
Layar, Wikitude y Total Immersion superponen capas de contenido a las imágenes del mundo real
MANUEL ÁNGEL-MÉNDEZ
Camina en plena ruta de montaña, rodeado de riscos, y le asalta la duda. ¿Cómo se llama cada cima, cuál es su altitud? Desenfunda el móvil, visualiza el paisaje con la cámara del mismo y, justo encima de cada pico, en la pantalla, una etiqueta le ofrece la información que buscaba. Torre Cerredo, 2.600 metros; Aneto, 3.400 metros. A eso se le llama «la realidad aumentada«, una tecnología existente desde hace años, pero que ahora ha descubierto su filón de rentabilidad y utilidad en la telefonía 3G y los móviles inteligentes.
Si en la última década se apostó con escaso éxito por la realidad virtual, por sumergirse en mundos creados artificialmente en videojuegos y simuladores, los próximos años apuntan a la realidad aumentada: superponer contenido (texto, vídeos, animaciones en 3D…) directamente sobre el mundo real.
«Utilizamos el GPS del móvil para determinar la localización de la persona y la brújula para saber hacia dónde está enfocando. Esto permite desplegar en la pantalla puntos de interés encima de la imagen real: restaurantes, cajeros, monumentos… lo que sea», explica Claire Boonstra, cofundadora de Layar, unastart-up holandesa que en sólo cuatro meses ha logrado trasladar una idea futurista a un mercado tan masivo como el móvil.
Disponen de 176 capas de información y más de 1.000 desarrolladores independientes creando contenido en su plataforma, como dónde encontrar paradas de metro, museos o gasolineras según caminamos por la calle y desplegar información de la Wikipedia sobre el monumento que contemplamos.


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