ROMA.- Sorpresa: el Coliseo, el monumento más emblemático de la ciudad eterna, era de color. Estaba pintado de rojo, ocre, azul y verde. Además, sus paredes internas estaban decoradas con frescos alusivos a los triunfos de los gladiadores -palmeras, flechas, coronas e incluso escenas eróticas- y tenían graffitis con comentarios dejados por el público.
Todo esto salió a la luz hace unos días, durante la restauración y limpieza de una galería intermedia del tercer nivel nivel del Coliseo, a treinta metros de altura sobre el nivel de la calle, sobre el lado norte, en una zona no accesible al público. «El hallazgo demuestra que el Coliseo era un triunfo de colores», aseguró Rosella Rea, directora del Coliseo, al dar a conocer la noticia.
ÁNGEL GÓMEZ FUENTES / ROMA. Gracias a la restauración del célebre monumento han aflorado diseños pornográficos, grafitis y firmas de los espectadores que acudían allí a ver los espectáculos con gladiadores
El Ayuntamiento de Roma y el Ministerio de Cultura de Italia han presentado este miércoles una convocatoria pública para buscar patrocinadores privados que financien parte de la restauración del Coliseo, valorada en 25 millones de euros.
El plan de trabajo, que pretende recuperar uno de los monumentos más visitados del mundo y el emblema de la capital italiana, contempla la restauración de las fachadas norte y sur del anfiteatro, las galerías y el hipogeo (galerías subterráneas).
Además, se mejorará el sistema de iluminación, se revisará la seguridad de las instalaciones sustituyendo las cancelas actuales por un nuevo modelo y se creará un centro de servicios de 1.500 metros cuadrados en el exterior del monumento que albergará taquillas, baños, librería y cafetería.
Para llevar a cabo estos trabajos se abrirá una convocatoria pública con la que se espera conseguir el apoyo económico de inversores privados que, a cambio, dispondrán de espacios en los que promover su imagen en las zonas inferiores del anfiteatro.
Los patrocinadores podrán presentar sus ofertas entre el 4 de agosto y el 15 de septiembre y los trabajos comenzarán previsiblemente en octubre.
«Este proyecto de restauración representa una transformación que abre las puertas a un nuevo mecenazgo, ya que pretende movilizar a las fuerzas privadas para que apuesten por el patrocinio», dijo en rueda de prensa el alcalde de Roma, Gianni Alemanno.
El mandatario explicó que el proyecto será «innovador pero no invasivo«, ya que no se admitirán mensajes publicitarios con una dimensión superior a los dos metros de altura para no dañar la imagen del monumento.
Estos trabajos continuarán la línea marcada por las intervenciones que se han realizado este año en el monumento, valoradas por el Ministerio de Cultura en 2,5 millones de euros, y que permitirán abrir al público varias zonas que hasta ahora habían permanecido cerradas.
El Coliseo de Roma (Colosseum en el latín original; Colosseo en el actual italiano) es un gran anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma. Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Por sus características arquitectónicas, estado de conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica.
En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.1
El desprendimiento se produjo en la conocida como Galería Trajana, que da acceso al complejo arqueológico, y que se encuentra bajo unos jardines.
Unos sesenta metros cuadrados se desprendieron del techo de la galería debido a las filtraciones de agua a causa de las últimas lluvias. La zona afectada estaba cerrada al público en el momento del derrumbe, aunque los bomberos han establecido un perímetro de seguridad en la zona mientras determinan el alcance total del suceso.
Cerrado desde 2005Desde 2005, el «palacio dorado» permanecía cerrado al público por las labores de restauración a las que estaba siendo sometido y por el riesgo de desprendimientos por el agua que se filtra en la época de lluvias en los jardines que se encuentran sobre el monumento. En las inmediaciones del área arqueológica de la Domus Aurea, una de las zonas más turísticas de la capital italiana, se encuentran también importantes monumentos como el Coliseo, los Foros Imperiales y varias basílicas.
Construida por el emperador Nerón (37-68 d.C.) tras el gran incendio que asoló Roma en el año 64 d.C, la Domus Aurea fue concebida como una representación del cosmos y estaba vinculada al movimiento del sol y de las estrellas.
La bóveda de la Domus Aurea, el imponente palacio del emperador romano Nerón, en Roma, se ha desprendido parcialmente en una de sus galerías. El derrumbe afectó a unos 60 metros cuadrados en las galerías subterráneas, situadas muy cerca del Coliseo. El responsable de Cultura de la ciudad, Umberto Croppi, dijo que «no se trata de daños graves». El histórico complejo data del siglo I y está cerrado por obras de restauración. / Agencias
Roma es una de las ciudades más bellas y visitadas del mundo. Sus fuentes, monumentos, iglesias, plazas y museos consiguen que el visitante camine por una urbe en la que el arte está presente a cada paso. Además, su deliciosa gastronomía, el clima del mediterráneo y el carácter alegre de sus habitantes consiguen que el turista disfrute de sus lugares mágicos.
Nada más llegar a Roma, el turista puede observar cómo los monumentos del Antiguo Imperio Romano se mantienen intactos al paso del tiempo, conservando la belleza con la que un día fueron construidos. Así, el Coliseo, que albergaba las famosas luchas entre gladiadores y fieras, llama la atención del visitante por el buen estado de su arquitectura. (Reservas en línea: www.pierreci.it).
El Foro Romano, que fue el centro de la ciudad y donde tenían lugar las relaciones comerciales de la Antigua Roma, ha permanecido entre ruinas para mostrar al viajero cómo fue la vida de los romanos en aquella época. El Panteón, un templo construido en el siglo II d.c en honor a los dioses, está situado en la Plaza La Rotonda y muchos son los turistas que se acercan hasta él para comprobar su belleza. Otro de los momentos que fueron erigidos durante la Roma Imperial son las termas de Caracalla, un amplio complejo de baños, que a pesar de ser despojados de sus riquezas aún siguen siendo una atracción turística importante.
El Coliseo, el más grande e imponente anfiteatro romano, conmemorará desde el próximo viernes el 2.000 aniversario del nacimiento del emperador romano Tito Flavio Vespasiano, que encargó su construcción en el año 72 d.C., con una gran exposición organizada por la Superintendencia de Bienes Arqueológicos de Roma. También llamado ‘Anfiteatrum Flavium’, el Coliseo albergará una muestra con estatuas, bustos y otras piezas artísticas que representan a los más importantes miembros de la dinastía Flavia, a la que Vespasiano dio origen, en la muestra denominada ‘Divus Vespasianus’, explicó Enrica Steffenini de la organización.
POR V. BECERRIL CORRESPONSAL ROMA. El gran «Divo» de Roma recibe estos días un gran homenaje en la Ciudad Eterna. Tito Flavio Vespasiano fue el gran divo del Imperio romano, al que devolvió, tras el derroche de Nerón, estabilidad y bonanza. Con «Divus Vespasianus. El bimilenario de los Flavios», Roma rinde homenaje al emperador que construyó el Coliseo, devolviendo parte de las propiedades privadas de su predecesor al pueblo. En el momento de la muerte de Nerón en el año 68 d.C., Vespasiano se encontraba en Oriente Medio reprimiendo la revuelta de los judíos.
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