Japanese architect Riken Yamamoto (b. 1945) was born in Beijing, People’s Republic of China and relocated to Yokohama, Japan shortly after the end of World War II. Negotiating a balance between public and private dimensions from childhood, he lived in a home that was modeled after a traditional Japanese machiya, with his mother’s pharmacy in the front and their living area in the rear. “The threshold on one side was for family, and on the other side for community. I sat in between.”
Yamamoto knew little about his father, who had passed away when the architect was only five years old. In some ways, he sought to emulate his father’s career as an engineer, but instead forged his own path into architecture. At age 17, he visited Kôfuku-ji Temple, in Nara, Japan, originally built in 730 and finally reconstructed in 1426, and was captivated by the Five-storied Pagoda symbolizing the five Buddhist elements of earth, water, fire, air and space. “It was very dark, but I could see the wooden tower illuminated by the light of the moon and what I found at that moment was my first experience with architecture.”
He graduated from Nihon University, Department of Architecture, College of Science and Technology in 1968 and received a Master of Arts in Architecture from Tokyo University of the Arts, Faculty of Architecture in 1971. He founded his practice, Riken Yamamoto & Field Shop in 1973.
Photo courtesy of Riken Yamamoto & Field Shop ( pritzkerprize.com )
Riken Yamamoto, el arquitecto constructor de la realidad, premio Pritzker 2024 https://t.co/ggvDkQt34c Le otorga este reconocimiento por un trabajo con el que nos recuerda «que en arquitectura, al igual que en democracia, los espacios deben ser creados por decisión de la gente»
Toyo Ito cree que la arquitectura es una labor de equipo - Foto: EPA / EFE
Maribel Izcue
Tokio, Japón (EFE).- El desastre que el 11 de marzo asoló Japón y destruyó 60.000 edificios en menos de una hora resquebrajó el concepto de arquitectura segura y ha llevado a maestros como Toyo Ito o los premios PritzkerKazuyo Sejima y Tadao Ando a sumarse a la reconstrucción.
«Con el terremoto, el concepto de todo lo que hemos venido construyendo en los últimos 50 ó 100 años ha quedado en cero», indicó a Efe el arquitecto Toyo Ito, creador de edificios como la famosa Mediateca de Sendai (2001), cuyo techo se desplomó parcialmente por el seísmo.
Sobrecogido por una tragedia que fue «más allá de lo que imaginábamos», Ito reconoció que la arquitectura moderna falló al no contemplar la posibilidad de un desastre natural de esas dimensiones y considerar seguro un escenario que incluía una central nuclear.
«Ése fue el error», insistió el arquitecto, que se ha agrupado con otros cuatro prestigiosos colegas para presentar propuestas de reconstrucción: Hiroshi Naito, Riken Yamamoto, Kengo Kuma y Kazuyo Sejima, esta última ganadora del premio Pritzker 2010 junto con su compañero en el estudio SANAA, Ryue Nishizawa.
Para Ito, autor también de las Torres Porta Fira de Barcelona, el grupo puede contribuir a la reconstrucción cubriendo los huecos del plan del Gobierno, es decir, pensando en los detalles que hagan más cómoda la vida de los refugiados y residentes de la zona.
Shigeru Ban en 2005 durante el acto de colocación de la primera piedra en el Centro Pompidou-Metz. Wikipedia
El seísmo, según el arquitecto, obligó a reflexionar sobre el significado de arquitectura y su servicio al público, que debe estar por encima del concepto de urbanismo y humanizarla para abarcar «la relación entre la naturaleza y el ser humano, y entre las propias personas».
Ahora, por ejemplo, «es necesario instalar casas temporales para que las personas puedan mantener su privacidad», explicó Ito, que visitó a finales de marzo Sendai, capital de la provincia de Miyagi y una de las ciudades más golpeadas por el desastre, para evaluar el alcance de los daños.
En ayudar a los desplazados por desastres naturales tiene larga experiencia otro de los grandes arquitectos japoneses, el innovador Shigeru Ban, jurado del premio Pritzker entre 2006 y 2009 y creador de edificios como el Museo Pompidou-Metz(Francia).
Además de formar parte de la elite de la arquitectura, Ban trabaja desde hace mas de quince años construyendo refugios temporales para los evacuados: lo ha hecho en países como Haití tras el terremoto del año pasado, Sichuan (China) en 2008, Sumatra en 2004 o Kobe en 1995.
La seña de identidad de sus refugios es que están fabricados con materiales de bajo coste, principalmente cilindros de cartón tratados con poliuretano, que Ban convierte en estructuras sorprendentemente sólidas.
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