
Una muestra en París eleva el ‘graffiti’ a la categoría de arte más allá del tópico
ANA TERUEL – París
Hace tiempo que el graffiti artístico, un arte nacido sobre la chapa de un tren neoyorquino hace más de 30 años, dejó la clandestinidad de las calles para dejarse caer en brazos de museos y galerías. Y sin embargo, la Fundación Cartier ha logrado con su exposición (Nacido en la calle: Graffiti, hasta el 29 de noviembre en París) sortear los tópicos de ese asombroso viaje. Lo hace con la forma de una retrospectiva de la parte neoyorquina del asunto, claro, pero también con la vista puesta en el futuro y en nuevas capitales (como São Paulo), más vibrantes y frescas, de un arte orgullosamente bastardo.
Para la ocasión, la Fundación ofrece su muro exterior a los graffiteros callejeros de la ciudad que desembarcan a diario con sus sprays de pinturas y sus cascos de música, y redecoran el mural a la vista de los transeúntes. «Pintar aquí es un lujo», comenta Ezty, agente comercial «de lunes a viernes» que dedica su tiempo libre a la pintura urbana. «Estamos expuestos al público, no escondidos tras una pared o a oscuras».
Como parte de la muestra, una docena de artistas han sido invitados a invadir in situ los espacios del imponente edificio, ideado por Jean Nouvel. Graffiteros consagrados como el veterano neoyorquino JonOne y jóvenes representativos de las nuevas olas como el chileno Basco Vazko y el brasileño Cripta -representante del pixaçao, una variante de graffiti propio de São Paulo- han realizado especialmente para la muestra gigantescas obras efímeras en diferentes soportes, incluidos las paredes y fachadas del inmueble.
desde La ciudad es el lienzo · ELPAÍS.com.
De la calle a la Historia del arte
FOTOS – BARRY MCGEE – 14-08-2009
El graffitero Barry McGee no es nuevo en las salas de los museos. También conocido como Ray Fong o Twist, el trabajo de Mc Gee ha llegado hasta la Bienal de Venecia.– BARRY MCGEE
El ‘graffiti’, un arte que nació en la ilegalidad
FIETTA JARQUE, – Madrid
El graffiti nació espontáneamente como un arte de la calle, sin pretensiones más lejanas que la de inmortalizar un nombre, una firma o un dibujo rápido sobre paredes y objetos. Desde hace tres años, el graffiti que iluminaba o ensuciaba, al decir de otros, los trenes del subterráneo en Nueva York empezó a extenderse más allá de los barrios suburbiales del Bronx para llegar al Soho, codeándose con los más altos valores del arte contemporáneo. La galería Sidney Janis, especializada en obra de artistas de mucho prestigio, ha traído este año, en su primera visita a la feria de Arco, a seis de estos jóvenes pintores.Torrick Ablack, Toxic, uno de estos artistas del aerosol, empezó pintando en el metro cuando tenía 13 años. Tenían que esconderse de la policía, que les perseguía y arrestaba por hacer estos enormes diseños multicolores que cubrían lados enteros de los trenes subterráneos. «Ahora ya no me atraparían», dice cuatro años después.
Entradas anteriores en ArquitecturaS dedicadas al Graffiti:
‘Graffiti‘ por encargo en el Guinardó · Cultura Urbana
Laboratorio sin límites – dar color a la ciudad
La cultura urbana que más crece · Graffiti en Andalucía
Buenos Aires, un oasis para el arte callejero






Debe estar conectado para enviar un comentario.