Este galardón, con una larga trayectoria, se recuperó en el 2005, y reconoce el trabajo de las personas que sin ser arquitectos hayan contribuido a la divulgación y al conocimiento de esta disciplina.
Tras recibir el premio en presencia del alcalde de la ciudad, Javier Maroto, y de otros miembros de la corporación, Mariscal ha compartido su pasión por la arquitectura y la ha calificado de «fundamental» para el desarrollo de la humanidad.
«La arquitectura es algo que nos toca mucho. Siempre me ha fascinado mucho. Por supuesto, la buena arquitectura es la que hace que la vida nos cambie», ha opinado.
Para Mariscal, Premio Nacional de diseño gráfico 1999 y candidato al premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1996 y 1997, la arquitectura ha contribuido a que los ciudadanos «vivan mejor y más cómodos».
El autor de la mascota de los Juegos Olímpicos de 1992 ha puesto como ejemplo de la comodidad a la ciudad de Vitoria, hasta el punto que ha asegurado que «es un pecado vivir aquí de lo bien que se vive».
Ha reconocido que fue una «maravilla» ocuparse del diseño del restaurante Ikea de la ciudad porque supuso «poner una imagen a una cocina fantástica».
Mariscal ha alabado la figura del arquitecto alavés Justo Antonio de Olaguibel, en cuyo recuerdo se entrega el premio que ha recibido, del que ha destacado que supo «encontrar la unión entre lo moderno y lo antiguo».
El diseñador, creador del interiorismo del restaurante Ikea de Vitoria, se suma a una lista de galardonados donde ya están Follett o la catedral de Santa María.
España es una potencia global en la nueva imagen del vino. Muchas bodegas han dejado de ser edificios agrícolas para convertirse en hitos arquitectónicos. Continente y contenido se alían para vender.
La verdad del vino sigue entrando por la boca. Pero se está convirtiendo en norma que las bodegas deslumbren la mirada. Hoy, el aspecto de éstas busca resultar tan revelador como la denominación de origen de sus vinos. La fiebre de las bodegas de vanguardia comenzó en España a principios de los noventa. Casi veinte años después, cuando la arquitectura se cuestiona la herencia del star system, los viticultores tienen opinión propia. Los vinos son otros, las bodegas se han convertido en reclamos turísticos y los empresarios manejan cifras que respaldan sus ambiciones monumentales.
Arquitectura del vino | Enoturismo Paisaje vital El arquitecto Gaspar Aragón analiza el impacto arquitectónico sobre el enoturismo y advierte de las «estridencias que rompen el paisaje rural».
Ysios, una bodega inconfundible donde la arquitectura del vino se adelanta al futuro. Laguardia, con su espléndido mar de viñas y surcos, ha sido el paisaje elegido por Iverus para acoger su nueva bodega. El rupturista diseño de Santiago Calatrava, el mítico entorno, la selección de las mejores cepas de La Rioja y la modernidad de los planteamientos convierten a Ysios en una bodega inconfundible donde la arquitectura del vino se adelanta al futuro.
La arquitectura del vino en Aragón Las empresas de vitivinicultura de Aragón se suman a las nuevas tendencias y convierten sus edificios en reclamos turísticos. >> En Somontano predominan los proyectos de diseño rompedor y en Cariñena abundan las bodegas señoriales de estilo aragonés.
CARLOS MÍNGUEZ EFE
Las cifras son todavía modestas -no más de millón y medio de personas al año-, pero el enoturismo, muy extendido y consolidado en Francia e Italia, o en el californiano valle de Napa, avanza imparable en España, el mayor viñedo del mundo. «Está en auge porque el vino está de moda y porque es un turismo muy emocional, experiencial», afirma, en conversación con Efe, Mónica Figuerola, directora general de Turismo de La Rioja, comunidad a la que el 70% de sus visitantes acuden atraídos por las excelencias de sus caldos y la cultura creada a su amparo.
El sector, como las administraciones públicas, ha sabido ver que el enoturismo puede ser, y ya es en muchos lugares, un negocio rentable, además de un plus añadido para dar a conocer mejor sus vinos e incrementar así las ventas, tanto dentro como fuera de España.
Madrid, 24 de julio de 2009.- La nueva sede de Bodegas Protos en Peñafiel (Valladolid) diseñada por Richard Rogers es uno de los proyectos finalistas que aspiran al premio RIBA Stirling. El galardón, instituido por el Royal Institute of British Architects (RIBA) está dirigido a edificios construidos en Gran Bretaña o en otros países de la Unión Europea siempre que hayan sido diseñados por estudios de arquitectura británicos.
La única bodega creada por el prestigioso arquitecto es un edificio formado por cinco grandes arcos laminados de madera sobre base de piedra que el jurado del premio ha calificado de «memorable».
Gehry presentó ayer su edificio, que será inaugurado oficialmente hoy martes por los Reyes Juan Carlos y Sofía, junto al lehendakari Juan José Ibarretxe.
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