
En el imaginario colectivo de la mayoría, Canadá está a asociado a las imágenes de sus preciosos parques naturales, con sus bucólicos paisajes de lagos y montañas. Sin embargo, la ciudad de Quebec merece hacerse un hueco en nuestra memoria, y estar incluida en el itinerario de todo viaje a este inmenso país.
Texto | Fotos: Ricard González
Por su historia y personalidad, Quebec es una ciudad única en Norte América. Fundada en 1608 por el navegante y explorador francés Samuel Champlain, es la ciudad más antigua al norte del Río Grande, y su casco antiguo conserva intacto el encanto de una ciudad europea de la Edad Moderna. Quebec exuda historia por todos sus poros, y ostenta multitud de récords en el subcontinente, testigos de su añeja vitalidad económica, social y cultural.
Por ejemplo, además de poseer el primer museo, el primer hospital, y la primera iglesia de América del Norte, fue en un edificio adjunto al convento de las hermanas ursulinas donde se inauguró la primera escuela para niñas del Nuevo Mundo. Si bien aún hay docenas de monjas que habitan el complejo, es posible visitar su bonita capilla y su museo, que narra la historia de la primera orden de monjas en poner sus pies en el norte del continente.
El casco antiguo, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, está dividido en dos partes, la ciudad baja, y la ciudad alta, unidas por un funicular, y centenares de escalones.
desde América | ocholeguas.com | Quebec, cuatro siglos de encanto.
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