¡Por qué arquitectos extranjeros!


La invasión de proyectos rimbombantes firmados por profesionales de otros países redunda en la exclusión de la matrícula local, más que capacitada para encarar obras de gran envergadura.

Roberto Pizarro. Arquitecto y planificador urbano

Solo con el ánimo de contribuir a la reflexión, tan escasa en estos tiempos, sobre los asuntos que inciden de manera decisiva sobre el futuro desarrollo de la ciudad, quiero hacer conocer mi opinión en relación a la inusitada «invasión», durante los últimos años, de megaproyectos rimbombantes, que involucran invariablemente a mediáticos arquitectos foráneos; quienes con un ego muy exagerado quisieron dejar su impronta, en especial en el área de Puerto Madero, donde comitentes exclusivos se mostraron siempre dispuestos a financiar dudosos ejemplos de innovación arquitectónica.

Lamentablemente, ello trajo aparejado la exclusión automática de la matrícula vernácula, que ha dado cuenta con creces de que está a la altura de los acontecimientos, con trayectorias emblemáticas de personajes tan respetados como Clorindo Testa, Mario Roberto Alvarez, Horacio Baliero, Juan Manuel Borthagaray, Justo Solsona, Togo Díaz… para hablar sólo de la vieja camada de los «maestros», sin mencionar a sus «sucesores»…

desde ¡Por qué arquitectos extranjeros!.

Esta nota de opinión viene al caso sobre la polémica incursión probable de Frank Gehry en Venezuela – la inquietud luce similar en toda Latinoamérica…

Botaron dos escuelas flotantes para los chicos del pre Delta entrerriano


Las estruturas tienen aula, cocina, baños y sala de maestros. (Foto: Gobierno de Entre Ríos)
Las estructuras tienen aula, cocina, baños y sala de maestros. (Foto: Gobierno de Entre Ríos)

Cada una servirá para 26 alumnos. Tienen sus propios sistemas de agua potable y electricidad generada por paneles solares.

El gobierno de Entre Ríos botó al río Paraná dos escuelas flotantes para atender a alumnos de las zonas isleñas de los departamentos de Victoria y Gualeguay cuyas familias, dedicadas a actividades vinculadas al Río, suelen moverse de un asentamiento a otro. La idea de los barcos escuela apunta a dotar a los establecimientos de la movilidad necesaria para que acompañen a estos grupos de residentes en sus traslados.

Las estructuras, que según el gobierno entrerriano son únicas en Latinoamérica y demandaron una inversión de 1,3 millones de pesos, fueron botadas ayer y ya iniciaron su viaje, de entre dos y tres días, hacia sus primeros asentamientos en el pre Delta entrerriano, constituido por lagunas, riachos, arroyos, canales, islotes y bañados, con suelos inestables e inundables.

desde Botaron dos escuelas flotantes para los chicos del pre Delta entrerriano.

Las escuelas que siguen a los chicos

Las escuelas flotantes fueron creadas en 1983 y en la actualidad hay seis en funcionamiento. Su condición les permite trasladarse y, por lo tanto, acompañar las necesidades educativas en zonas con poblaciones migrantes y de difícil acceso por tierra. Aquí, la vida cotidiana de los maestros, las chicas y los chicos de dos escuelas de Entre Ríos.

No hace mucho tiempo, si se solicitaba a cualquier niño que dibujara una escuela era muy probable que esbozara las formas de un edificio, una especie de casita con bandera apoyada en una línea: podía ser verde, simulando pasto; marrón o gris, si la intención era representar una vereda. Pero desde hace algunos años, recurriendo a sus lápices y marcadores, los chicos vienen diseñando novedosos bocetos escolares. Al lado de las escuelas «nave espacial» o de los mástiles que elevan sus banderas a control remoto, es posible encontrar dibujos como los de Juan Pedro -a quien se conocerá en esta nota- en los cuales la escuela tiene cierto vaivén, se mueve, flota.

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