
Javier Camacho (CMA Arquitectos)
- El colorido y despoblado PAU de Vallecas ejerce de laboratorio arquitectónico de Madrid
- Vallecas 16, un edificio de fachada mutante y escaleras que buscan el efecto corrala
MADRID.- Joven pero experto; fino y atrevido, pero sin ostentaciones. Javier Camacho, vitoriano de 35 años, defiende una idea particular de la Arquitectura y sus profesionales, pues cree que los arquitectos no dejan de ser «técnicos que aplican un poco de arte en su trabajo».
Aún así, sabe que para abrirse paso en el competitivo y endogámico mundo de ganar proyectos hay que venderse un poco como artista. Venderse, al fin y al cabo. Camacho ganó el año pasado el polémico Concurso de Ideas de la zona residencial de la Villa Olímpica de Madrid 2016 y, en el caso de que la capital se llevara los Juegos, construiría dos manzanas de viviendas junto al estadio de La Peineta.
En cmA Arquitectos comparte estudio con María Eugenia Maciá Torregrosa, y ambos forman parte de una nueva generación de profesionales que pisan fuerte. En Alcorcón, diseñan el Centro de Creación de las Artes de Alcorcón (Creaa), unos de los complejos de ocio más grandes España -62.000 metros cuadrados-, que integrará un auditorio, un circo estable y dos teatros en un solo edificio. El año pasado les encargaron el Teatro-Auditorio de Campo de Criptana (Ciudad Real) y se quedó a un paso de ganar el concurso para construir el velódromo de Madrid 2016, otra sede olímpica.
Camacho busca en Fisac, Sota y Oteíza, colegas de peso de las décadas de los años 50 y 60, la inspiración necesaria para sobrellevar estos tiempos de crisis. Una crisis que también pasaron ellos y que, como entonces, vio surgir a nuevos puntales de la profesión.
Un laboratorio de viviendas colectivas
Algún día, el Bulevard de la Naturaleza, en el Ensanche de Vallecas de Madrid, será una especie de parque temático de la Arquitectura, visitado con placer por estudiantes de todos los países. Ahora no. Su aspecto -sin gentes, con cierto abandono y flanqueado de solares que anuncian futuras promociones y bloques a medio construir- es un tanto desolador. Sólo algunos de los edificios -firmados por los reputados Pérez Arroyo, Mariano Bayón o Hugo Araújo– están habitados y sus vecinos sufren el ruido de las obras colindantes, ralentizadas por el parón de la construcción.
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Villa Olímpica Madrid 2016 – Concurso Internacional de Ideas


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