Con sus 542 metros, está por delante de la Torre Willis de Chicago, según decidió el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano CTBUH.
Su nombre oficial es One World Trade Center.
La Torre de la Libertad es el tercer edificio más alto del mundo, sólo por detrás de la torre Burj Khalifa Dubai y las Torres Abraj al Bait de la Meca Arabia Saudí.
EFE / 20minutos.es
La Freedom Tower de Nueva York se ha convertido en el rascacielos más alto del continente americano con sus 542 metros, por delante de la Torre Willis de Chicago, según decidió el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH). El edificio neoyorquino, cuyo nombre oficial es One World Trade Center, se alza así como el más alto de América tras incluir la aguja instalada este año, y que le hace pasar de 417 metros a 542, superando de esta manera los 442 metros del rascacielos de Chicago. El CTBUH informó también que la Torre de la Libertad es el tercer edificio más alto del mundo, sólo por detrás de la torre Burj Khalifa (Dubai), con 828 metros, y las Torres Abraj al Bait de la Meca (Arabia Saudí), con 601 metros.
Watch and share this commemorative time-lapse movie, highlighting progress at the World Trade Center site from October 2004 to September 2013. Witness the rise of One World Trade Center, including the installation of the spire, bringing it to a staggering height of 1,776 feet. Hundreds of thousands of high definition images were captured over the past 9 years and hand-edited for this special time-lapse movie.
El nuevo edificio en la Zona Cero supera al Empire State
María Ramírez (corresponsal) | Nueva York – ElMundo.es
El One World Trade Center.| Afp - ElMundo.es
Este lunes el World Trade Center recupera el título del rascacielos más alto de Nueva York. El edificio que lleva el nombre de las torres destruidas en 2001 asciende ya hasta el piso 100 con una altura de 387 metros, es decir seis metros más que el Empire State Building, el más elevado de la ciudad desde el 11-S.
Al nuevo rascacielos aún le quedan un año de obras. En un par de meses, se completará toda la estructura hasta el techo. La antena será después la que le dé la altura simbólica de los 1776 pies (541 metros), en honor al año de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Entonces será el rascacielos más alto del país y el tercero del mundo. Al menos contando la antena, porque los puristas se quejan de que sólo se debería calcular la altura de los pisos y, en ese caso, el título de número uno le seguiría correspondiendo a la Torre Willis (antes Sears) de Chicago.
El antiguo World Trade Center ya desbancó al Empire del lugar privilegiado en 1970 en lo que entonces era una competición agria. En los años 20 y 30, los promotores luchaban por marcar el perfil de Manhattan. Era una manera de distinguirse para conseguir más inquilinos y también de sacar extras con los observatorios. El rascacielos del Rockefeller Center, el Chrysler o el Woolworth empezaron a vender tickets para subir a su cúspide.
El Empire cobraba el doble que los demás (1,10 dólares frente al 0,50 habitual). Y ocho décadas después sigue siendo su negocio más rentable. Cada año, unos cuatro millones de personas se pelean por una esquinita desde donde ver la ciudad, lo que supone unos ingresos para el edificio de más de 60 millones de euros o más del 40% de sus entradas anuales. Su caso es especial.
El One World Trade Center en marzo de 2012. Wikipedia
En sus mejores tiempos, el World Trade Center no logró más de 2,5 millones de visitantes. Ahora el nuevo competirá por las vistas y también por otro negocio no convencional, la emisión de señales de radio y televisión, un 8% del negocio del Empire.
El One World Trade Center, conocido anteriormente como la Freedom Tower o Torre de la Libertad, es un rascacielos que se está construyendo en Lower Manhattan, Nueva York,Estados Unidos por los arquitectos Thomas Boada y David Childs. Este edificio, con un costo de 2000 millones de dólares, será el mayor rascacielos del nuevo complejo del World Trade Center, en reemplazo de las antiguas Torres Gemelas, destruidas por un atentado terrorista el 11 de septiembre de 2001.
Cuando sea inaugurado, en 2013 (según su página web), tendrá una altura de 541 metros, siendo la tercera más alta del mundo, después del Burj Khalifa, de 828 metros de altura y las Torres Abraj Al Bait de 601 metros en Arabia Saudita. La altura del edificio tendrá una característica simbólica muy particular, pues sus 541 metros equivalen a 1.776 pies, cifra que resulta ser el año de independencia de los Estados Unidos (4 de julio de 1776). Además, la azotea del edificio estará situada a 417 metros de altitud, la altura exacta de las antiguas Torres Gemelas.
Soaring above the city at 1,776 feet, One World Trade Center will be America’s tallest building – and an indelible New York landmark. Designed by David M. Childs of Skidmore, Owings & Merrill, the 2.6-million-square-foot building will include office space, an observation deck, world-class restaurants, and broadcast and antennae facilities.
Begun by Silverstein Properties in April 2006 and taken over by the Port Authority of New York and New Jersey, construction has accelerated in the last year.
An expansive public lobby will be topped by a series of mechanical floors, comprising the base level of 1WTC. Above this base will be sixty-nine office floors, including two television broadcast floors, mechanical floors, and two restaurants. Atop this, there will be an observation deck and a glass-metal parapet. The crown of the project is a communications platform and a 408-foot, cable-stayed antenna, designed in collaboration with artist Kenneth Snelson.
Sustainable design is central to One WTC’s development, integrating renewable energy, interior daylighting, reuse of rainwater, and recycled construction debris and materials. The below-grade concourses will include approximately 55,000 square feet of retail space and connect to an extensive transportation network.
El futuro símbolo de Nueva York cuenta ya con su réplica en Madrid. No se trata de una maqueta o un inmueble del mismo arquitecto, sino de otro edificio de oficinas, la Torre de Cristal, propiedad de la aseguradora Mutua Madrileña, que, al igual que la Torre 1 del World Trade Center, simboliza los elementos de la nueva arquitectura del siglo XXI.
Los rascacielos citados en el artículo - expansión.com
“Los edificios en altura tienden a parecerse mucho por la tipología estructural de los mismos”, explica Ángel Serrano, director de Negocio de Aguirre Newman.
“En el caso de los inmuebles en altura, se persigue alcanzar la máxima superficie de luz natural y el muro cortina de estos edificios permite que la luminosidad de las plantas sea máxima, algo muy valorado por los usuarios de espacios de oficinas”, añade Serrano.
“La Torre de Cristal tiene la forma de un diamante y, como tal, aspira a ser pura en sus facetas y destellos.
A diferencia de otros edificios de diamantes proyectados, caracterizados por el uso de múltiples colores, este rascacielos está definido por un cristal puro de tono azulado, que ensalza su elegancia y transparencia.
Su singularidad no resulta ajena o extraña y su seducción se basa en la pureza de una forma reconocible e identificable en la que la base y la coronación se distinguen de manera clara, gracias a su simetría y su énfasis central”, explica César Pelli sobre su obra.
El renacer de Manhattan
César Pelli durante una conferencia. Wikipedia
Esa elegancia y modernidad se potencian en Nueva York para elevar un edificio que será todo un icono: la Torre 1 del nuevo World Trade Center, el corazón del complejo que sustituirá a las desaparecidas Torres Gemelas.
Se convertirá en 2013 en el rascacielos más alto de EEUU, gracias a una estructura monolítica que refleja la luz al cielo y que estará coronada por una antena que se iluminará evocando la antorcha de la Estatua de la Libertad, icono que inspiró el proyecto de Skidmore, Owings & Merrill.
En esta torre reina la simetría y, además, el uso del cristal es crucial en uno de los edificios más ecológicos del mundo. “La gran diferencia de la Torre 1 respecto a la mayoría de sus edificios de la Gran Manzana es la principal característica común de la arquitectura actual: la preocupación por realizar diseños más sostenibles. Reducir el impacto ambiental de los edificios y sus necesidades energéticas, es la tendencia actual y un gran desafío.
El inmueble incorporará turbinas de viento que proporcionarán un 20% de la energía que necesita”, señala Carlos Ponce, socio de Ponce & Sainz Arquitectos.
REUTERS Una torre se eleva sobre la zona cero - ABC.es
La reconstrucción del World Trade Center de Nueva York, integrado hasta 2001 por las Torres Gemelas y otros edificios, se encareció en 3.800 millones de dólares en los últimos cuatro años, con lo que ahora se calcula que el coste final será aproximadamente de 14.800 millones de dólares.
Se trata de un aumento del 35% respecto a la previsión de 11.000 millones de dólares que manejaba la entidad, y la firma Navigant, encargada de la última auditoría, considera que el aumento se debe, entre otros aspectos, a los cambios realizados alintercambiador de transportes diseñado por el español Santiago Calatrava.
La firma auditora señala así entre las causas «la evolución (del proyecto) en el intercambiador de transportes del WTC en respuesta al mandato de abrir el Memorial Nacional del 11-S para el 11 de septiembre pasado», un evento que también aumentó los gastos de la reconstrucción para poder celebrarse.
Entre los gastos reflejados también se encuentran las concesiones anticipadas por la Autoridad Portuaria para comercializar las oficinas y otros espacios de la Torre 1 del nuevo WTC, como las obras que se llevan a cabo en el sistema de metro, que asume la entidad, y la construcción de un centro para artes escénicas, así como «el aumento en el coste de la financiación y de los seguros«.
La difícil reconstrucción
La reconstrucción de la zona cero de Manhattan se retrasó durante años debido a las discrepancias entre la Autoridad Portuaria y el promotor inmobiliario Larry Silverstein, quien alquiló el complejo de edificios por 99 años apenas seis semanas antes de los ataques.
Los gobernadores de Nueva York, Andrew Cuomo, y Nueva Jersey, Chris Christie, pidieron el pasado agosto, como máximos responsables de la Autoridad Portuaria, la realización de una nueva auditoría para tratar de encontrar los puntos de su gestión que deben mejorarse, así como maneras de rebajar sus costes.
La auditoría reconoce que la Autoridad Portuaria es «una organización deficiente y disfuncional que padece la falta de un liderazgo consistente, que está afectada por la burocracia, por un plan capital mal coordinado y por un control de los costes insuficiente».
La estructura de acero se eleva hasta los 90 pisos, la cortina de cristal, hasta el 63. | WTC.com - ElMundo.es
El principal rascacielos del nuevo World Trade Center(WTC) de Nueva York costará más de 3.800 millones de dólares, con lo que se convierte en el edificio de oficinas más caro del mundo «con diferencia», según afirma el diario The Wall Street Journal.
La Torre 1 del nuevo WTC, que alcanza ya 90 de los 104 pisos con los que contará cuando esté terminada el próximo año, supera así por más de 700 millones de dólares el presupuesto previsto para su construcción, según detallan fuentes conocedoras del asunto que cita ese rotativo.
Foto: AP Hasta el momento se ha completado la construcción de 90 pisos y se prevé que esté terminado para 2013. - Foto: http://www.milenio.com
El coste del que será el rascacielos más alto de EEUU es mucho mayor que el de cualquier otra torre de oficinas, añade el rotativo, debido a las extremas medidas de seguridad con las que contará, como por ejemplo el revestimiento de hormigón y metal en el hueco de sus ascensores, entre otros.
El diario The Wall Street Journal citó a personas cercanas a la construcción de la torre, de la que hasta el momento se ha completado la construcción de 90 pisos y que está proyectada para ser terminada en 2013.
El principal rascacielos del nuevo World Trade Center (WTC) de Nueva York costará más de 3.800 millones de dólares, con lo que se convierte en el edificio de oficinas más caro del mundo «con diferencia», según el diario ‘The Wall Street Journal’.
La Torre de la Libertad avanza a ritmo de un piso por semana con el objetivo de convertirse en el nuevo icono de los neoyorquinos.
Jaime G. Mora
La zona cero volverá a ser el punto más alto de Nueva York. Diez años después de los atentados que tumbaron las colosales Torres Gemelas, el corazón de la capital del mundo vuelve a latir. Una antena elevará a 1776 pies – 541 metros – los 104 pisos del World Trade Center 1, una cifra que rememora el año en que Estados Unidos se independizó de Gran Bretaña.
La que iba a llamarse Torre de la Libertad se encuentra en la fase final de su construcción. Avanza a un piso por semana –ya supera 80 pisos de los 104 que tendrá– hacia el punto más alto de Estados Unidos. Un nuevo icono para los neoyorquinos, que han vivido demasiado tiempo sin la instantánea del río Hudson atravesado por un rascacielos.
No será, no obstante, la única torre en el perímetro de 64.000 metros cuadrados vallado durante la última década. El proyecto del arquitecto Daniel Libeskind encontró el equilibrio entre la vorágine financiera y comercial con el patriotismo de EE.UU. Cuatro torres, ninguna por debajo de los 297 metros, unos cuatrocientos robles, un memorial y una majestuosa intercambiador rodearán dos estanques con cascadas donde antes se alzaban las Torres Gemelas.
Obama y Bush participan juntos en la ceremonia en Nueva York
Puede ser el último homenaje a los muertos con tanta fanfarria
El FBI reconoce ahora que el supuesto plan para atentar puede ser falso
María Ramírez (Corresponsal) | Nueva York
El Tributo a la Luz se realiza cada año para recordar a las casi 3.000 personas que murieron en los atentados contra las Torres Gemelas. (AFP) Clarín.com
Los Príncipes de Asturias han asistido al acto de homenaje a las víctimas del terrorismo organizado por la embajada estadounidense en el Parque Juan Carlos I de Madrid, donde se ha inaugurado simbólicamente un bosquecillo de 10 robles americanos.
Durante el acto, Don Felipey Doña Letizia han colaborado simbólicamente en la plantación de esos 10 árboles, uno por cada año transcurrido desde los atentados en EEUU.
NASA - La ciudad de Nueva York durante los atentados del 11-S y tomada por el astronauta Frank Cultberson desde la Estación Espacial Internacional. EFE / ABC.es
El astronauta Frank Culbertson, el único estadounidense ausente de la Tierra durante los atentados de 2001, captó con su cámara la humareda del derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York.
The events of September 11, 2001 changed the lives of so many people around the world. In the years since that day, thoughtful online efforts have provided an outlet for grief, for learning and a means for healing. Virtual spaces have helped us to remember the victims and honor the courage of those who risked their lives to save others.
In the decade following the tragic events of September 11, 2001, the redevelopment of the World Trade Center site took many turns while the rest of the city underwent a building boom.
The Rebirth of the World Trade Center (and New York) Timeline 2, Architectural Record
Postulan que se utilizaron aviones teledirigidos para impactar las torres y que un misil golpeó al Pentágono y no una aeronave, entre otras cuestiones.
«… Sea como fuere, el choque de los aviones no permite explicar la caída de un tercer edificio, conocido como la Torre 7, que no se inclinó, sino que se desmoronó sobre sí misma. La pregunta ya no es si fue dinamitada, sino si existe alguna otra hipótesis para su derrumbe.
Un documento exclusivo del New York Timespublicado el 4 de noviembre de 2001 analiza: «El World Trade Center, que se creía era un blanco civil, escondía un blanco militar secreto. Quizá miles de personas murieron porque servían, sin saberlo, de escudos humanos. La Torre 7, aunque quizá también otros edificios y los sótanos, escondía una base de la CÍA. «…»
Estado actual de la Zona Cero, casi diez años después del atentado - AFP / ABC.ES
Cultura
La crisis y divisiones políticas y religiosas retrasan la recuperación del espacio devastado por el 11-S.
ANNA GRAU / CORRESPONSAL EN NUEVA YORK
Cuando Estados Unidos celebra la eliminación de Osama Bin Laden y están a punto de cumplirse diez años del 11-S, la Zona Cero de Nueva York no levanta cabeza. O la levanta tan lentamente que ya nadie sabe qué ha sido peor, si el ataque de Al Qaida o el de la brutal crisis económica que una y otra vez ha paralizado grandes proyectos e incluso ha obligado abandonar algunos. Por ejemplo, el de erigir una mezquita a muy pocas manzanas de donde tuvieron lugar los atentados. Aunque en este caso no es sólo un problema de dinero. Después de una sonada polémica durante la cual el mismísimo Barack Obama tuvo que decir digo donde antes había dicho Diego, enfriando su apoyo inicial a la mezquita, el proyecto que en principio se iba a llamar Cordoba House adoptó el nombre mucho más neutro de Park51. Y de presentarse como una mezquita pasó a ser «vendido» como un centro cultural islámico. Sus promotores siguen insistiendo en que lo único que pretenden es estimular el diálogo entre personas de creencias distintas.
Quién sabe si para poner a prueba esta declaración de intenciones, o para compensar, recientemente se anunció que la sucursal americana del Museo Anna Frank, hasta ahora ubicado en el Soho, va a trasladarse al número 100 de la calle Church, es decir, puerta con puerta con Park51. Son solo dos polos del intenso magnetismo espiritual que ejerce la Zona Cero, en cuyas inmediaciones se da ahora mismo una de las mayores concentraciones de templos grandes y pequeños de Nueva York. Todo ello sin contar con que es imposible dar un paso sin pisar tierra sagrada incluso para los más laicos: nadie sabe cuántos restos humanos pueden quedar todavía allí, más allá de toda esperanza y de toda búsqueda. Tristes hallazgos constantes demoraron una y otra vez las obras de reconstrucción —por ejemplo, para echar abajo lo que quedaba del edificio del Deutsche Bank— y echaron para atrás a muchas firmas comerciales de la zona de toda la vida, que tras los atentados se reubicaron lejos y que no han vuelto jamás. Tampoco prosperó una audaz iniciativa extraoficial del alcalde Michael Bloomberg para que la ONU, cuya sede junto al East River se cae a pedazos y es ahora mismo objeto de reforma, se mudara a la Zona Cero.
La Estatua de la Libertad y el incendio de las Torres Gemelas - Wikipedia
El tema de los restos de las víctimas sigue causando controversia incluso cuando ya está todo acordado y zanjado respecto al conmovedor monumento en su honor, obra de los arquitectos Peter Walker y Michael Arad. Destacan dos quietos y oscuros estanques en la base de lo que en su día fueron las Torres Gemelas, rodeados de árboles, ante los cuales depositó Barack Obama su ofrenda floral esta semana. Bajo los estanques hay un espacio donde se inscribirán los nombres de los casi 3.000 muertos (incluyendo las víctimas del anterior ataque terrorista contra el World Trade Center, en 1993), pero no por frío orden alfabético, sino agrupados de una manera «significativa» teniendo en cuenta que eran amigos y conocidos, colegas de trabajo. Las familias se han ocupado de este delicado trabajo. En cambio, algunas de ellas han protestado enérgicamente ante la decisión de depositar en el monumento los restos humanos sin identificar que se conservan, bien es verdad que en un sitio al que el público no tiene acceso. Hay allegados que se oponen a esta exhibición, así sea tácita.
Pero todas estas importantes cuestiones no son, o no son las únicas, que explican por qué en el décimo aniversario de los atentados el monumento a las víctimas sólo podrá abrirse al público parcialmente (con suerte), y por qué otras partes del futuro World Trade Center presentan un grado de inmadurez asombroso. Hasta hace bien poco la Zona Cero era un solar casi vacío y, aunque con la proximidad del décimo aniversario se aprecia mucha más urgencia y mucho más movimiento, sigue siendo una herida de 65.000 metros cuadrados que está muy lejos de cicatrizar. Los costes de reconstrucción se han disparado con los retrasos y con la crisis y a día de hoy ya se encaraman por encima de los 15.000 millones de dólares, una cifra apabullante incluso para Estados Unidos. Más cuando nadie sabe aún a ciencia cierta de dónde va a salir el dinero.
Evitar el escándalo
Sólo el monumento a las víctimas costaba más de 1.000 millones, que a la hora de la verdad no aparecían por ningún lado en los presupuestos de Port Authority, lo cual obligó al Ayuntamiento a hacerse cargo para evitar un escándalo. Tres cuartos de lo mismo, con el ambicioso intercambiador de transportes diseñado por Santiago Calatrava, un proyecto de belleza sobrecogedora, una especie de paloma de paz que abre su techo y sus alas al sol. En este caso no era tanto que la Administración no hubiera apartado los 2.500 millones presupuestados como que la ambición del arquitecto no atiende a mezquinos números, y entonces la realización práctica ya cuesta más de 3.440 millones. Difícilmente estará acabado hasta 2015 o incluso más allá. Tampoco está claro cuándo podrán acabar de levantarse por fin los cinco rascacielos previstos, encabezados por una Torre de la Libertad —aunque últimamente se ha preferido adjudicarle el nombre más discreto de World Trade Center Uno— diseñada para medir 415 metros que si se le suma la antena se convierten en 541, eso es, en 1.776 pies (la medida americana de longitud), para que coincida con la cifra mágica del año de la independencia de Estados Unidos.
Tras años de polémica sobre cómo sustituir a las Torres Gemelas, el ambicioso proyecto urbanístico en el bajo Manhattan empieza.
PEDRO RODRÍGUEZ / NUEVA YORK
Estados Unidos es un país que construye y avanza bastante rápido. Un buen ejemplo fue la reconstrucción del Pentágono tras los extensos daños sufridos en el 11-S, con unas obras terminadas antes de lo previsto y, para colmo, por debajo de lo presupuestado. Pero el maldito solar dejado por las Torres Gemelas en el bajo Manhattan no se ha beneficiado de toda esa expeditiva arquitectura americana. Años de polémica y batallas burocráticas sobre qué hacer en lugar del World Trade Center han dificultado un proyecto que finalmente empieza a cobrar forma.
Aunque la planificación de este ambicioso proyecto urbanístico empezó casi inmediatamente después de la ofensiva terrorista de Al Qaida, hace tan sólo un par de años era bastante difícil imaginarse cómo Nueva York iba a recuperar su desdentado perfil a partir de un terreno polvoriento en verano y un profundo lodazal en invierno. Ahora existen evidencias y previsiones viables de que todo este alarde de construcción se complete para el décimo aniversario del 11-S.
Las obras en el bajo Manhattan incluyen cinco edificios comerciales nuevos, con dos rascacielos en construcción, un enorme intercambiador de transporte público, un memorial de 30.000 metros cuadrados en el que ya se han empezado a plantar los primeros cuatrocientos robles previstos, la mayor cascada artificial de Estados Unidos, dos estanques en las superficies ocupadas por las “Twin Towers” y un museo subterráneo que contendrá la simbólica última columna de esas torres. Con detalles que el público ya puede visitar y financiar con donativos.
El año que viene se inaugurará el monumento a las 2.982 víctimas del 11-S
Carlos Fresneda | Nueva York
Ajena al fuego que se ha desatado a sus espaldas, la zona cero ha levantado por fin el vuelo. La fosa aséptica ha dejado paso al hervidero apabullante de grúas y hormigoneras. Más de dos mil trabajadores se dejan la piel todo los días en la construcción del enorme ‘rompecabezas’, con la torre ‘uno’ del futuro World Trade Center (antes conocida como Torre de la Libertad) descollando ya por encima de los treinta pisos y creciendo al trepidante ritmo de una planta por semana.
«La gente quiere saber lo que pasó, pero también quiere mirar hacia adelante e imaginar cómo va a quedar esto«, afirman al unísono Eduardo Manuel y José González, dos hispanos que hacen su septiembre particular vendiendo libros con fotos de la tragedia y del futuro World Trade Center.
11S. Se cumple el noveno aniversario de los ataques que mataron a casi 3.000 personas en Nueva York, Washington y Shanksville, Pensilvania. Foto: Clarín.com
Dos manifestaciones a favor y en contra de la construcción de una mezquita en la ‘zona cero’ recorren esta tarde la ciudad.- Obama reitera que no fue «un ataque de una religión, sino de Al Qaeda»
Obras en la Zona Cero, este 11 de septiembre de 2010. (Imagen: BEATRIZ CASTRILLO) 20minutos.es
Nueva York se acostumbra al 11-S
Nueve años después de los atentados la ciudad fluye ajena a la fecha.
Han pasado ya nueve años desde que aquel fatídico 11 de septiembre de 2001 un avión impactara contra las Torres Gemelas de Nueva York.
El terrible atentado conviritó a los Estados Unidos y,en especial a la City,en un auténtico búnker. Entrar al país parecía y sigue siéndolo una especie de odiesea llena de restricciones en el equipaje y controles y más controles de los que 20minutos.es fue testigo en el día del noveno aniversario.
El interminable vuelo trasatlántico (de unas ocho horas de duración) parece corto en comparación con la espera en la aduana.
Pasaporte y autorización de entrada cumplimentada, que también tiene que solicitarse por internet (por 14 dólares desde el pasado 8 de septiembre), los turistas empiezan su peregrinaje para poder entrar en Norteamerica.
Al menos una hora en la que tras mostrar el pasaporte al agente aduanero, tomar las huellas dactilares de ambas manos, ser fotografiados y contestar a un breve cuestionario sobre el motivo de la vista a New York, el visitante logra poner pie en suelo norteamericano.
Las medidas de seguridad, son quizá lo único que ha quedado en el aeropuerto JFK, de la barbarie terrorista. Ni rastro de flores ni fotografías de los fallecidos.
Ya en pleno Manhattan, la frenética vida de la Gran Manzana continúa. Tan solo los turistas hacen fotos a la Zona Cero, acordonada y vigilada por varios policías con motivo del aniversario.
El buque USS New York, con los rascacielos del centro financiero de Manhattan al fondo.- REUTERS
El buque militar USS New York, construido con siete toneladas y media de acero de las torres gemelas, ha navegado hoy hasta la zona cero donde, hasta los atentados del 2001, se encontraba el World Trade Center, al sur de la isla de Manhattan. Equipos de rescate, familiares de las víctimas y demás invitados lo han recibido a orillas del río, desde donde han saludado a la tripulación de este barco que ha costado un millón de dólares, construido en Louisiana con 7,5 toneladas de acero del World Trade Center.
Atraca en la ‘zona cero’ el USS New York, hecho con restos del World Trade Center
El buque militar USS New York, un navío elaborado con siete toneladas y media de acero proveniente de las Torres Gemelas, ha navegado este lunes por el río Hudson hasta la llamada zona cero, el lugar donde se encontraba el World Trade Center, en la punta sur de la isla de Manhattan.
Los trabajadores de la «zona cero» del sur de Manhattan han encontrado los restos de un barco de casi diez metros de largo que podría ser del siglo XVIII y que se habría hundido en esa zona del sur de la ciudad cuando se amplió hacia el río Hudson, informó este miércoles el diario New York Times.
Aspecto de las obras de reconstrucción de la zona cero en Nueva York, en una imagen tomada el pasado martes.
La reconstrucción del World Trade Center está paralizada por la burocracia – En vísperas del octavo aniversario del 11-S, se esperan retrasos de cinco años
BARBARA CELIS – Nueva York
Para estadounidenses como Dave VanKampen, que ayer trataba de vislumbrar a través de la valla el corazón de la zona cero, reconstruir sobre el vacío dejado por las Torres Gemelas de Nueva York significa demostrarle al mundo que su país «apoya la democracia y el capitalismo». Mañana se conmemora el octavo aniversario de los ataques del 11-S en los que murieron cerca de tres mil personas. Y en el solar de 64.000 metros cuadrados que dejó tras de sí aquella mañana de destrucción apenas se adivinan avances. Casi ninguno, desde la última conmemoración de la tragedia. Una situación escandalosa para una ciudad tan dinámica, incluso aunque VanKampen la excuse: «Es un lugar único y muy complejo».
Lo cierto es que la población de la Gran Manzana asiste hace ocho años abrumada a los enfrentamientos entre políticos, burócratas, arquitectos, familiares de las víctimas y un sinfín de protagonistas de un proyecto que iba a costar 9.600 millones de euros y ya va por los 12.350. Además de su peso simbólico y económico, la zona cero también iba a darle un nuevo impulso cultural a la ciudad. Pero los problemas presupuestarios y políticos han eliminado del proyecto original -en el que se citaban arquitectos de la talla de Santiago Calatrava o Daniel Libeskind– un centro cultural diseñado por Frank Gehry, un Museo del Dibujo y hasta un espacio abierto al pensamiento global, fulminado por la oposición de los familiares de las víctimas.
En una encuesta reciente, el 63% de los neoyorquinos consideraba que, ocho años después de los ataques, los trabajos de reconstrucción de la zona cero iban «muy mal» y el 60% vaticinó que no se cumplirán los plazos previstos para la inauguración de las dos piezas más simbólicas, el monumento a las víctimas, que debería abrirse en 2011 y la Torre de la Libertad, en 2013.
En realidad, ni siquiera los implicados en la reconstrucción lo creen. Esta semana, un informe confidencial elaborado por el Lower Manhattan Construction Command Center, (una de las 19 agencias implicadas en la reconstrucción), filtraba sus predicciones para el fin de las obras: ninguna de ellas coincidía con las fechas anunciadas en 2008 por la Lower Manhattan Development Corporation, la agencia que supervisa todo el proyecto.
Misión imposible
– El ataque a las torres dejó un solar de 64.000 metros cuadrados.
– Para los trabajos se calculó un presupuesto inicial de 9.600 millones de euros. Hoy asciende a 12.350.
– El 63% de los neoyorquinos cree que la reconstrucción va «muy mal».
– El monumento a las víctimas no estará terminado hasta 2013.
– El WTC 7, único edificio en pie, aún no ha logrado inquilinos en todas sus plantas.
Pertenecían a un equipo de filmadores dedicados a recolectar imágenes de los ataques terroristas.
El 11 de septiembre de 2001, unos vecinos de Manhattan están grabando una de las Torres Gemelas tras el impacto del primer avión. Repentinamente, entra en el campo visual de la cámara la segunda aeronave, que se estrella contra la otra torre. «¡Mierda, mierda! ¿has grabado eso?», le preguntan al videoaficionado.
Coincidiendo con el octavo aniversario del 11-S, los responsables del futuro complejo monumental y museo conmemorativo han lanzado un nuevo sitio web en el que esperan que todo el mundo “cuelgue” sus imágenes, vídeos o relatos personales de lo que ocurrió aquel día. La web, ya activa, se llama «Make History«.
Se calcula que unos 2.000 millones de personas siguieron los atentados de 2001 en tiempo real. “El 11-S es el evento más digitalmente documentado de todos los tiempos” explicó hoy en rueda de prensa Alice Greenwald, directora del museo, “lo que queremos es que gente de todo el mundo que nos cuente su historia sobre aquel día”.
Para empezar ya se han reunido 500 horas de vídeo casero. Hay imágenes de bomberos en pleno fragor del rescate, primeros planos de personas mirando horrorizadas a lo alto de las Torres, viendo como algunas de las víctimas allí atrapadas optan, en su desesperación, por saltar al abismo.
Este es uno de los retos éticos que afronta tanto el sitio web como el museo mismo, en su afán de documentar el 11-S con la mayor precisión posible. ¿Es lícito difundir una imagen donde se reconozca a una víctima tirándose por la ventana? ¿Qué pasa con el dolor de las familias?
Múltiples actos conmemoran el 8vo. aniversario del ataque terrorista a las Torres Gemelas; «Nunca vacilaremos en la persecución de Al Qaeda», sostuvo Obama ; imágenes del horror
El centro que sirve como avance del museo y el monumento que Nueva York construye en memoria de las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, abrió hoy sus puertas a pocos metros de la «zona cero» de Manhattan. La entidad que supervisa el edificio en el que se recordará a las casi 3.000 personas que murieron hace ahora casi ocho años, inauguró un centro en el que todo el que se acerque a las inmediaciones del «World Trade Center» podrá grabar su testimonio sobre dónde estaba y cómo se enteró de los fatídicos atentados.
Las grabaciones, que podrán consultarse después en el museo, serán uno de los principales atractivos de un lugar que, desde este miércoles, es ya un punto de peregrinación de todos aquellos turistas que quieran recordar lo que aconteció el 11-S.
En el recién abierto edificio, situado en el número 20 de la calle Vasey, se podrá comprobar de primera mano y en tiempo real, gracias a unas cámaras que toman imágenes al instante desde un punto elevado del «World Trade Center», los avances en las obras que se realizan en las 6,48 hectáreas donde se alzaban las Torres Gemelas. «A través de modelos, diseños, películas e imágenes en tiempo real de la construcción, los visitantes podrán comprender los planes y el progreso que está registrando el terreno», dijo el presidente de la organización «National September 11 Memorial & Museum«, Joe Daniels, durante la inauguración.
Visit the 9/11 Memorial Preview Site to learn about the plans for and progress of Memorial and Museum currently being built at the World Trade Center site.
The Museum will be a dynamic 21st century institution, the authoritative source for an evolving understanding of the terrorist attacks of 9/11 and 1993. Learn more about the planned experience for the Museum
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