Taiwan «made in Spain» – ABC.es Unos jóvenes arquitectos españoles construirán la gran Ciudad del Pop de Taiwán – 20minutos.es


Proyecto ganador del Concurso de la Ciudad del Mar y de la Música Pop de Kaohsiung en Taiwán - 20minutos.es
Proyecto ganador del Concurso de la Ciudad del Mar y de la Música Pop de Kaohsiung en Taiwán - 20minutos.es

Cultura

Un equipo de arquitectos españoles gana un concurso internacional para construir un complejo cultural en Kaohsiung, la segunda ciudad de la isla.

PABLO M. DÍEZ / PEKÍN

Seriamente afectada por la crisis y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la arquitectura española se lanza al extranjero para explotar todo su talento. Debido al ascenso de potencias emergentes como China y la India, todas las vistas están puestas en Asia, donde un equipo de arquitectos españoles, Made In, acaba de ganar un disputado concurso internacional para construir el Centro Marítimo de Música Cultural y Popular de Kaohsiung, la segunda ciudad más importante de Taiwán tras la capital, Taipei, con la que está comunicada mediante un «tren bala».

Dicho conjunto, cuyas obras empezarán en breve y durarán hasta 2015, cuenta con un presupuesto de 100 millones de euros y se convertirá en la última joya urbanística de Kaohsiung, una urbe industrial de tres millones de habitantes rodeada de futuristas parques tecnológicos que alberga uno de los puertos con mayor tránsito de mercancías del Lejano Oriente.

Con una superficie de 100.000 metros cuadrados, este centro dispondrá de dos auditorios: uno al aire libre con capacidad para 12.000 personas y otro interior con un aforo de 3.500 espectadores. Además, contará con un museo del mar, otro de la música, ocho salas de conciertos de menor tamaño e incluso una zona comercial no solicitada en las bases. Se trata de un mercado nocturno de 20.000 metros cuadrados que abrirá las 24 horas, como es habitual en esta isla tropical que permanece separada de China desde el final de la guerra civil (1945-49) y cuya soberanía es reclamada por el régimen de Pekín.

vía Taiwan «made in Spain» – ABC.es.

Unos jóvenes arquitectos españoles construirán la gran Ciudad del Pop de Taiwán

  • Se trata de un complejo que se extiende sobre 100.000 m2.
  • Contará con auditorios, mercado, un museo del mar y otras estructuras.
  • La obra se construirá en un tiempo estimado de cuatro años.

C. H. 20minutos.es

http://twitter.com/#!/arquitectonico/status/30260186388103168

Cómo recrear la tipología del estadio: diseño de Toyo Ito en Kaohsiung (Taiwán)


ABIERTO. El acceso principal, ubicado al sudeste, es permeable al entorno.
ABIERTO. El acceso principal, ubicado al sudeste, es permeable al entorno.

ARQUITECTURA | PROYECTO INTERNACIONAL | ESTADIO KAOHSIUNG

Cómo recrear la tipología del estadio

En Taiwán, Toyo Ito diseñó un centro deportivo que rompe la forma del «bowl» para abrirse al entorno. Detalles de una obra sustentable, que produce más energía de la que necesita.

por Graciela Baduel.

gbaduel@clarin.com

Sin las exigencias que imponen deportes eminentemente mediáticos como el fútbol, donde lo icónico es un valor supremo, Toyo Ito diseñó un estadio en Kaohsiung (Taiwán) que rompe el modelo tradicional del «bowl», siempre cerrado sobre sí mismo.

Construido el año pasado para los Juegos Mundiales, una competencia internacional de deportes no incluidos en los Juegos Olímpicos, el Estadio de Kaohsiung se destaca por su acceso permeable, que deja ver parte de las tribunas y del campo de juego. La envolvente, compuesta por tuberías de acero que se cruzan en diagonal, recuerda vagamente al Nido de pájaros diseñado por Herzog & de Meuron para Beijing 2008, pero en este caso no completa la elipse, sino que se abre en una tira que parece abrazar al entorno. Así, el edificio se asemeja a una serpiente en movimiento, es como un reptil de piel escamada y brillante. Solo que en este caso las escamas cumplen un rol fundamental: se trata de 8.800 paneles solares de entre 2,5 y 3,5 m de largo, que generan más energía que la que el edificio necesita.

Es notable la manera en que el diseño de Ito trata de reducir el impacto de una estructura de este porte, ubicada en una ciudad de poco más de un millón y medio de habitantes, la segunda en importancia de la isla-estado que pertenece a la República China.

Más que un estadio

La idea madre del proyecto de Toyo Ito fue lograr una pieza arquitectónica que se pudiera disfrutar más allá de las competencias deportivas. Por eso el estadio está implantado en un gran parque urbano de 19 hectáreas, con una laguna y frondosa vegetación.

Si para otro de sus estadios emblemáticos, el Allianz Arena de Munich, Herzog & de Meuron pensaron la explanada de acceso como un elemento tan importante como el estadio en sí mismo (los arquitectos suizos imaginaron a los grupos de hinchas bajando de la estación de subte y marchando en procesión a alentar a su equipo); para este proyecto Toyo Ito se basó en la idiosincracia del público oriental, que durante las competencias de deportes no profesionales podría, tal vez, entrar y salir del estadio varias veces, libremente, para dar un paseo por el parque y aprovechar el buen clima del que la ciudad de Kaohsiung hace gala la mayor parte del año. Desde la autopista o en transporte público (hay una estación de trenes a poco metros), los visitantes llegan a una plaza de acceso suavemente elevada, que lleva hacia la «tira» que se abre de la elipse, donde además de las boleterías hay variedad de cafés y restaurantes siempre abiertos.

El parque está cubierto de palmeras y especies de plantas tropicales que, aunque recién plantadas, lo convierten en una atracción en si mismo.

vía Cómo recrear la tipología del estadio.

EDITORIAL

Estadio usina


Berto González Montaner. Editor jefe ARQ

bmontaner@clarin.com

Toyo Ito nunca hubiera podido construir un estadio como el Kaohsiung (Taiwán) en nuestro país. Entre otras razones, porque no tiene tribunas detrás de uno de los arcos, el lugar predilecto de la hinchada. No obstante, hace aportes revolucionarios a este tipo de megaconstrucciones.

El nuevo estadio de Taiwan: un dragón que se alimenta sólo del sol – Toyo Ito

Unos pocos triunfos, en un año sombrío


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Pese a la poca producción, en Europa y Asia, Zaha Hadid, Jean Nouvel y Toyo Ito tienen motivos para festejar. Frank Gehry, Thom Mayne y Steven Holl están llamados a renovar el panorama arquitectónico de los EE.UU.

por Nicolai Ouroussoff. Crítico de arquitectura y periodista

Quizá el futuro sea sombrío pero al menos algunos arquitectos pueden recordar el año con sensación de triunfo. Tras más de una década de demoras en el diseño y la construcción, Zaha Hadid terminó su museo de arte contemporáneo Maxxi en Roma, uno de los proyectos más ambiciosos de la ciudad desde 1960, cuando Pier Luigi Nervi completó su Palazzetto dello Sport.

Las sinuosas formas de hormigón del museo, que parecen extraer energía de las calles circundantes, juegan a las escondidas con el barrio. Emplazado a mitad de cuadra entre hileras de edificios indefinidos, el Maxxi apuesta a la seducción lenta.

Jean Nouvel terminó la Sala de Conciertos de Copenhague, una reluciente caja azul adornada con imágenes fragmentadas de músicos que flotan como en un sueño. La cualidad etérea de su piel, hecha de una tela de alta resistencia, crea un inquietante contraste con la solidez de la sala que parece tallada en un enorme bloque de madera dura.

Y Toyo Ito, un arquitecto cuyo trabajo ha sido injustamente relegado fuera de su Japón natal, recibió un reconocimiento por el nuevo estadio de Kaohsiung, Taiwán, construido para los Juegos Mundiales. Su forma serpenteante, que se despliega sobre un parque urbano hasta ahora olvidado para enmarcar uno de los lados de una vibrante plaza pública, crea una reconfortante sensación de recogimiento al tiempo que ofrece vistas lejanas de la ciudad.

desde Unos pocos triunfos, en un año sombrío.

Editorial

Platos fuertes

Berto González Montaner . Editor jefe ARQ
bmontaner@clarin.com

Parece mentira, finalizó la primera década del nuevo siglo. La empezamos cuando se cocinaba la crisis 2001-2002 y la terminamos tratando de salir no muy heridos de otra crisis, la internacional. A pesar del sacudón, el último año trajo para el crítico del The New York Times, Nicolai Ouroussoff algunas obras para recordar: el Museo de Arte Contemporáneo Maxxi, de Zaha Hadid en Roma; la Sala de Conciertos de Jean Nouvel en Copenhague; el nuevo estadio de Kaohsiung, de Toyo Ito en Taiwán; y en Nueva York, la High Line, el edificio académico para la Cooper Union de Morphosis y la Beekman Tower de Frank Gehry, aún en construcción. Según parece para los registros de Ouroussoff, debajo del trópico de Cáncer, no pasó nada.

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