
Los artistas Marlon de Azambuja y Tamara Arroyo crean nuevas maneras de mirar Madrid en Matadero
PATRICIA ORTEGA DOLZ – Madrid
A él le basta y le sobra con un rollo de cinta aislante. Ella se inventó una isla (Legázpolis) y un mapa mudo. Él, Marlo de Azambuja (San Antonio da Patrulha, Brasil, 1978) comenzó a subrayar el espacio urbano con cinta adhesiva hace ahora tres años (pegando cinta de colores en bancos, farolas o paradas de autobús). Ella, Tamara Arroyo (Madrid, 1972), puso en el mapa (y con muchos luminosos) la Strip de Delicias, una calle, como la Strip de Las Vegas (que parte en dos la ciudad), llena de comercios y locales de inmigrantes del barrio de Legazpi y de los alrededores del Centro Cultural Matadero, donde -desde ayer y hasta finales de septiembre- pueden verse ambas propuestas.


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