Un ciclo lleva a Atenas en 2012 y 2013 a los mejores arquitectos de nuestro país, para reflexionar sobre la construcción en Europa.
Una ciudad es una historia de la arquitectura que se dibuja en las calles y en las plazas, en los espacios que crearon el imaginario real de un mapa, en el perfil que se refleja a través de los siglos. Atenas es una de esas ciudades en las que la Historia y la conservación de ese pasado luminoso es uno de los asuntos más caros a la razón y sentido de su memoria. Ya, Josep Pla le confesó a Joaquín Soler Serrano en el excelente programa televisivo A fondo: “el que ha visto Atenas y Nueva York lo ha visto todo”. Porque todo comienza en el origen, en la “polis” (ciudad) griega para llegar a la “metrópolis” soñada cinematográficamente por Fritz Lang o a la “megalópolis” neoyorquina citada por el gran escritor ampurdanés. Sin embargo, en ese largo y enrevesado recorrido la construcción le ha ganado la partida a la arquitectura.
La capital de Grecia acoge este año y el que viene un ciclo de conferencias que, bajo el sugerente título de Ciudad Europa. Arquitectos españoles en Atenas, presenta a varios arquitectos españoles de renombre internacional y cuya obra constituye un ejemplo de esa Arquitectura con mayúscula capaz de entablar con su entorno un diálogo sabio y prolífico del que salen mutuamente enriquecidos la propia obra arquitectónica y el ámbito en que se inserta.
Organizado por la Embajada de España, en colaboración con las muy pretigiosas instituciones atenienses como son el Instituto Helénico de Arquitectura y el Museo Benaki, el ciclo se inauguró con una conferencia del estudio Miralles-Taglabue, al que sigue, estos días la presencia de Cruz y Ortiz para continuar con Alberto Campo Baeza, Juan Navarro Baldeweg y Nieto y Sobejano. Cada uno de ellos es presentado por relevantes arquitectos griegos.
El arquitecto español Juan Navarro Baldeweg (i) recoge hoy de manos del secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá – Agencia EFE / Yahoo! Eurosport
Cádiz, (EFE).- El arquitecto español Juan Navarro Baldeweg, que hoy ha recibido el Premio Trayectoria de la VIII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU), cree que el momento actual exige «reorientar valores» porque «el menos es más tendrá que generalizarse«.
Estas han sido algunas de las reflexiones sobre la arquitectura que Navarro Baldeweg, nacido en Santanderen 1939 y autor de edificios como los Teatros del Canal en Madrid, ha hecho tras recibir «con emoción» este premio en el acto de clausura de la VIII BIAU, que durante esta semana se ha desarrollado en Cádiz.
La VIII BIAU también ha entregado hoy el Premio Trayectoria al arquitecto argentino César Naselli, un galardón que este investigador y docente que ha impulsado «el amor» por la arquitectura a varias generaciones, no ha recogido en persona, ya que, debido a su avanzada edad, cerca de 80 años, no ha podido viajar a Cádiz.
El jurado de la VIII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo ha concedido el Premio a la Trayectoria Profesional al arquitecto español Juan Navarro Baldeweg y al arquitecto argentino César Naselli, por su aporte a la arquitectura iberoamericana, tanto en obra construida como en el ámbito académico y de la investigación.
Reuters Imagen del cuarto puente sobre el Gran Canal de Venecia diseñado por Calatrava - ABC.es
La Fiscalía del Tribunal de Cuentas de la región de Venecia ha pedido al arquitecto Santiago Calatrava y a su equipo una compensación de 3,4 millones de euros por «daños al erario público» por errores en la construcción del puente sobre el Gran Canal de Venecia. El presupuesto inicial para el puente era de 3,8 millones, pero hasta el momento ha costado 11,2 millones de euros.
«La realización del Cuarto Puente sobre el Gran Canal ha comportado un aumento objetivo y temerario de los coste respecto al gasto previsto inicialmente y comportará en el futuro un desembolso económico constante y desproporcionado por parte de la administración», señala el texto de la Fiscalía, recogido por el periódico veneciano «La Nuova».
«La obra sufre de una patología crónica caracterizada por la necesidad de una vigilancia constante y de un recurso continuo a intervenciones en modo alguno relacionadas con el mantenimiento de rutina», sostiene el escrito, firmado por el fiscal Carmine Scarano.
El documento, basado en cuatro estudios técnicos distintos, denuncia un «asombroso y vergonzoso conjunto de errores» tanto en la fase de planificación como en la de ejecución y en la preparación de la licitación.
La Corte dei Conti chiede danni per 3,4 milioni di euro come risarcimento all’architetto spagnolo e ai responsabili tecnici del progetto: Vento, Scibilia e Casarin.
Considerado uno de los grandes arquitectos españoles, Juan Navarro Baldeweg analiza el cambio estructural que se produce en su profesión y cuestiona cómo se ha destruido el litoral y el futuro de los edificios construidos en una época dorada pero sin uso.
Usted apuesta por la arquitectura como transmisión de emociones.
La arquitectura siempre ha sido para mí un arte de lo transitivo. Un medio para llegar a lograr un campo de actuación, donde lo importante sea realmente la vida, no tanto el objeto, no tanto algo a contemplar sino a vivir, lo importante es la melodía, la canción, no el instrumento.
¿Es compatible esta sensibilidad con la arquitectura que se ha venido creando?
La arquitectura de los últimos años ha estado muy volcada a lo formal, a las configuraciones mas o menos barrocas de lo formal, del movimiento, de las formas en el espacio. Acaba siendo algo muy aburrido y sobre todo incomprensible en una época de una austeridad muchísimo mayor. No quiere decir que no haya habido obras buenas, sino que estamos en una plataforma conceptual que nos invita a seguir por otro camino.
Dice usted «obras incomprensibles en épocas de austeridad», ¿se podría aplicar ello a las obras de Calatrava por ejemplo? No sé lo que la gente busca en las obras de Calatrava pero en términos más personales me parece que hay formas más económicas de producir este tipo de experiencias de vida.
La Reina Sofía inauguró hoy en Burgos el Museo de la Evolución Humana en un acto en el que se mostró muy interesada por los fósiles expuestos y calificó de «precioso» el edificio, obra del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, que fue ganador del concurso internacional que se convocó en 2000.
Cientos de personas se congregaron en el paseo de Atapuerca, en las inmediaciones del Museo, para recibir a la Reina Doña Sofía, que al llegar al centro no dejó de saludar a los burgaleses allí presentes.
La Reina fue recibida por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el delegado del Gobierno, Miguel Alejo, así como miembros del Gobierno regional y las autoridades locales de Burgos. Doña Sofía llegó a las instalaciones pasadas las 11.30 horas y recorrió todo el Museo, deteniéndose en cada una de las salas y zonas expositivas, donde mostró su curiosidad por los hallazgos de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y los materiales audiovisuales que completan las exhibiciones.
El recorrido
La visita comenzó por la pastilla que recrea «La Trinchera», en la planta de calle, donde pudo analizar parte de los extractos de los yacimientos; y continuó por «La Sima de los Huesos», donde contempló alguno de los fósiles originales más importantes del enclave de Atapuerca. A continuación, la Reina accedió a las plantas superiores del Museo y disfrutó de las reproducciones «científicas» de los diferentes tipos de homínidos, se adentró en «El cerebro», obra vanguardista que muestra el funcionamiento de este órgano vital; y contempló la reproducción del «HMS Beagle», la embarcación en la que Charles Darwin se enroló como naturalista en una expedición que duró cinco año y donde pudo recabar algunos datos para su obra más relevante, «La Evolución de las Especies».
La reina Sofía inaugura en Burgos un centro con hallazgos arqueológicos y únicos de Atapuerca fruto de 30 años de investigación científica | Las piezas abarcan un registro de hace más de un millón de años.
PALEONTOLOGÍA | Se ha inaugurado este martes en Burgos
El edificio, con 12.000 metros cuadrados, será inaugurado por la Reina
Recoge la historia de la especie humana desde sus orígenes
Rosa M. Tristan (Enviada especial) | Burgos
La Reina doña Sofía, apenas un día después de aterrizar de Sudáfrica, ha asistido a la inauguración del Museo de la Evolución Humana (MEH) en Burgos, una institución que quiere convertirse en una referencia para aquellos interesados en el pasado de la especie.
El Museo, cuyo edificio es obra del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, consta de 12.000 metros cuadrados, la mitad de los cuales están dedicados a la exposición sobre esa larga historia humana que comenzó hace más de seis millones de años, cuando un ancestro se fue separando de otros grandes primates, como los chimpancés, los gorilas o los orangutanes.
Siguiendo un guión científico, realizado por los equipos de los tres codirectores del proyecto de investigacion de la Sierra de Atapuerca(José María Bermúdez de Castro, Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga), también en Burgos, el MEH divide el recorrido en cuatro plantas donde se trata de interpretar los hallazgos más emblemáticos que han realizado los investigadores en los yacimientos más importantes del mundo.
El Museo de la Evolución Humana es un museo situado en la ciudad española de Burgos. En el solar sobre el que se edificó estuvo en siglos pasados el desaparecido convento de San Pablo de Burgos, de la Orden de los dominicos.
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