Los primeros lanzamientos corresponderían a los perfiles urbanos de Venecia, Berlín y Nueva York.
Nuevo: Venice (Venecia) en Skyline, colección de Lego Architecture – vía highsnobiety.com
¿Llegarán a tiempo para Navidad y Reyes?
@arquitectonico: LEGO Architecture’s New «Skyline» Collection Features Venice, Berlin & New York – http://klou.tt/1ejt3idkf96lf
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LEGO’s architecture series has rendered some of the world’s most recognizable landmarks—the Eiffel Tower, the White House, Trevi Fountain—in miniature form, and now, New York City’s skyline is getting the blocky treatment. According to Gothamist, the toy company unveiled its model of the New York City skyline (which will be available in January), featuring five of the city’s iconic structures: the Empire State, Flatiron and Chrysler Buildings; the Statue of Liberty; and, in a surprise move, One World Trade Center.
[LEGO’s NYC skyline; all images by LEGO, via Gothamist] vía ny.curbed.comTOYS
¿Icono para una ciudad del siglo XXI o simple mausoleo del ego?
El complejo contendría hoteles y residencias de lujo, palacios de congresos, teatro, una gran piscina, 17 apartamentos para estudiantes, un gran aparcamiento público y nuevas áreas verdes – http://www.larazon.es
Los venecianos, cada vez más escasos, afirman que la torre-souvenir, aunque llena de promesas ecológicas, cambiará irreversiblemente el «skyline» de la laguna. Podría quedar como una anécdota de esta edición de la Bienal de Arquitectura, aunque ya sólo su amenaza, dicen los críticos, es un símbolo del gran parque temático en el que se está convirtiendo la ciudad de los canales
Ciudad de México, México.- El diseñador italiano Pierre Cardin realizó un regalo para Venecia y la región: un rascacielos de 250 metros de vidrio que incluirá una universidad de modas, un hotel de lujo y comercios.
Sin embargo, el proyecto enfrenta críticas por su tamaño y apariencia.
El «Palacio de la Luz» ha sido descrito alternativamente como una nave espacial incrustada en la laguna, una carnada de pesca luminosa, o un hongo iluminado.
Cardin, que cumplió 90 años en julio, considera el proyecto un regalo a su nativa Véneto, la región italiana de la que se fue a los dos años para radicarse en Francia.
Se acabó lo de ver la Torre Eiffel dominando desde las alturas el paisaje parisino poblado de tejados y buhardillas. En los próximos años, el símbolo por excelencia de la capital francesa tendrá que compartir ‘skyline‘ con otras construcciones. El Ayuntamiento de París ha desvirgado su cielo y ha aprobado la construcción de torres de hasta 180 metros de altura (50 metros para las de pisos y 180 para las de oficinas). Eso sí, la estructura de hierro seguirá siendo la reina, con sus 330 metros.
A diferencia de la mayoría de las capitales europeas, el cielo de París permanecía aún virgen. En 1977, año en el que se construyó la torre Montparnasse – la más alta de la ciudad tras la de Eiffel, con 210 metros -, el techo se fijó en 37 metros y desde entonces no se había modificado. Más de un cuarto de siglo después, el cambio de la normativa urbanística permitirá elevar hasta cuatro veces el horizonte del ‘skyline’ galo.
Esta decisión responde a una necesidad y no a un capricho. Y es que, a falta de espacio a lo ancho, París ha decidido expandirse a lo alto. El Ayuntamiento precisa que el hecho de quitarle el freno a las alturas favorecerá la construcción de viviendas, atajando así uno de los principales problemas que sufre París: la falta de pisos.
La construcción de rascacielos se producirá, eso sí, con cuentagotas. De momento, la modificación de la norma afecta al barrio de Masséna, (el distrito número 13). Sus vecinos serán los primeros en estrenar cielo. Según los planes del Ayuntamiento, se liberará hacia arriba una superficie de 178.000 metros cuadrados, de los cuales el 50% se destinará a la construcción de pisos sociales. Este distrito se convertirá en el área con un mayor número de viviendas protegidas, ya que aquí el 30% del parque inmobiliario ya es de este tipo.
Así será el edificio que ocupará el solar del antiguo Windsor, tan solo dos centímetros más bajo | Foto: ABC.es
MIGUEL OLIVER | MADRID
El selecto club del «skyline» de la capital está a punto de recibir a un antiguo miembro. Dentro de tres semanas se cumplirán cinco años del incendio que devastó el Windsor. Un lustro después ya no queda casi nada de aquel mítico rascacielos, que allá por finales de los años 70, era el edificio más alto de la capital con sus 106 metros. Por no quedar, no quedará ni el nombre. La nueva propiedad – El Corte Inglés – ha decidido «rebautizarlo» y así desterrar cualquier fantasma -y sombra-del pasado.
De momento, la compañía guarda en secreto la nueva denominación. Lo que no puede ocultar es la velocidad a la que marchan los trabajos de construcción del nuevo edificio. Las obras comenzaron en verano de 2007. Entonces sólo se centraron en consolidar la cimentación. En octubre de 2008 llegó el permiso municipal para ejecutar el nuevo rascacielos. Poco más de un año después, la imagen del inmueble coge forma. El «nuevo» Windsor ya vuela alto.
La nueva torre será sólo dos centímetros más baja que su predecesora: 104 metros. Sin embargo, tendrá 22 plantas, frente a las 28 anteriores. Las siete primeras serán de uso comercial, mientras que el resto se destinará a oficinas. Fuentes de El Corte Inglés destacaron a ABC el «buen ritmo» al que van los trabajos. A estas alturas ya se ha acabado la estructura del nuevo centro comercial, que ocupará la planta baja y las seis primeras alturas.
Por lo que respecta a la zona destinada a oficinas, ya se ha hormigonado hasta la planta 18. Los cálculos apuntan a que pueda acabarse con este proceso en marzo. Además, ya se ha montado la planta técnica en el séptimo y octavo piso. Esta zona está proyectada para albergar las instalaciones de electricidad y agua, entre otras, del edificio. También hace las funciones de «cortafuegos».
Pabellón proyectado en Nueva York por Rafael Moneo.
Es el primer edificio que el arquitecto construye en Nueva York
BARBARA CELIS – Nueva York
Para cualquier arquitecto, proyectar un edificio que contribuya a delinear el skyline más celebre del planeta, el de Nueva York, es un jugoso desafío. Si además ese edificio se integra en uno de los campus universitarios más prestigiosos de Estados Unidos, el reto es doble. El arquitecto Rafael Moneo (Tudela, Navarra, 1937) está construyendo un nuevo pabellón dedicado a las ciencias interdisciplinares en la Universidad de Columbia. El proyecto, diseñado junto al Moneo Brock Studio con un presupuesto de 200 millones de dólares (134,8 millones de euros) y que será inaugurado en 2010, tendrá 14 pisos, 4.645 metros cuadrados de laboratorios, una biblioteca dedicada a la química, biología y psicología, un auditorio y un café abierto al público y a pie de calle.
Situado en la esquina entre Broadway con la calle 120, el nuevo edificio de cristal y aluminio, luminoso, abierto, casi flotante y con la imagen clara del siglo XXI pero sin ostentaciones, funcionará también como entrada noroeste al campus Morningside Heights, dominado por los edificios históricos de McKim, Mead & White, los arquitectos que diseñaron algunas de las principales construcciones de finales del XIX y principios del siglo XX en Nueva York y autores también del Hotel Nacional de Cuba en La Habana. De ahí la complejidad de un proyecto que para llevarse a cabo no sólo ha tenido que tener en cuenta el contexto en el que iba a situarse, sino también las dificultades de construirlo sobre el gimnasio universitario. «No es un edificio sencillo. Las condiciones han sido complicadas porque había que respetar el gimnasio, aunque supongo que además de superar esa dificultad física el reto fundamental era de tipo estético: ser capaces de integrarse en un complejo urbano tan preciso y definido, con un perfil tan claro como el del campus de Columbia», explicó ayer Moneo en conversación telefónica.
El arquitecto, ganador del premio Pritzker de arquitectura en 1996, es sobradamente conocido en EE UU, donde ha construido edificios emblemáticos desde finales de los años ochenta -la catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, en Los Ángeles, o el Davis Art Museum en Massachusetts-, pero nunca había dejado su firma en Nueva York. La apuesta de la Universidad de Columbia es particularmente significativa teniendo en cuenta que construir un pabellón de ciencias en esa ubicación era un viejo sueño fallido. Por ejemplo, el proyecto del arquitecto británico James Stirling nunca llegó a ser aprobado. Lee C. Bollinger, rector de la universidad, parece estar particularmente contento con el diseño de Moneo. «Tenía que ser arquitectura de calidad en sí misma, un proyecto atrevido pero realizado por un arquitecto importante», explicó Bollinger en el diario The New York Times.
La futura torre más alta de Buenos Aires, diseñada por Francisco Mangado, estará en Puerto Madero Foto: Francisco Mangado
Con proyecto del español Francisco Mangado, asociado al local Estudio Aisenson, tendría 200 m de altura en el Dique 2 de Puerto Madero. Incluirá viviendas, hotel, restaurantes y otros usos públicos.
Todavía está en la etapa de proyecto pero se confirmó que muy pronto comenzará la construcción del edificio más alto de Buenos Aires, en el Dique 2 de Puerto Madero, una escultórica torre de vidrio que dominará el skyline porteño.
Con proyecto del español Francisco José Mangado Beloqui, asociado al local Estudio Aisenson, el rascacielos tendría 220 m de altura, un total de 68200 m2, e incluiría viviendas en los pisos más bajos, hotel en los más elevados, y una serie de restaurantes, pileta y otros usos públicos en el centro y en el coronamiento, lo que «permite entender la torre como una continuidad del espacio público que es la calle-bulevar», explica Mangado.
Según Mangado, la idea de intercalar usos públicos y privados en la torre intenta no entender el edificio como «algo despegado de la realidad urbana» sino como un sistema para prolongar la calle en las alturas.
Primer Premio: arquitecta Sara Claudia Ciocca (autora) y el equipo de proyecto de los arquitectos Gabriela Cragnolino y Juan Pablo Margenat
El equipo ganador, formado por los arquitectos Sara Claudia Ciocca y Gabriela Cragnolino y Juan Pablo Margenat, propone conectar peatonalmente el área de Catalinas Norte con el río mediante un basamento elevado sobre el espacio verde que los separa, con pasarelas que cruzan la avenida Alem.
Proyectos y nómina completa de premiados. (En el artículo, seguir el enlace)
Como se anticipó el miércoles último, el ganador del Concurso Nacional e Internacional de Ideas para el Sector Urbano del Entorno de Dársena Norte, que propone el contacto de la ciudad con el río mediante la incorporación del polígono Catalinas Norte, la organización del sector Retiro, el completamiento de la autopista Ribereña y la reorganización del puerto, incluyendo áreas de circulación peatonal, espacios públicos y nueva edificación con usos mixtos de hasta 31 metros de altura sobre la franja verde. La nueva normativa determina fisonomía y envolventes de las futuras construcciones que consolidarán el tejido de Catalinas, con una planta baja permeable y un primer piso de usos mixtos que recibirá las pasarelas que cruzan la avenida Alem, similares a las del proyecto original de la década del 60.
El barrio de Song Jiang, en pleno Shanghai, recrea las calles de Londres. | EFE
UN PROYECTO IMITA NUEVE ZONAS URBANÍSTICAS DEL MUNDO
Nueve barrios periféricos recrean la estética de las ciudades occidentales
Vacíos o inacabados, constituyen el icono más ‘kitsch‘ de la crisis del ladrillo chino
En cambio, el barrio del circuito de Shanghai no para de ganar vecinos motorizados
ANA PÉREZ
HONG KONG.- Bien saben los promotores inmobiliarios que aquello que toca la varita mágica de la Fórmula 1 acaba convirtiéndose en oro. En este caso, en viviendas. Y precisamente China no iba a ser menos. De hecho, desde que en 2004 se inauguró el Circuito Internacional de Shanghai, el sector inmobiliario aledaño no ha dejado de crecer. Situado a 20 kilómetros del espectacular skyline y del céntrico Pudong, el distrito de Jiading no ha hecho más que ganar vecinos motorizados, y por más de un motivo.
De hecho, este ancestral distrito ha conocido en los últimos años un insólito resurgir gracias a la industria automovilística, pilar indiscutible de la economía local. Esta mezcla entre lo histórico y lo exótico que tiene el motor es precisamente lo que ha atraído a un sustancioso número de inversores extranjeros.
Vista nocturna de Pudong, el distrito financiero de Shanghai, desde el paseo de el Bund
La capital económica de China combina en su populoso casco la esencia tradicional china, la herencia europea y los más modernos rascacielos.
AITOR ORDAX – 24/03/2009
El encanto de Shanghai, una urbe descomunal con el dudoso honor de ofrecer la misma cara que cualquier megalópolis del extremo Oriente, reside justamente en su capacidad para mezclar tres estilos de tres épocas diferentes.
Una encantadora aleación heredada de combinar la China tradicional con la arquitectura de vanguardia del dragón económico que despierta y atisbos de la época colonial y la presencia occidental en Asia.
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