Los barceloneses, antes de abrazar la estética de Gaudí como carta de presentación de la ciudad, llevaban con orgullo a los visitantes a pasear y a conocer el barrio Gótico. En este escenario, repleto de palacios y conventos, se alzan iglesias como la basílica de Santa María del Mar y una serie de callejuelas que han inspirado a Ildefonso Falcones para fabricar su libro superventas La catedral del mar. Es un espacio perfectamente conservado que concentra belleza e invita a la fantasía.
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Actualización: 5-10-2008
La arquitectura catalana da muestras de su histórica vitalidad en Estocolmo y Barcelona