Apogeo, muerte y resurrección de un tronco en Resistencia


Cultura

Retirado y vuelto a poner por presión popular, este mes se festejó su aniversario.

PorMARCELO S. DANSEY 
ESPECIAL PARA CLARIN

EL TRONCO DE LA VICTORIA POPULAR. LA OBRA, EMPLAZADA OTRA VEZ EN EL CENTRO DE LA CAPITAL CHAQUEÑA - Clarín.com
EL TRONCO DE LA VICTORIA POPULAR. LA OBRA, EMPLAZADA OTRA VEZ EN EL CENTRO DE LA CAPITAL CHAQUEÑA - Clarín.com

Un tronco devenido obra de arte, y luego, veinte años más tarde, elevado a la categoría de monumento histórico. Un tronco durmiendo la siesta en un banco de la plaza disputándole protagonismo a las estatuas de los próceres de mayo, y sin embargo, nada de esto resulta extraño en Resistencia, Chaco, una ciudad en la que todos y cualquiera, tienen algo que decir sobre el arte. Serán el efecto de la Bienal Internacional de Escultura, el evento más importante en la agenda – no digamos artística, sino social – de los chaqueños; una fiesta popular que reúne a una veintena de artistas de todo el mundo, y a otros miles de curiosos que siguen de cerca su trabajo durante los siete días que dura el certamen.

Todo dispuesto para que la gente interactúe con los artistas, de la misma manera que lo hace, el resto del año, con las quinientas obras emplazadas en sus veredas; algunas de mucha valía como las de Lucio Fontana, Gyula Kosice, Libero Badii, Enio Iommi y Hernán Dompé, por nombrar los mas resonantes, aunque acá, justamente, no se trata de andar chapeando. Acá, la cosa es popular. No son pocos los artistas de entrecasa que se animan a sacar sus creaciones a la calle, algunas de una figuración que empalaga, otras,  tan conceptuales como los ready – made de Marcel Duchamp: una imprenta del 1900, un changuito de supermercado, la biela de un barco y la carcaza de Citröen 3CV montados cada uno sobre su pedestal.

vía Apogeo, muerte y resurrección de un tronco en Resistencia.

Web de la Bienal Chaco 2012

Gyula Kosice: «Tendremos que irnos a vivir a la Ciudad Hidroespacial»


"Ninguna utopía es imposible si alguien pudo pensarla", sostiene el artista.
"Ninguna utopía es imposible si alguien pudo pensarla", sostiene el artista.

Esta semana el Museo de Houston compró parte de La Ciudad Hidroespacial, la obra utópica de los 60 del artista plástico.

Por: Gisela Antonuccio

Ochenta años atrás emprendió la infinita tarea de afirmarse en el exilio. Fue a bordo del barco como se alejó para siempre de Hungría y desde entonces la tierra fue un punto de fuga para cumplir su mayor utopía: habitar el agua.

Argentino por opción, Gyula Kosice (Hungría, 1924) ignoraba entonces que la migración, que lo arrancó de su tierra y de la patria de su idioma -nunca más regresó, jamás volvió a pronunciar palabra en húngaro-, iba a marcar sus continuos desplazamientos de la realidad, y que éstos iban a desembocar en una incansable búsqueda por conquistar el «espacio multidimensional». Mucho menos, que aquel fuera el germen de La Ciudad Hidroespacial, su proyecto de los años 60 de hacer habitable el agua integrando el arte a la vida cotidiana. Es una urbe suspendida a 1.200 metros de altura sobre el nivel del mar.

desde Gyula Kosice:  «Tendremos que irnos a vivir a la Ciudad Hidroespacial«.

Web de Gyula Kosice

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