La mitad de sus 135 viviendas -repartidas en 60 plantas- ya han sido reservadas
El Mundo | Nueva York
Recreaciones virtuales del 56 Leonard Street de Nueva York. | E.M.
El ‘56 Leonard Street‘ de Tribeca, la torre residencial más original diseñada en Nueva York en los últimos años, se pone a la venta tres años antes de su finalización. El edificio, diseñado por el estudio suizo Herzog & de Meuron(Pritzkeren 2001), renovará el ‘skyline’ de Manhattan gracias a sus 253 metros de altura, su forma irregular y su fachada acristalada.
El edificio, situado entre las calles Church Street y Leonard Street, está destinado a ser ocupado por adinerados de todo el mundo. En sus primeras tres semanas a la venta, la firma comercializadora asegura que ya ha reservado el 50% de las 135 viviendas de la torre, valoradas en 348 millones de euros. Un 70% de los compradores serían, según elNew York Times, residentes de la propia ciudad.
La torre contará con 60 plantas y ocupará una superficie total de 454.181 metros cuadrados. Las viviendas tendrán entre dos a cinco habitaciones y su tamaño oscilará entre 130 a 595 metros cuadrados.Su precio: entre 2,9 y 25 millones de euros.
Todas ellas incluirán elementos personalizados de Herzog & de Meuron, como las chimeneas esculturales del suelo al techo que ocupan la sala añaden drama y complementan el arte y mobiliario. A los balcones y terrazas privados se accede mediante puertas de vidrio.
El edificio ofrecerá 10 espectaculares áticos, compuestos por ocho viviendas en toda la planta y dos viviendas de media planta con paredes de 4,27 metros, increíbles vistas y espacios exteriores, chimeneas de madera y llegada privada en el ascensor.
Los precios oscilan entre 2.921.000 y 24.768.700 de euros. La Sales Gallery se localiza en 75 Leonard Street, entre Church y Broadway en Tribeca.
El gran lujo residencial tocará el cielo de Manhattan bajo la firma del arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, quien ha diseñado una esbelta torre de 425 metros de altura en pleno corazón de la isla que se convertirá en el edificio de apartamentos más alto del continente americano.
Ubicado en la esquina de Park Avenue con la calle 57, este edificio cambiará por completo el skyline de Nueva York en 2015, cuando sus 96 pisos estén completamente acabados y repletos de inquilinos privilegiados que disfrutarán de unas espectaculares vistas que abarcan la ciudad entera.
“El hecho de que sea alto no es particularmente importante. Uno de los aspectos más importantes de nuestro éxito es sentir la sensación de que hemos conseguido un logro en cada proyecto”, afirmó a Efe el arquitecto Rafael Viñoly, nacido en Montevideo en 1944.
Según explicó, el proceso de diseño no se basó en la creación de un edificio “súper alto” sino que fue el resultado de intentar crear una construcción “lo más eficiente posible”.
“La exclusividad es lo que me vino a la mente inmediatamente”, confesó el arquitecto uruguayo, ya que cuando lo diseñó pensó “en un tipo de riqueza que ni siquiera se conoce, de la que no se lee en los periódicos”, agregó el arquitecto.
María G. Picatoste @pikatoust / ABC.es, Nueva Tork
View inside the Main Concourse, facing east – Wikipedia
La terminal Grand Central de Nueva York celebra sus primeros 100 años con un nutrido calendario de festejos y haciendo memoria de su excelsa historia.
En los albores del siglo XX, la ciudad de Nueva York fue testigo de un truculento accidente. A primera hora de la mañana del 8 de enero de 1902, un tren exprés procedente de White Plains embistió a otro tren que se encontraba detenido en el túnel de Park Avenue a la espera de recibir la señal de acceso a la estación central de Nueva York. El suceso, en el que fallecieron 15 personas y causó decenas de heridos, provocó que la opinión pública exigiese la reforma del túnel de la vieja vía.
El percance fue el germen de un ambicioso proyecto que acabó dando a luz a la majestuosa terminal de Grand Central, la icónica estación que ocupa el centro neurálgico de Manhattan y que hace las veces de corazón de la metrópoli, bombeando cada día a la ciudad millones de pasajeros.
La vivienda más cara de todo EE.UU., situada en un lujoso rascacielos de Manhattan, busca dueño.
Rubén Cañizares / Madrid – ABC.es
EFE – ABC.es / EVAN JOSEPH/PRUDENTIAL DOUGLAS ELLIMAN – Una de las zonas del elitista apartamento
Steven Klar parece no entender de crisis o, al menos, hace oídos sordos a ella. Este conocido promotor inmobiliario acaba de poner a la venta un lujoso apartamento en pleno corazón de Manhattan, en el número 150 oeste de la calle 56, que cuenta, entre otras muchas cosas, con seis habitaciones, nueve baños, bodega o ascensor privado. El «módico» precio de venta no tiene desperdicio: 100 millones de dólares. Sin duda, se trata de la más alta de la historia de EE.UU. superando los 88 millones de dólares por los que se acaba de vender uno de los pisos más altos de One57, otro rascacielos que se está construyendo en la calle 57 del distrito neoyorquino más popular.
Si Klar consigue atraer a algún multimillonario y logra «colocar» su elitista vivienda, no sólo se convertiría en la mayor transacción de una casa en EE.UU., sino que multiplicaría por diez la inversión que realizó allá por el año 1993, cuando compró el apartamento por 4,5 millones de dólares, a los que hay que sumar cinco más, por la reforma al estilo clásico que llevó a cabo y que asemeja la vivienda a un palacio romano.
El apartamento de Klar cuenta con 750 metros cuadrados y ofrece una completa panorámica de 360 grados a «La Gran Manzana», con unas vistas de ensueño a Central Park, gracias, sobre todo, a su composición octogonal. Además, posee una terraza de 280 metros cuadrados que es la más alta de todo NYC. El apartamento ocupa los tres últimos pisos del exclusivo rascacielos, en concreto los números 73,74 y 75, aparte de una vivienda totalmente separada en el piso 72 para los trabajadores domésticos o las visitas.
El nuevo edificio en la Zona Cero supera al Empire State
María Ramírez (corresponsal) | Nueva York – ElMundo.es
El One World Trade Center.| Afp - ElMundo.es
Este lunes el World Trade Center recupera el título del rascacielos más alto de Nueva York. El edificio que lleva el nombre de las torres destruidas en 2001 asciende ya hasta el piso 100 con una altura de 387 metros, es decir seis metros más que el Empire State Building, el más elevado de la ciudad desde el 11-S.
Al nuevo rascacielos aún le quedan un año de obras. En un par de meses, se completará toda la estructura hasta el techo. La antena será después la que le dé la altura simbólica de los 1776 pies (541 metros), en honor al año de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Entonces será el rascacielos más alto del país y el tercero del mundo. Al menos contando la antena, porque los puristas se quejan de que sólo se debería calcular la altura de los pisos y, en ese caso, el título de número uno le seguiría correspondiendo a la Torre Willis (antes Sears) de Chicago.
El antiguo World Trade Center ya desbancó al Empire del lugar privilegiado en 1970 en lo que entonces era una competición agria. En los años 20 y 30, los promotores luchaban por marcar el perfil de Manhattan. Era una manera de distinguirse para conseguir más inquilinos y también de sacar extras con los observatorios. El rascacielos del Rockefeller Center, el Chrysler o el Woolworth empezaron a vender tickets para subir a su cúspide.
El Empire cobraba el doble que los demás (1,10 dólares frente al 0,50 habitual). Y ocho décadas después sigue siendo su negocio más rentable. Cada año, unos cuatro millones de personas se pelean por una esquinita desde donde ver la ciudad, lo que supone unos ingresos para el edificio de más de 60 millones de euros o más del 40% de sus entradas anuales. Su caso es especial.
El One World Trade Center en marzo de 2012. Wikipedia
En sus mejores tiempos, el World Trade Center no logró más de 2,5 millones de visitantes. Ahora el nuevo competirá por las vistas y también por otro negocio no convencional, la emisión de señales de radio y televisión, un 8% del negocio del Empire.
El One World Trade Center, conocido anteriormente como la Freedom Tower o Torre de la Libertad, es un rascacielos que se está construyendo en Lower Manhattan, Nueva York,Estados Unidos por los arquitectos Thomas Boada y David Childs. Este edificio, con un costo de 2000 millones de dólares, será el mayor rascacielos del nuevo complejo del World Trade Center, en reemplazo de las antiguas Torres Gemelas, destruidas por un atentado terrorista el 11 de septiembre de 2001.
Cuando sea inaugurado, en 2013 (según su página web), tendrá una altura de 541 metros, siendo la tercera más alta del mundo, después del Burj Khalifa, de 828 metros de altura y las Torres Abraj Al Bait de 601 metros en Arabia Saudita. La altura del edificio tendrá una característica simbólica muy particular, pues sus 541 metros equivalen a 1.776 pies, cifra que resulta ser el año de independencia de los Estados Unidos (4 de julio de 1776). Además, la azotea del edificio estará situada a 417 metros de altitud, la altura exacta de las antiguas Torres Gemelas.
Soaring above the city at 1,776 feet, One World Trade Center will be America’s tallest building – and an indelible New York landmark. Designed by David M. Childs of Skidmore, Owings & Merrill, the 2.6-million-square-foot building will include office space, an observation deck, world-class restaurants, and broadcast and antennae facilities.
Begun by Silverstein Properties in April 2006 and taken over by the Port Authority of New York and New Jersey, construction has accelerated in the last year.
An expansive public lobby will be topped by a series of mechanical floors, comprising the base level of 1WTC. Above this base will be sixty-nine office floors, including two television broadcast floors, mechanical floors, and two restaurants. Atop this, there will be an observation deck and a glass-metal parapet. The crown of the project is a communications platform and a 408-foot, cable-stayed antenna, designed in collaboration with artist Kenneth Snelson.
Sustainable design is central to One WTC’s development, integrating renewable energy, interior daylighting, reuse of rainwater, and recycled construction debris and materials. The below-grade concourses will include approximately 55,000 square feet of retail space and connect to an extensive transportation network.
REUTERS Una torre se eleva sobre la zona cero - ABC.es
La reconstrucción del World Trade Center de Nueva York, integrado hasta 2001 por las Torres Gemelas y otros edificios, se encareció en 3.800 millones de dólares en los últimos cuatro años, con lo que ahora se calcula que el coste final será aproximadamente de 14.800 millones de dólares.
Se trata de un aumento del 35% respecto a la previsión de 11.000 millones de dólares que manejaba la entidad, y la firma Navigant, encargada de la última auditoría, considera que el aumento se debe, entre otros aspectos, a los cambios realizados alintercambiador de transportes diseñado por el español Santiago Calatrava.
La firma auditora señala así entre las causas “la evolución (del proyecto) en el intercambiador de transportes del WTC en respuesta al mandato de abrir el Memorial Nacional del 11-S para el 11 de septiembre pasado”, un evento que también aumentó los gastos de la reconstrucción para poder celebrarse.
Entre los gastos reflejados también se encuentran las concesiones anticipadas por la Autoridad Portuaria para comercializar las oficinas y otros espacios de la Torre 1 del nuevo WTC, como las obras que se llevan a cabo en el sistema de metro, que asume la entidad, y la construcción de un centro para artes escénicas, así como “el aumento en el coste de la financiación y de los seguros“.
La difícil reconstrucción
La reconstrucción de la zona cero de Manhattan se retrasó durante años debido a las discrepancias entre la Autoridad Portuaria y el promotor inmobiliario Larry Silverstein, quien alquiló el complejo de edificios por 99 años apenas seis semanas antes de los ataques.
Los gobernadores de Nueva York, Andrew Cuomo, y Nueva Jersey, Chris Christie, pidieron el pasado agosto, como máximos responsables de la Autoridad Portuaria, la realización de una nueva auditoría para tratar de encontrar los puntos de su gestión que deben mejorarse, así como maneras de rebajar sus costes.
La auditoría reconoce que la Autoridad Portuaria es “una organización deficiente y disfuncional que padece la falta de un liderazgo consistente, que está afectada por la burocracia, por un plan capital mal coordinado y por un control de los costes insuficiente”.
EFE Fuegos artificiales ayer en Nueva York para celebrar el aniversario. ABC.es
La Estatua de la Libertad, icono del Nueva York cosmopolita e imagen de la entrada a Estados Unidos para millones de inmigrantes, celebró este viernes su 125 aniversario con una última fiesta antes de su cierre al público durante todo un año para su renovación.
En recuerdo de aquellos emigrantes recibidos por la “Dama de la Libertad” a su llegada en barco a la Gran Manzana, la celebración estuvo precedida por una ceremonia de naturalización de 125 inmigrantes de más de 40 países, uno por cada año que la célebre estatua, regalo de Francia, lleva sobre un pedestal en una pequeña isla sobre las aguas del río Hudson, al sur de Manhattan.
“Me siento muy honrada, muy orgullosa de haberlo logrado y de que me eligieran para esta ceremonia, que hace este día aún más especial”, dijo a Efe Alba Reyes Cruz, nacida en la República Dominicana y que, tras seis años en Estados Unidos sirviendo en la reserva del Ejército, recibió este viernes su certificado de ciudadanía.
«La libertad iluminando el mundo» (Liberty Enlightening the World), conocida como la Estatua de la Libertad (Statue of Liberty en inglés, Statue de la Liberté en francés), es uno de losmonumentos más famosos de Nueva York, de los Estados Unidos y de todo el mundo.
NUEVA YORK.- Un sonido áspero, constante y elevado, que no llega a ser ensordecedor, emana a casi toda hora detrás del alambrado cubierto que rodea lo que fue el epicentro del peor atentado terrorista de la historia. Es el ruido de las máquinas que preparan cemento, las grúas y los miles de obreros que trabajan día y noche en la reconstrucción de un sitio sagrado para muchos, que luego de años de discusiones, retrasos y batallas burocráticas renace de sus cenizas.
A poco de cumplirse diez años de los atentados del 11 de Septiembre, poco a poco, el dolor y el duelo que signaron a Ground Zero ceden ante un nuevo paradigma: el resurgimiento de un lugar que prospera y se prepara para reclamar su espacio en el ajetreado ritmo diario de Nueva York, con la aspiración de ser un nuevo epicentro de negocios, cargado de memoria, pero también de vida.
Tras una década de esfuerzos, el próximo 11 de septiembre será inaugurado el monumento erigido en honor a las víctimas. Un día después, lo recorrerán los primeros visitantes. La plaza que rodea a las fuentes construidas en las huellas de las Torres Gemelas ya está casi terminada. Los nombres de quienes perdieron la vida en los atentados de 2001 y 1993 han sido inscriptos. Unos 200 robles crecen allí. Dos rascacielos de los cuatro en construcción ya hacen sombra. Y, alrededor, el barrio prospera a la par de las obras.
Como un ícono del renacimiento de Ground Zero, la Torre 1, que será la más alta de Estados Unidos, comienza a trazar una nueva línea en el cielo de Manhattan: sus 78 pisos construidos pueden verse ya desde Brooklyn, del otro lado del río. En 2009, ese edificio recibió un nuevo nombre. El simbólico “Torre Libertad” dio paso al más comercializable “1 World Trade Center“, una decisión que algunos llamaron antipatriótica, y que refleja el cambio de paradigma que vive el lugar.
“Los neoyorquinos no necesitan una torre llamada Libertad. Los neoyorquinos necesitan saber que la construimos y que hay un lugar para ir y trabajar”, sentenció Christopher O. Ward, director ejecutivo de la Porth Authority de Nueva York y Nueva Jersey, el organismo dueño del sitio, que ya firmó un contrato de alquiler para esa torre con Condé Nast, la editorial que publica The New Yorker y Vanity Fair , entre otras revistas.
Ward, que asumió su puesto en 2008, es una de las figuras clave detrás del resurgimiento de Ground Zero. Hasta su llegada, el esfuerzo hercúleo de la reconstrucción estuvo signado por retrasos. Las dolorosas tareas de limpieza, que implicaron remover escombros, pero también restos de víctimas, terminaron en mayo de 2002. Luego, la burocracia, los roces políticos y los cambios al proyecto original, de Daniel Libeskind, seleccionado en 2003, se mezclaron con los avatares de elegir, primero, y coordinar, después, los trabajos de desarrolladores y cientos de contratistas.
A una década de los atentados a las Torres Gemelas, sólo se construyó un tercio de lo planeado. Qué se hizo de los proyectos de Libeskind, Arad, Snohetta, Calatrava, Maki, Rogers y Gehry. Cómo será la inauguración del Memorial.
Tras dos décadas de negociaciones, desencuentros y pactos, la prolongación de la Castellana hará de esta avenida la «city» madrileña
SARA MEDIALDEA / MADRID
La zona financiera de Azca genera casi 3.000 millones de euros al año; el complejo de negocios de las cuatro torres ha puesto otros 230.000 metros cuadrados de superficie para oficinas en el mercado. La prolongación de la Castellana a lo largo de casi 3 kilómetros —poco menos que el espacio entre Colón y plaza de Castilla— será el remate que convertirá el paseo de la Castellana en la gran «city», el Manhattan madrileño.
Torre Picasso, proyectada por Minoru Yamasaki - arquitecto de las malogradas "Torres Gemelas" neoyorkinas.
Esta operación ha estado sobre los despachos de los gobiernos central, regional y local durante los últimos 20 años. Finalmente, consiguió el visto bueno definitivo el año pasado, con la firma de un convenio en el que participaron Ministerio de Fomento, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de la capital. Su tramitación ha dado lugar a un expediente administrativo con más de 10.000 folios —correspondientes sólo al proyecto definitivo—, y ahora empezará el trámite de su gestión.
La Operación Chamartín se inició, precisamente, por la necesidad de ampliar la estación de trenes y cubrir la playa de vías que abría una herida en esta zona de la ciudad. Pero este origen «era un error: una simple operación ferroviaria, que no tenía en cuenta la planificación urbana», explica la concejal madrileña de Urbanismo —en funciones hasta que se constituya el próximo gobierno municipal—, Pilar Martínez.
Lo cierto es que la playa de vías «rompía» la ciudad en este punto, y el paseo de la Castellana acababa abruptamente, disolviéndose en la M-30. Las administraciones públicas y el privado Duch (Desarrollo Urbanístico de Chamartín, de BBVA y la Constructora San José) vieron la oportunidad: cubrir las vías y utilizar esa inmensa cantidad de suelo que se liberaba —algo más de tres millones de metros cuadrados, la mayoría de propiedad pública— en una gran operación de ciudad de donde salieran espacios para equipamientos, zonas residenciales, áreas de oficinas y nuevas infraestructuras.
En total, se calculan unos 11.000 millones de euros de inversión, que supondrán 990 millones de euros en el producto interior bruto madrileño y 1.584 millones de euros en el de España. Durante la urbanización y edificación, se crearán 20.000 puestos de trabajo, y en la prolongación de la Castellana, ya convertida en «city» madrileña, trabajarán 88.000 personas y vivirán unas 50.000. «Es una operación que impacta en la ciudad y en la Nación», afirma Pilar Martínez.
El Empire State Building, el edificio más alto de Nueva York, cumple este fin de semana 80 años y lo hace como uno de los rascacielos más famosos del mundo, al que ascienden millones de personas cada año para ver desde sus azoteas las espectaculares vistas que ofrece de la Gran Manzana.
“En este importante aniversario, el Empire State Building celebra sus 80 años como símbolo internacional de la innovación y el ingenio“, aseguró el propietario del inmueble, Anthony Malkin, en un comunicado.
El que, según su dueño, es “el edificio de oficinas más famoso en todo el mundo” celebrará el domingo sus ocho décadas de vida, ya que el 1 de mayo de 1931 el entonces presidente de Estados Unidos Herbert Hoover presionó un botón desde Washington para inaugurar oficialmente este imponente rascacielos de estilo ‘art decó‘.
Con sus 443,2 metros de altura (antena-pararrayos incluida), levantar el que luego sería refugio del propio ‘King Kong’ sólo requirió 410 días, ya que en plena Gran Depresión el ritmo de construcción fue de cuatro plantas y media por semana, con siete millones de horas de mano de obra y40 millones de dólares de los de entonces de inversión.
Vista del Empire State - Wikipedia
El Empire Statees reconocido como un icono internacional del desarrollo económico del último siglo, pero también es el mayor comprador de energía totalmente renovable de Nueva York, ha albergado oficialmente más de 230 bodas y desde hace más de tres décadas organiza incluso una carrera que consiste en subir a pie 1.576 de sus escalones lo más rápido posible y que atrae anualmente a atletas profesionales de todo el mundo.
“Tras un proceso de modernización que necesitó de una serie de renovaciones revolucionarias -explicó Malkin-, el edificio ofrece experiencias sin precedentes para sus inquilinos y para los millones de personas que visitan sus observatorios cada año“.
Esa reforma requirió 550 millones de dólares, pero ahora supone un ahorro de 4,4 millones de dólares anuales sólo en costes relacionado con la energía que consume este mastodonte de 5.663 metros cúbicos de granito y piedra caliza, 10 millones de ladrillos, unas 7.000 ventanas y 730 toneladas de aluminio y acero inoxidable.
Después de que los atentados del 11-S destruyeran hace casi 10 años las Torres Gemelas y motivaran el cierre al público de emblemáticos enclaves turísticos como el precioso edificio Chrysler o la Estatua de la Libertad -a la que ahora se puede ascender de forma muy restringida-, el Empire State es uno de los más populares sitios de la ciudad para ver Nueva York desde arriba.
En los días más claros la visibilidad desde el observatorio, que abre todos los días del año en pleno corazón de Manhattan, es de 80 kilómetros, y desde allí se pueden ver hasta cinco estados del país: Connecticut, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania.
El Empire State está en el 350 de la Quinta Avenida, con sus 102 pisos que fueron antaño la admiración del universo, al ser el edificio más alto del mundo con 450 metros de altura.
El estudio BIGse estrena en Nueva York con un residencial a orillas del Hudson
Elmundo.es | Madrid
El cielo de Manhattan recibirá en pocos meses las cosquillas de un mastodonte residencial de peculiar perfil y generosas dimensiones. DFR, siglas de las potentes promotoras neoyorquinas Durst Organization y Sidney Fetner Associates Fetner Residential, acaba de anunciar la próxima construcción del West 57, un edificio de contorno piramidal que quedará ubicado entre las avenidas 11 y 16, que ha sido diseñado por el estudio danés conocido por sus proyectos con angulosas formas. [Ver álbum]
El futuro complejo de la desolada confluencia de la calle 57 y West Side Highway es el bautizo neoyorquino del ambicioso y fotogénico Ingels, con oficinas en dos continentes y proyectos en tres. Para el arquitecto, se trata de una fusión de conceptos: la manzana de viviendas europea, en torno a un patio central al que miran todas ellas, y la clásica torre de Nueva York.
Fotos de Bjarke Ingels (BIG) · Perfil de Bjarke Ingels (BIG) Facebook
El edificio -a caballo entre un rascacielos y un bloque de pisos común- a orillas del Hudson alcanzará los 140 metros de altura y ocupará una superficie de 78.300 metros cuadrados. Desde fuera, adoptará una forma diferente en función del punto desde el que se observe.
Lo europeo y lo neoyorquino
El arquitecto danés de 36 años, profesor visitante en Harvard y Columbia, estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Es un declarado americanofílico, y vive y trabaja a caballo entre Dinamarca y Nueva York. “A los europeos les gusta decir que lo estadounidense está muerto, pero muchos de ellos están influenciados por lo que se hace en EEUU”, recoge la revista New York Art.
Un acristalado residencial forrado con cientos de paneles de diferentes tonos, tamaños y orientaciones es el nuevo hito arquitectónico que jalona el horizonte urbano del Oeste de Manhattan, en Nueva York, obra de los talleres Jean Nouvel y su socio Beyer Blinder Belle.
Las obras del 100 11th Avenue, comenzaron en marzo y el resultado ya es visible en la orilla del río Hudson.
Las viviendas miden entre from 80 a 490 metros cuadrados, incluyendo cinco áticos de diseño exclusivo. El edificio se remata con una única vivienda, cuyo propietario gozará de la terraza superior en exclusiva. Los precios de los apartamentos se sitúan entre 1,6 y 22 millones de dólares.
Luz y vistas
Cada ángulo y detalle estructural en el edificio ha sido diseñado para provocar, según sus creadores, “excitación visual” tanto para los habitantes de la torre como para los viandantes de la avenida, gracias a una composición de 1.647 paneles de diferentes tonalidades, organizados dentro de una estructura de acero que los orienta hacia diferentes puntos en el espacio.
La composición de cristales está en parte inspirada en las vidrieras de la Santa Capilla parisina (s. XIII).
La arquitectura interior de las viviendas está pensada para amplificar la luz, hasta el punto de que los acabados de los suelos son más reflectantes en las zonas más próximas a las ventanas, que llegan del suelo al techo.