A sus 72 años, el Premio Pritzker Eduardo Souto de Moura se ha enfrentado a un reloj. Acostumbrado a vastas dimensiones, trastear con un artefacto minúsculo ha sido un placer.
Inmenso. Con todas las acepciones que exhala esa palabra. Descomunal, enorme, grandioso… «A mí me gustan estos cambios de escalas. Los gordos somos extrovertidos, aunque tengo días más introvertidos y me gusta dibujar elementos como una manilla de una puerta, o una pluma estilográfica; y en otras jornadas pues un pueblo con 12 o 14 edificios, es que si no, tendría una visión del mundo unilateral, el cambio me hace bien. Me ha gustado mucho la experiencia, tengo una edad en la que solo haces cosas que te gustan, que voy a cumplir 72 años, soy viejo, estoy un poco mal de los pulmones, llevo una vida más tranquila», cuenta Eduardo Souto de Moura.
Al diseñar su primer reloj de pulsera, Rafael Moneo partió de los relojes que había diseñado para las torres de Logroño y de la Estación de Atocha, en Madrid. Para alcanzar el cuadrado perfeto, optó en su diseño por un sistema sorprendente de unión al brazalete en el propio interior del reloj.
The portfolio created by Marco Menghi for Domus explores the interiors of architectures best known for their street facades, such as the famous Torre Rasini, and returns a precise and fascinating interpretation. https://t.co/Px8HnQjCip
No fue hasta el 11 de julio cuando la gran campana sonó por primera vez
Efe | Londres
El Big Ben, uno de los símbolos de Londres, cumple este domingo 150 años y lo hace de la misma manera en la que empezó, rodeado de polémica, de escándalos y de intrigas políticas. ‘Big Ben’ es el nombre con el que se conoce popularmente a la torre que hay en una de las esquinas del palacio de Westminster (sede del Parlamento británico), aunque originalmente el nombre designaba a la mayor de las campanas que forman parte del reloj de la torre.
Empezó a marcar las horas en mayo de 1859 tras la reconstrucción del palacio de Westminster original, que se quemó en 1834. La competencia para volver a levantar el palacio fue feroz y hubo disputas, insultos y demandas judiciales entre quienes querían tener el protagonismo de erigir una nueva sede parlamentaria, tal y como recuerda el diario ‘The Times’ a partir de las informaciones, los artículos y las cartas que publicó en aquella época.
Big Ben es hoy testigo silencioso del escándalo de los gastos privados de los parlamentarios británicos a cuenta del dinero público.
Originalmente el nombre de Big Ben designaba a la mayor de las campanas que forman parte del reloj de la torre.
AGENCIAS. 31.05.2009 – 14:50h
El Big Ben, uno de los símbolos más representativos de Londres y del Reino Unido, cumple este domingo 150 años y lo hace de la misma manera en la que empezó, rodeado de polémica, de escándalos y de intrigas políticas.
«Big Ben» es el nombre con el que se conoce popularmente a la torre que hay en una de las esquinas del palacio de Westminster (sede del Parlamento británico), aunque originalmente el nombre designaba a la mayor de las campanas que forman parte del reloj de la torre.
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