
Laos pierde su carácter de destino minoritario para adaptarse al turismo de masas
GASPAR RUIZ-CANELA (EFE)
Laos, hasta no hace mucho uno de últimos remansos de paz en Asia y baluarte de la tradición oriental, sucumbe ante las hordas de turistas para transformarse en otro escaparate de una región en desarrollo.
Las oleadas de jóvenes con mochila y la proliferación de albergues y restaurantes están cambiando la fisonomía y atmósfera de la milenaria ciudad de Luang Prabang, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1995.
desde Hordas a orillas del Mekong en El Viajero de ELPAÍS.com.
Luang Prabang en El blog de El Tartalo
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