
Por Rodrigo Herrera Vegas
Para lanacion.com
Google, el gigante informático, está consciente del consumo de electricidad intenso que representan sus operaciones. Hace unos días comunicó públicamente vía la agencia de noticias Reuters su decepción respecto de los cortos avances tecnológicos que se están logrando en ciertas áreas de las energías renovables. Por lo tanto, la compañía decidió hacerse cargo de algunos proyectos relacionados.
Uno de los objetivos que se propuso es inventar su propia tecnología para los espejos de plantas de energía solar térmicas (CSP del inglés Concentrated Solar Power) de manera a reducir los costos de estas últimas en un porcentaje igual o superior al 25 por ciento. Las plantas solares térmicas no utilizan paneles fotovoltaicos sino que a través de numerosos espejos, concentran la energía del sol en un punto (algo parecido a lo que hacíamos de niños al prender fuego un pedazo de papel con una lupa) en el cuál se encuentra un reservorio de agua que es calentado hasta el punto de ebullición. El vapor de agua hace girar una turbina y a través de un generador se obtiene electricidad. Se trata de un concepto similar a las centrales térmicas a gas que se encuentran en nuestra costanera pero en vez de quemar gas para obtener el calor, se utilizan los rayos del Sol.
A través de avances en los espejos, Google apunta a lograr ahorros de al menos 50 por ciento y de hasta 75 por ciento en los costos de la fabricación de helióstatos que es el conjunto de espejos que se mueven de manera inteligente para maximizar la cantidad de radiación solar que incide sobre el reservorio de agua. Actualmente el costo de capital es de 2,50 a 4,00 dólares por Watt, y una instalación de 250 MW costaría entre 600 a 1000 millones de dólares. Estos montos se trasladan en 12 a 18 centavos de dólar por kW/h. La compañía estadounidense estima poseer en los próximos meses una tecnología viable en la mejora de estos espejos para demostrar internamente.
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