Diseño | Interiorismo | CASA FOA 09
En la edición del 25 aniversario de Casa FOA conviven la tecnología de última generación con propuestas sustentables. Un recorrido por los 47 espacios, que se pueden ver hasta el 18 de octubre en el Hipódromo.
Vivian Urfeig y Daniel Moya.
Espacios de reunión y descanso. Areas domésticas y puestos de trabajo conforman la edición número 25 de Casa FOA, la muestra de arquitectura y diseño interior que celebra su aniversario en la Tribuna II del Hipódromo de Palermo, un edificio emblemático que vuelve a prestar su arquitectura para la muestra, como lo hizo cinco años atrás. A través de los 47 espacios se aprecian las nuevas tendencias en cuanto a materiales y soluciones de diseño. Este año conviven lo high tech junto a propuestas sustentables que cuidan el medio ambiente. Dispositivos ultra tecnológicos que controlan la intensidad de la luz o el audio se llevan tantas miradas como la casa construida en un container, con materiales reciclables. Hay mesas italianas y banquetas de autor, pero también hay lugar para espacios poco convencionales, como una garita que, con humor e ironía advierte sobre la inseguridad. Aquí, un panorama de las novedades que a lo largo y a lo ancho del emblemático edificio recuperado se imponen como cita obligada de arquitectura interior, paisajismo y diseño local.
El ingreso por la plaza seca que Diana Cabeza tituló Encuentros funciona como la mejor antesala de la muestra. Los bancos / esculturas están inspirados en rocas graníticas de Tierra del Fuego. En rojo y marrón, «se combinan formando múltiples configuraciones de uso y logrando una ocupación topográfica para albergar los rituales del encuentro», señala Cabeza, convocada por FOA y Redimat para donar estos bancos a una plaza porteña. Como en la edición anterior la Medalla de Oro al Paisajismo recayó en la propuesta de Marta Carena, Florencia Calvella, Susana Furtado y Verónica Lorenzo. Verde al cielo se inspira en el 25 aniversario de Foa, en clara fusión de lo clásico y moderno. «La organización de su trama es clásica, ortogonal, con un eje central y perfecta simetría, en la que lo moderno se apoya en las técnicas de green wall, la iluminación y el equipamiento», explican. El eje central está marcado por un camino que cruza el espacio, materializado en piedra binder gris.
A ambos lados del eje se suceden una serie de espacios ajardinados, de los que surgen paneles con transparencias del cielo, en referencia al logo de la muestra. La propuesta está «atada a lo sustentable, pero no por eso luce silvestre», advierten las autoras. El paseo sigue por un espacio que fue diseñado en 2004, y que hoy permanece casi intacto. Entre los árboles, de Gabriela Barrionuevo, Adriana Sierchuk, Diana Cabeza y Andrea Saltzman mantiene la esencia a partir de un plano verde donde un solado de hormigón determina una plaza seca que se abre camino por los árboles. El deck genera curvas. Una suerte de «corsé» viste de rojo los árboles. «Se humanizan y proponen un soporte para descansar y contemplar la naturaleza del lugar», apuntan las autoras, que eligieron la misma tonalidad del corset para la iluminación del espacio.
desde En el Hipódromo, una apuesta a los contrastes.
Debe estar conectado para enviar un comentario.