La participación de los destinatarios en el diseño de sus viviendas es imprescindible para generar compromiso. Los profesionales tienden a reproducir modelos jibarizados de su propia clase social.
Los propietarios del mayor edificio diseñado y construido en Nueva York desde el 11S, por el estudio Cook and Fox, consiguieron la «mayor operación de rescate inmobiliario» desde el desplome de los mercados.
Diseñado por los arquitectos de la firma Cook and Fox, el edificio abrió en 2008, tiene 366 metros de altura, y es el primer rascacielos de EE.UU. que obtuvo la certificación de liderazgo en diseño medioambiental y energético (LEED, por su sigla en inglés), lo que lo convierte en el más ecológico de la ciudad.
El rascacielos, que ocupa el número uno del céntrico Bryant Park, produce el 70% de la energía que consume, cuenta con un sistema de «doble pared» que disipa o aprovecha el calor solar, y es capaz de reutilizar el agua de la lluvia y de reciclar la que se desperdicia en su interior.
Javier Mariscal posa en la exposición sobre su obra en el Design Museum de Londres.
El Design Museum de Londres dedica una retrospectiva al diseñador español
E. FERNÁNDEZ-SANTOS ENVIADA ESPECIAL – Londres
A Javier Mariscalno le gustan los ejercicios de nostalgia, asegura que no son buenos para su delicada autoestima. Por eso, la exposición que desde el próximo miércoles le dedica el Design Museum de Londres (ese edificio de formas cúbicas frente al Támesis donde los colores y los objetos cobran vida como en una idílica guardería) no es un viaje en el tiempo por la enorme obra del padre de Cobi sino una «deconstrucción» del paisaje creativo de uno de los diseñadores fundamentales de la España reciente.
Mariscal (Valencia, 1950) trabaja a contrarreloj con su equipo. El material ha llegado desde su estudio de Barcelona, donde durante los últimos meses se ha trabajado en esta exposición en la que hay más guiño y humor que solemne celebración de sí mismo.
Julia, hija mayor de Mariscal, corta y pega cajas apurada por la falta de tiempo para que todo esté listo para la inauguración de Drawing life, un juego de palabras que da título al recorrido, un nombre propuesto por el propio museo que Mariscal aplaude por sus posibles sentidos. «Yo no sé inglés. Así que me invento mil posibilidades que me gustan, dibujar en vivo, dibujar una vida, dibujando la vida, ser feliz dibujando, atrapar la vida….», explica.
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