Un software que permite asumir un rol virtual, ensayar estrategias, generar cambios. Un mundo de posibilidades para aplicar la teoría, a salvo de errores reales y costosos.
Los pilotos, para acumular horas de vuelo y aprender a conducir un avión, desarrollan algunas habilidades mediante la ayuda de un simulador de vuelo. El sistema ofrece un valioso aporte: salvaguardar la integridad de los pasajeros y de la máquina.
De la misma forma se utiliza hoy en ámbitos académicos y también empresariales un software especializado para que los estudiantes puedan poner en práctica sus conocimientos o las empresas seleccionen su personal.
Estos simuladores, también llamados juegos, se presentan hoy a estudiantes, ejecutivos y empresas a modo de desafío, para que a través de determinadas decisiones tomadas online se pongan de manifiesto habilidades de todo tipo: cognitivas, de toma de decisiones y estratégicas.
Un ejemplo de lo que se puede ver on line: una ciudad presenta grandes edificios, modernos por supuesto. En el interior de uno de ellos, oficinas prolijas. Todo está en su lugar. De pronto, avatares, esa especie de humanos digitales, irrumpen en la pantalla de la PC para hacer preguntas, pedir cosas, brindar información, exigir eficiencia.
Instituciones educativas y empresas utilizan este mundo virtual donde todo es válido y el mejor jugador es aquel que obtiene lo que busca: demostrar conocimientos o lograr el puesto de trabajo.
desde Los simuladores de negocios – lanacion.com.
En mi Tesis de Maestría (disponible desde aquí) hice énfasis en estas ideas, particularmente en lo que llamamos «el simulador de contrucción». Hay que persistir en esta línea de trabajo e innovación aplicada en arquitectura, construcción, proyecto y diseño.

