Esta isla quiere agua de por medio · Reportaje: Patrimonio


Vista del Mont Saint-Michel, desde la carretera-dique que le une a la costa en la actualidad.
Vista del Mont Saint-Michel, desde la carretera-dique que le une a la costa en la actualidad.

El Mont-Saint Michel recupera sus orígenes gracias a una compleja obra de ingeniería

ANA TERUEL – Mont-Saint Michel

Francamente, el encanto de uno de los islotes más famosos del mundo ya no es lo que era. Siglos de acumulación de sedimentos en torno a la maravilla francesa de Mont Saint-Michel han propiciado que el continente se acerque más de la cuenta. De los cuatro kilómetros que mediaban hace siglos entre la tierra firme y la roca se ha pasado por el efecto del hombre y el turismo a unas decenas de metros. Dicho de otro modo, de repetirse la Guerra de los Cien Años, Dios no lo quiera, el islote no podría resistir como entonces, tan airosamente, el asalto de los ingleses, que fue parado por la marea alta. Los peregrinos que durante siglos visitaron la majestuosa abadía gótica edificada en la cima del peñasco también tuvieron que lidiar con la repentina subida de las aguas. Hoy, unos carteles colocados en los arcos de la muralla medieval que dan acceso a la bahía arenosa advierten de los horarios de peligro. Pero la advertencia no infunde el respeto que solía. Un proyecto gigantesco se propone ahora devolver su carácter insular a la roca y, de paso, renovar la oferta turística del monumento. Su primera fase, la gigantesca presa del río Couesmon, se inaugura en unas semanas.

desde Esta isla quiere agua de por medio · ELPAÍS.com.

Se cumplen 1.300 años del nacimiento del Monte Saint Michel, Maravilla de Occidente

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar