Vista general de «Maze Land«, un laberinto construido en la isla surcoreana de Jeju. Este lunes abre sus puertas el parque, de 49.000 metros cuadrados, que cuenta con el mayor laberinto del mundo. (Jeju Government / EFE)
Vista exterior del museo Maxxi, realizado por Zaha Hadid en el norte de Roma.- AFP
El Maxxi de Roma, última creación de Zaha Hadid, abre sin obras de arte
MIGUEL MORA – Roma –
«Ha sido duro y bastante largo, pero siempre pensé que iba a terminar bien». Eso ha dicho en Roma la arquitecta británica-iraquí Zaha Hadid. Once años y seis gobiernos después de que el ministerio de Cultura de Walter Veltroni diera luz verde al proyecto, Roma inaugura por fin el museo Maxxi de arte contemporáneo. El deslumbrante edificio se ha abierto a medias, es decir vacío, porque la crisis manda y las 350 obras que formarán la colección (todas, del siglo XXI) llegarán en primavera. Pero la última creación de Hadid ha fascinado ya a todos los que la han visto.
Los elogios de los primeros visitantes («imponente», «bellísimo», «un espacio para perderse») se resumen en la larga ovación que los periodistas y colaboradores del museo, puestos en pie, han dedicado a la arquitecta en la presentación.
El proyecto, nacido en 1998, ha costado 150 millones de euros y ocupa 27.000 metros cuadrados de espacio. El museo está situado sobre una antigua instalación militar, muy cerca del río Tíber, al norte de Roma, en un barrio residencial de edificios de colores levantado en la década de 1930, a escasos 300 metros del auditorio construido por Renzo Piano.
Zaha Hadid creó para Roma un museo que, a pesar de su carácter vanguardista, se inserta naturalmente al entorno circundante. Su autora lo define como un «campus», porque alberga a varios edificios en uno.
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