, puede llegar a ser una palanca para el cambio por su potencial de conocimiento.
La importancia del entorno local Bruno Stagno, director del Instituto de arquitectura Tropical de Costa Rica ha hecho una apología de la arquitectura vernácula del trópico y defendió que la arquitectura sostenible es aquella que está mejor adaptada a su entorno climático, frente a la homogeneidad del estilo internacional.
Stagno dijo que «incluso la arquitectura colonial europea reconoció las especificidades del trópico y las necesidades constructivas que se derivan». Costa Rica quiere ser neutral en emisiones de carbono para el 2021 y uno de los objetivos es hacer que los requisitos para los edificios sostenibles y adaptados al clima se conviertan en una norma nacional
En unos lugares con elevadas temperaturas y humedad, un buen ejemplo lo constituye el uso de vegetación recubriendo los edificios. Esta vegetación crece muy rápido y condiciona la temperatura del edificio sin necesidad de sistemas activos, además de captar CO2. «Tras una pantalla vegetal la temperatura puede llegar a bajar hasta 4 grados», indicó Stagno. Según el director del Instituto de arquitectura Tropical la alta tecnología puede ser muy útil pero no más que un buen concepto y un buen diseño.
Reinventar el lenguaje constructivo César Ruiz Larrea, de Ruiz Larrea y Asociados, dijo que la técnica sí era importante entendida como «la capacidad de resolver un problema». A continuación, hizo un símil para expresar la idea de que la arquitectura sostenible ya tiene contenido pero todavía no ha encontrado su forma. El símil es el siguiente: en un principio los coches fueron como diligencias sin caballos o los aviones imitaciones artificiales de las alas de los pájaros. Igualmente sabemos los objetivos que queremos alcanzar en edificación sostenible, «pero todavía no hemos sido capaces de expresarlo en unas formas diferentes de la arquitectura que conocemos».
Ruiz Larrea ha sido muy crítico con los profesionales que adoptan formas repetitivas que quieren imitar la naturaleza para venderse como sostenible cuando muchas veces no lo son. Igualmente dijo que «mucha arquitectura contemporánea que tiene mucho éxito entre el poder político cae a menudo en un formalismo vacío».
El arquitecto español ha hablado de la aportación de luz natural al interior de los edificios en los que su equipo está trabajando. «Tenemos que hacer pozos de luz con sistemas de reflexión que pueden hacer entrar bien adentro del edificio la luz del exterior», dijo. Y ha añadido que «se pueden llevar hasta 500 lux en los espacios interiores y hacerlo con elementos que formen parte de la estructura básica de los edificios». Este sería un ejemplo de la búsqueda de nuevas formas a partir de unos contenidos. Ruiz Larrea ha reivindicado la arquitectura islámica que se hacía en la España musulmana en la edad media como un referente en el tratamiento de los espacios interiores, y como un valioso elemento de inspiración para las realizaciones actuales.
La escala de ciudad Fernando Navarro, miembro de la Comisión de futuro sostenible del RIBA ha observado que mientras muchos objetos cotidianos como el calzado deportivo o las bicicletas han hecho un gran avance a lo largo del tiempo, «los edificios en comparación no han evolucionado mucho».
Navarro indicó que para mirar al futuro primero es preciso recuperar a los clásicos. Así citó al arquitecto y pensador romano Vitruvio que definió la arquitectura como solidez, utilidad y belleza y la ratio entre estas tres cosas, que en el sentido etimológico quería decir la proporción entre ellas. Con ello ha querido decir que los fundamentos de la arquitectura siguen intactos en el nuevo contexto porque «si hablamos de proporción, hablamos de equilibrio y también lo hacemos de sostenibilidad»
Fernando Navarro cree que ya tenemos el conocimiento suficiente para saber hacer sostenibles los edificios y que nos falta la escala de la ciudad. Según él, uno de los retos creativos de nuestro tiempo es «que las ciudades generen su propia energía y sus propios alimentos». También dijo que en el siglo XX nos hemos pasado el tiempo haciendo divisiones funcionales del espacio y en el siglo XXI se tratará de deshacer estas divisiones y volver a la mezcla de usos.
Ecociudades no utópicas Jacob Van Rijs, fundador del estudio MVRDV ha hablado de urbanismo y en concreto del concepto de ecociudades. Para este arquitecto holandés «hoy en día sufrimos de un exceso de greenwashing», es decir de marketing verde. Según él, existe una opinión colectiva en el sentido de que los edificios sostenibles son feos y que esto ocurre precisamente porque se hacen añadidos basados en el marketing que no aportan valor.
Jacob Van Rijs apuesta por la creación ex novo de ciudad de emisiones cero que supongan concepciones nuevas e incluso revolucionarias del urbanismo y la edificación y sobre todo que sean realizables. Citó como ejemplos el proyecto Ecociudad Montecorvo en Logroño y la espectacular propuesta conocida como China Hills que tiene como objetivo aportar soluciones a los problemas demográficos y ambientales de China agrupando en poco espacio, y en altura, viviendas, cultivos y centros de producción a fin de contener el consumo de recursos.
* La imagen de portada es de una exposición sobre el proyecto China Hills.
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