
Arte
El lugar que sirvió para el desarrollo de Prilidiano Pueyrredón acaba de ser restaurado, informatizado y provisto de un nuevo guión. Así se aprecian las ideas de la época y un algarrobo bajo el que estuvo San Martín.
Por: Federico Romani. Especial para Clarín
Desde el taller construido como mirador al río, la vista del parque y la barranca da un apacible e inspirador estado de ánimo. La casa que lo contiene y perteneciera al Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Martín de Pueyrredón, fue el lugar ideal para el desarrollo de uno de los artistas más importantes de la Argentina: su hijo Prilidiano (1823-1870).
Tras la restauración que se le hizo recientemente, el Museo Pueyrredón convierte la historia argentina en una sensación a experimentar. Los expertos Roberto Amigo y Patricio López Méndez así se lo propusieron al diseñar un guión y un montaje que sumergen al espectador en una trayectoria estética del siglo XIX, que da cuenta de los cambios en el gusto burgués entre 1810 y 1910. Y lo hace a través de imágenes religiosas, pinturas, miniaturas, mobiliario y documentos en papel, todas piezas de muy distinto origen que han sido cuidadosamente restauradas, organizadas y dispuestas.
desde Claves del Siglo XIX porteño en un renovado Museo Pueyrredón.


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