
- Nueve barrios periféricos recrean la estética de las ciudades occidentales
- Vacíos o inacabados, constituyen el icono más ‘kitsch‘ de la crisis del ladrillo chino
- En cambio, el barrio del circuito de Shanghai no para de ganar vecinos motorizados
HONG KONG.- Bien saben los promotores inmobiliarios que aquello que toca la varita mágica de la Fórmula 1 acaba convirtiéndose en oro. En este caso, en viviendas. Y precisamente China no iba a ser menos. De hecho, desde que en 2004 se inauguró el Circuito Internacional de Shanghai, el sector inmobiliario aledaño no ha dejado de crecer. Situado a 20 kilómetros del espectacular skyline y del céntrico Pudong, el distrito de Jiading no ha hecho más que ganar vecinos motorizados, y por más de un motivo.
De hecho, este ancestral distrito ha conocido en los últimos años un insólito resurgir gracias a la industria automovilística, pilar indiscutible de la economía local. Esta mezcla entre lo histórico y lo exótico que tiene el motor es precisamente lo que ha atraído a un sustancioso número de inversores extranjeros.
Off – Topic: Resultados del Gran Premio de China 2009, disputado hoy


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