(Del lat. scientĭa). 1. f. Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales. DRAE.
* Su concha en espiral tiene 3 capas que lo protegen y mitigan las fracturas
* El estudio de su robusto caparazón podría mejorar el blindaje militar
* Podrían diseñar cascos y sistemas de protección de deportistas más eficaces
Teresa Guerrero | Madrid
El blindaje de vehículos y la protección de soldados podría mejorarse gracias a un sorprendente aliado: un caracol hallado en el Océano Índico.
El robusto caparazón del ‘Crysomallon squamiferum’ podría inspirar nuevos materiales para los blindajes militares, según un estudio publicado esta semana en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS).
A lo largo de millones de años, el caparazón de los moluscos ha evolucionado para maximizar su protección frente a las amenazas de su entorno. Su ‘armadura natural’ debe protegerlo de los depredadores y mantener su hidratación. Al mismo tiempo, debe resultar ‘cómoda’ para que el caracol pueda llevar a cabo actividades cotidianas como alimentarse, moverse y reproducirse.
Imágenes de la superficie de la Luna tomada por la sonda japonesa 'Selene' en la que se aprecia un agujero que puede tener más de 80 metros de profundidad- ISAS/JAXA/SELENE/JUNICHI HARAYUMA ET AL.
El hueco en el subsuelo podría ofrecer refugio para futuros astronautas y convertirse en una base lunar
A.R. – Madrid
«Hemos descubierto un agujero vertical en la Luna», afirma un equipo internacional de científicos que ha analizado los datos tomados por la sonda espacial Selene. La boca del agujero mide unos 65 metros de diámetro y tiene una profundidad de entre 80 y 90 metros, es decir, el tamaño de un rascacielos no muy alto. Los investigadores suponen que se formaría hace miles de millones de años, cunado el satélite natural de la Tierra estaba más caliente y tenía actividad volcánica.
El túnel debió formarse por un flujo de lava con un tapón que luego colapsaría, dicen los científicos, aunque también podría haberse formado por un seismo. «Los tubos de lava, como si fueran canales subterráneos por los que en un tiempo fluyó lava, se encuentran normalmente en la Tierra», explican los investigadores, dirigidos por Junichi Haruyama (Agencia Espacial Japonesa, JAXA). Aunque se había pensado ya que podría haber agujeros similares en la Luna, no se había encontrado ninguno hasta ahora.
Además de su interés científico, el hallazgo ha despertado inmediatamente ideas para su utilización, porque un túnel así podría convertirse en un buen refugio para astronautas exploradores de la Luna, un lugar para protegerse de la peligrosa radiación que castiga la superficie lunar, sin atmósfera o magnetosfera protectoras, explica Space.com. «Como los tubos de lava están resguardados del duro entorno, podrían convertirse en bases lunares muy útiles «, sugieren los investigadores, que han publicado su descubrimiento en Geophysical Research Letters.
Para la revista The New Scientist el agujero, que está en la región de Marius Hills, puede ser el primer indicio de un vasto sistema de galerías subterráneas en la Luna.
Científicos japoneses han descubierto un «tubo de lava» en un hoyo de unos 80 metros de profundidad, en la Luna, que podría ser el mejor sitio para el alojamiento de futuros colonos humanos, informó la Unión Geofísica de Estados Unidos. La revista de esa institución, Geophysical Research Letters, ha publicado un estudio encabezado por Junichi Haruyama, de la agencia espacial japonesa JAXA, que se sustenta en los datos enviados por la cápsula Selene que orbita a la Luna.
«Hemos descubierto un hoyo vertical en la Luna», señaló el equipo internacional de astronautas encabezado por Haruyama. «Los tubos de lava en la Luna son sitios potencialmente importantes para una futura base lunar, ya sea para la exploración y el desarrollo, o como un puesto de escala para la exploración más allá de la Luna».
La Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), una sonda espacial de la NASA destinada a la exploración de la Luna, ha obtenido unas nuevas y fascinantes imágenes de los agujeros que hace ahora un año fueron descubiertos en la superficie de nuestro satélite natural. Los hoyos, que parecen ser la entrada a grandes túneles subterráneos excavados por un antiguo río de lava, un mundo geológico completamente desconocido, han podido ser medidos con más exactitud. Uno de ellos, captado por la nave en el Mar de la Tranquilidad, tiene nada menos que cien metros de profundidad, algo así como el tamaño de un rascacielos y más de lo que se creía. Los científicos creen que estos túneles podrían servir de refugio a las primeras colonias de astronautas que se instalarán en la Luna, si es que algo así llega a producirse.
Convertir desiertos en bosques. Esta utópica propuesta es la solución que un equipo de biólogos y climatólogos ha presentado para detener el cambio climático. La idea consiste en plantar árboles de crecimiento rápido, como eucaliptos, para cubrir el Sáhara o el desierto australiano. Estas zonas arbóreas estarían regadas por agua de mar, que se trataría en una cadena de plantas desalinizadoras y sería canalizada hacia los bosques por plantas de regadío.
Este nuevo manto de árboles crearía lluvias y un microclima propio, a la par que succionaría dióxido de carbono de la atmósfera, según informa el diario ‘The Guardian’. Los cálculos del equipo sugieren que los ‘desiertos arbolados’ podrían retirar aproximadamente 8.000 millones de toneladas de carbono al año, la misma cifra que se emite actualmente a causa de los combustibles fósiles y la deforestación.
El responsable de este plan es Leonard Ornstein, biólogo celular de la escuela de medicina Mount Sinai en Nueva York, junto con Igor Aleinov y David Rind, expertos en clima de la NASA. La propuesta ha sido publicada en ‘Journal of Climatic Change’ y sus creadores afirman que «probablemente proporcione la mejor ruta a corto plazo para controlar los gases de efecto invernadero».
Por favor, pasen al salón, pónganse cómodos, vamos a echar un vistazo a la casa más eficiente, la casa sin emisiones de CO2.
Los invitados llegan por una calle iluminada por farolas de consumo cero: éstas integran una placa solar y un minigenerador eólico que las mantienen en marcha. Al entrar al salón, los sensores de movimiento captan la presencia de los visitantes. Las bombillas LED, que gastan 10 veces menos que las convencionales, se encienden ante su presencia.
El sistema de climatización, accionado por los sensores, también se ajusta por sí solo al nivel de mayor confort y menor gasto. Son ejemplos llamativos de domótica aplicada, pero estos automatismos no son lo más importante. El verdadero corazón de la casa verde se desvela al encender la pantalla plana. Es una televisión, pero también el centro de control del edificio, que permite conocer su metabolismo. Cuántos aparatos, luces o sistemas de climatización están en marcha, cuánto gastan y cuántas emisiones de CO2 equivalentes están generando. Y también qué cantidad de energía se está produciendo. Porque las placas fotovoltaicas del techo y la pila de combustible del patio generan energía. Y una batería de ion litio almacena la que sobra. Es la misma que usa el coche eléctrico del garaje. La pantalla muestra el balance entre gasto y consumo. La intención es que sea cero.
Saving, creating, and storing energy.
Panasonic presents a lifestyle with virtually zero CO2 emissions throughout the entire house by saving, creating and storing energy
To be able to showcase the company’s various green technological ideas, Panasonic is soon opening its «Eco Ideas House» in the grounds of the Panasonic Center in Tokyo. The Eco Ideas House will serve as the facility that will contain company ideas that tackle the saving, creating and of course, storing of energy. Details aren’t given, but it seems as if it will also contain technologies that can harness wind, solar, water and heat energies as well.
– A green future home aims for zero CO2 emissions in three to five years –
Panasonic presenta un nuevo estilo de vida con la “Eco Ideas House”
En la era en la que el mundo lucha por la reducción de emisiones de CO2, Panasonic propone un nuevo estilo de vida con la casa “Eco Ideas House”. Ubicada en el Panasonic Center de Tokio y abierta al público, la “Eco Ideas House” es un proyecto de Panasonic que tiene como objetivo mostrar como la innovación tecnológica, el confort y el respeto por el medioambiente son compatibles con nuestro estilo de vida.
Panasonic Corporation today announced its plan to open an eco-themed showroom called Eco Ideas House on the premises of Panasonic Center Tokyo, a corporate global communication platform of the Panasonic Group. The new facility combines Panasonic’s advanced technologies for saving, creating, and storing.
La semana última se realizó en Buenos Aires una reunión convocada por el capítulo argentino del Club de Roma que, bajo un título un tanto formal («Jornadas de reflexión sobre la conservación del sistema terrestre«), propuso a especialistas de diversas disciplinas abordar la discusión sobre un tema lo suficientemente audaz (e inquietante) como para evocar imágenes de la ciencia ficción: la geoingeniería terrestre; es decir, la manipulación deliberada y en gran escala del medio ambiente planetario. En este caso, ya que el foco estaba puesto en nuestra región, del cono sur de América latina.
Como reconoció en la apertura el doctor Osvaldo Canziani, integrante del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas, «el desarrollo actual de la sociedad humana está dominado por «huellas ecológicas» que exceden la capacidad de producción de los sistemas naturales». Una huella ecológica compatible con la actual capacidad terrestre correspondería a 2 hectáreas por persona. Los países desarrollados llegan a exceder las 11 por individuo, precisó Canziani.
Azulejos del Patio de los Arrayanes, en la ciudad palatina de La Alhambra, en Granada.
El divulgador de Oxford combina en un ensayo la ciencia con las obras de Escher, Borges y Bach para desentrañar los patrones que rigen la naturaleza
ABEL GRAU – Madrid
Al célebre divulgador británico Marcus du Sautoy (Londres, 1965), capaz de convertir un documental sobre aritmética en un éxito de audiencia, le cuesta contener su fascinación por la Alhambra. «¡Es el palacio de la simetría!», exclama. La magnífica ciudad palatina que domina Granada desde las alturas encierra un hipnótico secreto matemático.
Sus azulejos, dispuestos en tramas y repeticiones obsesivas, se rigen por una estricta serie de esquemas simétricos. De manera que si se giran, conservan la misma apariencia (algo parecido a rotar un triángulo equilátero), lo que quizá explique algo de su magnetismo. Toda esa belleza ornamental se basa exactamente en 17 patrones, que es el número máximo de composiciones simétricas en una superficie de dos dimensiones.
«La Alhambra es un microcosmos de todo el problema de la simetría», subraya Du Sautoy mientras se rebulle en un sofá de la Residencia de Estudiantes de Madrid. Allí acudió el pasado martes para presentar su nuevo ensayo, Simetría. Un viaje por los patrones de la naturaleza (Acantilado), en el que mezcla las referencias a los grabados de Escher, los cuentos de Borges y la música de Bach y Schönberg para adentrarse como un explorador pionero en el continente inmaterial de las formas simétricas.
La ciencia y la tecnología se unirán a las manifestaciones culturales ofrecidas por el Festival VivAmérica, que en 2009 tendrá lugar del 7 al 11 de octubre y entrará en su tercera edición pasando de «Festival de Cultura» a «Festival de Ideas».
«Estamos intentando acercarnos a campos como la ciencia, las innovaciones tecnológicas o la energía renovable», explicó hoy Inma Turbau, directora general de Casa de América de Madrid. La cita iberoamericana se celebrará simultáneamente en Madrid, Cádiz, Bogotá y Santo Domingo.
Entre los invitados este año a Madrid, figuran los cineastas Guillermo Arriaga y Lucrecia Martel; los escritores Juan Villoro, Juan Manuel Roca, Laura Restrepo o Teun Van Dijk; la política nicaragüense Rebeca Grynspan; el poeta Luis García Montero; el psiquiatra español Manuel Trujillo o el científico y Premio Príncipe de AsturiasManuel Elkin Patarroyo, creador de la vacuna sintética contra la malaria, quien presentará el acto inaugural del certamen.
El festival toma nuevos rumbos como plataforma de debate para los creadores iberoamericanos
EFE – Madrid –
El Festival VivAmérica se reinventa en su tercera edición y abre sus puertas a nuevos campos, como la ciencia, la investigación y la innovación tecnológica, para convertirse en un «certamen de ideas» capaz de reunir el pensamiento y talento de los creadores iberoamericanos.
Durante cinco días, del 7 al 11 de octubre, la Casa de América de Madrid congregará a decenas de expertos de Iberoamérica que dialogarán sobre cine, literatura, música, política, economía, medio ambiente, educación o derechos humanos, entre otros temas.
Precisamente la palabra temas describe el formato elegido este año por la organización del festival para los coloquios programados, que serán emitidos por Internet, según explicó ayer la directora de la Casa de América, Imma Turbau.
Turbau indicó que cada tema se subdividirá en bloques de 20 a 25 minutos que darán cabida a los ponentes, y resaltó que las intervenciones se podrán ver en la web de la institución (www.casamerica.es) para que puedan llegar a un mayor número de personas.
El científico colombiano Manuel Patarroyo inaugurará la tercera edición del festival, que se celebrará simultáneamente en Cádiz y en las capitales latinoamericanas de Santo Domingo y Bogotá.
Interior del nuevo Centro Darwin en el Museo de Historia Natural de Londres.
Londres estrena un moderno centro dedicado al evolucionista para 2.500 visitantes diarios – El público podrá interactuar con 200 investigadores
WALTER OPPENHEIMER – Londres
La segunda fase del llamado Centro Darwin, en los locales del Museo de Historia Natural de Londres, abrirá sus puertas desde hoy a 2.500 visitantes diarios que podrán interactuar no sólo con los instrumentos científicos y de comunicación puestos a su disposición, sino con los 200 científicos que tendrá su laboratorio en las nuevas instalaciones y que, si quieren y pueden, podrán dialogar con los visitantes.
El nuevo edificio es una espectacular estructura vertical con forma de capullo de gusano de seda de 60 metros de alto, 12 metros de ancho y paredes de 30 centímetros de grosor capaces de mantener en el interior del edificio una temperatura de 17 grados y una humedad relativa del 45%, consideradas condiciones ideales para el trabajo de los científicos. Diseñado por el despacho escandinavo de arquitectos C.F. Møller, con sede en Åarhus (Dinamarca), el edificio está cubierto por una inmensa urna de vidrio que lo une a las viejas instalaciones victorianas del museo, uno de los más característicos de los varios que se levantan en esa zona de Londres, en el selecto barrio de South Kensington.
La primera fase del Centro Darwin se inauguró en septiembre de 2002 y permitió conservar en alcohol un total de 22 millones de especímenes zoológicos. La segunda fase, adjudicada a C. F. Møller en 2001 tras convocarse un concurso internacional, ha costado 78 millones de libras (88,5 millones de euros), se ha construido en 25 meses y permite mantener 17 millones de ejemplares entomológicos y tres millones de muestras botánicas. Sus 16.000 metros cuadrados se distribuyen en ocho plantas que contienen unos 3,3 kilómetros de aparadores y pueden acomodar a 220 empleados y científicos visitantes.
El llamado Cocoon por su forma como la crisálida de muchos insectos, como el gusano de seda, contiene 40 instalaciones de alta tecnología para que los visitantes puedan interactuar con un mundo científico que hasta ahora trabajaba a espaldas del público. Podrán ver cómo viajan, cómo nombran nuevas especies, cómo preparan especímenes y organizan colecciones y cómo todo ese trabajo puede ser utilizado para estudiar problemas reales como pueden ser la malaria o el cambio climático.
El Centro Darwin de Londres es el último estadio en la evolución de los museos de ciencias naturales. Abierto hoy al público, está lejos de la prehistoria que hasta ayer separaba a científicos, por un lado, encerrados en sus laboratorios, y a un público con acceso restringido a una mínima parte de los fondos de las colecciones, por otro.
En la nueva ala del Museo de Historia Natural de Londres, investigadores y visitantes comparten espacio en un edificio ahuevado de hormigón de ocho pisos de altura, concebido como un inmenso capullo que actúa de «larvario» de 17 millones de especímenes de insectos y tres millones de ejemplares de plantas. La instalación de 3.500 metros cuadrados, en la que la temperatura se mantiene a 17 grados y la humedad relativa es del 45 por ciento, coordenadas ideales para la conservación de una de las mayores colecciones de entomología y botánica del mundo, ha permitido sacar de los almacenes gran parte de los fondos del museo y abrirlos al público, al tiempo que éste camina entre unos doscientos científicos en plena actividad.
Apuesta estética
Los investigadores han recibido cursos de comunicación para saber intercalar en su jornada algunos parones para explicar su trabajo a quienes discurren por el camino en espiral que desciende desde la parte superior del capullo (así, con el inglés «cocoon», se ha bautizado al edificio), que tiene una altura de 65 metros. El acceso es gratuito, pero el número de visitas se mantiene dentro de un límite para poder asegurar la interacción que se busca.
Obra del estudio de arquitectura escandinavo C. F. Moler, la estructura ahuevada está dentro de un armazón exterior de acero y vidrio. Todo ello supone una apuesta estética del siglo XXI para un museo tan característico del arte decorativo victoriano del siglo XIX.
En el complejo existe una muro de doce metros de altura en el que se proyectan imágenes del cambio climático, con gráficos interactivos que muestran la desertización de la Tierra. Otro rincón es el Estudio Attenborough, donde las más innovadoras tecnologías ofrecen una experiencia virtual en la exploración de la naturaleza. El propio David Attenborough, gran divulgador de la vida natural, participó ayer, junto con el Príncipe de Gales, en la inauguración de la extensión del museo.
Un perro deambula por un pueblo casi abandonado de Guadalajara. | C. Barajas
La pérdida de habitantes rurales está acabando con el patrimonio natural
La ausencia de servicios y la falta de mujeres son las principales causas
Tana Oshima | Madrid
«¿Despoblación? No, ¡vaciamiento! ¡España está vacía por dentro!»,dice un portavoz del Observatorio Español de la Sostenibilidad al otro lado del teléfono. «Nada nuevo: lleva ocurriendo 50 años», comenta, a su vez, Julio Pérez Díaz, demógrafo del CSIC.
Cierto: prácticamente todos los madrileños, por ejemplo, tienen un pueblo. Esto quiere decir que sus progenitores o abuelos salieron del campo y ahora vuelven en familia durante las fiestas locales. Algunos se quedan una temporada ahora que hay crisis; otros, atraídos por la vida campestre. Por eso también se habla de una leve ralentización del éxodo rural. «La pérdida de habitantes se ha paralizado ligeramente en estos últimos años», afirma Jesús Casas, director general de Desarrollo Sostenible en el Medio Rural, del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Pero, a vista de pájaro, el paisaje sigue estando hueco.
Ni las dificultades económicas temporales ni las segundas residencias -ni los llamados neo-rurales- devuelven realmente la vida a los pueblos: no son suficientes para crear tejido social. «No suponen un repoblamiento con dinámica propia», explica el demógrafo. Y si en algo coinciden los expertos es que sigue haciendo falta, al margen de capitalinos que regresan de vacaciones y algunos escasos neo-rurales emprendedores, gente que se dedique a las labores tradicionales del campo. Porque los que quedan ya son ancianos y sus descendientes no pueden o no quieren continuar la tradición.
«La despoblación en España ha llegado a unos límites no admisibles», vuelve a aseverar el director general. Es el caso de Teruel, Soria o Zamora, donde hay verdaderos desiertos humanos. Algunas localidades tienen una densidad de un habitante por kilómetro cuadrado: una única persona en cientos de metros a la redonda. Se trata de promedios, naturalmente, pero son de los más bajos de Europa. La leve recuperación de pobladores rurales en los últimos años no parece estar desviando esta tendencia general, hermana gemela de la litoralización y el crecimiento de las grandes ciudades. «Seguimos yendo hacia una España muy poblada en la periferia y vacía en el interior», apunta. Las ciudades se hacinan, el campo se vacía. La historia se repite y alimenta desde hace cinco décadas.
Gracias a su tamaño y a la falta de aspas reducirá el impacto ambiental
El primer parque eólico se construirá en Italia
Se prevé empezar la producción y la venta de energía en 2010
Marco Nurra | Madrid
España cuenta con 16.700 megavatios de origen eólico conectados a la red eléctrica, lo que supone más de 700 parques, según los datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Actualmente es la tercera nación mundial en la producción de este tipo de energía, detrás de EEUU y Alemania.
La energía eólica es una de las más limpias que conocemos, pero lleva consigo algunos problemas debido a la intrusión en la naturaleza de los aerogeneradores. Por este motivo la instalación de nuevas turbinas ha dividido desde siempre ecologistas, paisajistas y empresarios.
‘Tornado Like’, primer ejemplo de ‘turbina eólica sin palas’, es un proyecto italiano basado en un nuevo concepto de extracción energética que promete reducir significativamente el impacto ambiental, revitalizando la esperanza en un uso masivo de este tipo de energía.
Hay fundamentalmente tres tipos de problemas: el impacto visual o paisajístico, las emisiones de ruido acústico, y sobre todo, el riesgo para la avifauna, «hacia al cual el WWF es muy sensible», asegura Massimiliano Varriale, responsable tecnico del sector Energía y Residuos de WWF Italia.
Ensenada Galápagos, Melilla. | Ecologistas en Acción
MEDIO AMBIENTE | Informe
311 banderas negras y 392 puntos negros para la costa española
Por comunidades autónomas, Galicia encabeza la clasificación
Avisan del alarmante proceso de ‘mediterranización’ de la costa norte
María José Puertas | Madrid
Ecologistas en Acción ha presentado su informe ‘Banderas Negras 2009. La crisis, una oportunidad para la costa’ en el que tras analizar el litoral español han otorgado 311 banderas negras a zonas con degradación ambiental alta y con graves amenazas sobre sus ecosistemas, así como 392 puntos negros a lugares con impactos puntales o de menor gravedad.
Por comunidades autónomas, Galicia encabeza esta triste clasificación con 55 banderas negras y 102 puntos negros; seguida de Andalucía (51 y 63), Comunidad Valenciana (34 y 40) y Murcia (32 y 36).
Tras analizar los puertos, el urbanismo, los vertidos y las obras realizadas en el litoral, se elaboró este informe que advierte de ladesnaturalización del territorio costero. Éste supone tan sólo el 7 % del total del Estado pero concentra al 50% de la población, de ahí que los ecologistas recuerden que se encuentra muy por encima de su capacidad de carga.
Los castores abrevaban en Times Square. Los osos negros campaban a sus anchas por los altos de Harlem. Y los pumas y los lobos acechaban a los 5.000 indios Lenape que se abrían paso a duras penas en la fronda selvática de Mannahatta, la isla de «muchas colinas».
Así era la Gran Manzana, emparentada en la lejanía con el jardín del Edén, cuando la vislumbró por primera vez Henry Hudson en 1609. Y así la ha reimaginado cuatro siglos después Eric Sanderson, en ese fascinante proyecto que recupera el nombre y el espíritu original de Manhattan, increíblemente reverdecida ante nuestros ojos.
«Como Henry Hudson, vine a Nueva York buscando algo, pero una vez aquí he encontrado algo distinto, algo que no esperaba», confiesa Sanderson, ecologista del paisaje, que ha logrado trazar un puente inaudito entre la jungla de asfalto y el bosque impenetrable de robles y castaños.
Primero fue un libro, ‘Mannahatta’, un canto ecológico y poético, deudor de Henry David Thoreau y Walt Whitman. La idea se desborda ahora en una de las exposiciones imprescindibles del verano, en el Museo de la Ciudad de Nueva York de la Quinta Avenida y la calle 103. Aunque el prodigio visual llega hasta internet, donde cualquier neoyorquino puede ver cómo era la vida en su manzana hace 400 años con un simple click .
«En Mannahatta había 627 especies diferentes de plantas, 233 variedades de pájaros y una biodiversidad por hectárea superior a la de Yellowstone o Yosemite», asegura Sanderson. «Si hubiera subsistido como tal, la isla sería hoy en día la auténtica joya de los parques naturales».
Los propios indios Lenape, con los incendios controlados y la agricultura incipiente, fueron los primeros en alterar el paisaje con prácticas que hoy se considerarían ‘sostenibles’.
El Bajo Manhattan encajó en el siglo XVII la huella de la civilización, encarnada en los pioneros de Nueva Ámsterdam. Los británicos arrasaron gran parte de la isla y la convirtieron en fortín durante la Guerra de la Independencia. Pero el golpe de gracia llegó en 1811, con la rejilla urbana que convirtió la isla en una lacónica sucesión de calles y avenidas.
A golpe de dinamita, se allanaron gran parte de las 500 colinas. Hasta lo que hoy es Central Park pasó por un meticuloso proceso de reducción topográfica. Con el tiempo llegarían los rascacielos, anclados en la roca granítica.
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