
La capital económica de China combina en su populoso casco la esencia tradicional china, la herencia europea y los más modernos rascacielos.
AITOR ORDAX – 24/03/2009
El encanto de Shanghai, una urbe descomunal con el dudoso honor de ofrecer la misma cara que cualquier megalópolis del extremo Oriente, reside justamente en su capacidad para mezclar tres estilos de tres épocas diferentes.
Una encantadora aleación heredada de combinar la China tradicional con la arquitectura de vanguardia del dragón económico que despierta y atisbos de la época colonial y la presencia occidental en Asia.
desde Shanghai, colonial y vanguardista en El Viajero de ELPAÍS.com.


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