El Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba se suma a la celebración del centenario del arquitecto Rafael de La-Hoz (1924-2024) realizando una actividad divulgativa en torno a parte de la obra que proyectó en la ciudad de Córdoba.
A través de los perfiles de redes sociales del COACo serán publicados doce vídeos cortos, a modo de reel, donde se ofrezcan las principales claves de doce de las intervenciones del arquitecto. Con un tono pedagógico y un ritmo dinámico, el COACo pretende alcanzar nuevos públicos en su labor de difusión de la arquitectura de excelencia.
El Colegio de Arquitectos recordará a lo largo de todo el año al responsable del llamado Movimiento Moderno con una serie de doce vídeos cortos en sus redes socialeshttps://t.co/DcmhJ6QLJY
El arquitecto Rafael de La-Hoz Castanys en el paseo de la Castellana junto al edificio Castelar, obra cumbre de su padre.
La doble piel del edificio Castelar inspiró años después al hijo del arquitecto
PATRICIA GOSÁLVEZ – Madrid
«No lo decidí, yo nací siendo arquitecto». Rafael de La-Hoz Castanys es la tercera generación de arquitectos de la familia. Hace años que no visita el edificio Castelar, obra cumbre de su padre, Rafael de La-Hoz Arderius, y el primer edificio en el que participó cuando era un chaval. «¡Qué pequeño parece todo!», exclama en el lobby, como quien revisita el colegio después de mucho tiempo. «De mi padre trabajando recuerdo sobre todo que era entrañable y estaba pendiente de las personas; cuando empezó la obra yo tenía 17 años, él quería que viniera a aprender pero, con Franco muriéndose, yo prefería estar en la calle». Al final tuvo tiempo porque el asunto se alargó de 1974 hasta 1986. Entremedias el Banco Coca, que había encargado el proyecto, se fusionó con Banesto, luego se descubrió que por mucho más de lo que valía. Hubo un juicio, el dueño del Coca se suicidó y Banesto no supo qué hacer con el edificio. «Mis padre les convenció de que para venderlo bien había que acabarlo, les lloró mucho», recuerda De La-Hoz. Al final Banesto pagó la fachada y se lo vendió a la Mutua Madrileña que se lo alquiló a Catalana Occidente hasta hoy.
Debe estar conectado para enviar un comentario.