(Del lat. scientĭa). 1. f. Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales. DRAE.
El nuevo edificio se levanta sobre la calle Juana de Ibarbourou, al costado del tradicional. Foto: Gentileza Fundación Instituto Leloir - lanacion.com.ar
¿Cómo se desarrollan los tejidos nerviosos y se adquieren las funciones cerebrales? ¿Qué procesos degenerativos del sistema nervioso causan el Alzheimer y el Parkinson? ¿Cómo se comportan los virus del dengue y del papiloma humano? ¿Cómo reaccionan las plantas a la luz y al estrés? ¿Se pueden controlar y utilizar en la reparación de los tejidos las células madre?
Estas son sólo algunas de las preguntas que inspiran a los científicos que trabajan en el Instituto Leloir, el centro de investigación y formación de recursos humanos que el premio Nobel de Química creó en 1947 gracias al apoyo económico de Jaime Campomar.
Hoy, seis décadas más tarde y ya con un plantel de casi 200 investigadores, entre los cuales figuran algunos de los más destacados del país, los pasillos de la tradicional sede de Parque Centenario están atiborrados de equipos y los laboratorios, superpoblados.
Fue así como nació el Parque Centenario II, un complejo que se levantó gracias al aporte filantrópico de una familia que prefiere no darse a conocer. «Comenzó a construirse alrededor de 2007 y ya está terminado -cuenta Jorge Daniele, director de Relaciones Externas de la Fundación Instituto Leloir (FIL)-. Pero, claro, ahora hay que equiparlo en su totalidad.»
El nuevo edificio, en el que se invirtieron unos tres millones de dólares, se destinará principalmente a albergar instalaciones y equipos que podrán ser utilizados por todos los laboratorios, algo que en inglés se denomina facilities , y agrega unos 3000 m2 a los 6000 existentes.
Su investigación más relevante, y por la cual obtuvo la distinción que le otorgó fama internacional, se centra en los nucleótidos de azúcar, y el rol que cumplen en la fabricación de los hidratos de carbono. Tras su hallazgo se lograron entender de forma acabada los pormenores de la enfermedad congénita galactosemia.
Papel de grafeno, diez veces más fuerte que el acero. LISA ALOISIO / ABC.es
Ciencia
Desarrollado a partir del grafeno, puede revolucionar las industrias automovilística y de aviación.
J. DE JORGE / MADRID
Si hace tan solo unos días un equipo internacional de investigadores presentaba en la prestigiosa revista «Nature» un nuevo material capaz de repararse a sí mismo en menos de un minuto mediante la exposición a la luz ultravioleta, ahora un segundo grupo científico, éste australiano, presenta increíbles resultados en el desarrollo de otro nuevo material. En este caso, se trata de un compuesto de grafeno, fino como el papel, pero que es asombrosamente diez veces más fuerte que el acero. El trabajo, que aparece publicado en la revista Journal of Applied Physics, podría revolucionar la aviación, la automoción, la óptica y la industria eléctrica.
El papel de grafeno es un material que puede ser procesado, remodelado y reformado desde su estado original, el grafito. Los Investigadores de la Universidad Tecnológica de Sídney utilizaron productos químicos para manipular la nanoestructura de esa materia prima y procesarlas en hojas tan finas como el papel. De esta forma, el material consigue «excelentes propiedades térmicas, eléctricas y mecánicas», según explican en su web.
Como resultado, el material es extraordinariamente flexible, pero al mismo tiempo es muy resistente. En comparación con el acero, el nuevo material es seis veces más ligero, tiene de cinco a seis veces menos densidad, es dos veces más duro y tiene diez veces mayor resistencia a la tracción y 13 veces más rigidez de flexión.
Rentable y sostenible
«No sólo es más ligero, más fuerte y más flexible que el acero sino que también es un producto reciclable y sostenible respetuoso con el medio ambiente y rentable en su uso», explica Ali Reza Ranjbartorech, responsable de la investigación.
D. Bersier / G. Fiore Ilustración artística del efecto de los polímeros. ABC.es
Ciencia
Los arañazos desaparecen de su superficie simplemente con luz ultravioleta en menos de un minuto. El hallazgo, que aparece publicado en Nature, puede tener importantes aplicaciones en la vida cotidiana.
J. de Jorge / Madrid
Caso 1: Su hijo de seis años encuentra un clavo en el garaje y se dedica a explorar sus dotes artísticas dibujando monigotes en la carrocería de su coche nuevo. Usted lo descubre y queda horrorizado. Caso 2: Después de dar vueltas con su coche por un aparcamiento público en busca de una plaza, la única que queda libre es pequeña y se encuentra delimitada por un par de pilares de hormigón. Entre las prisas, los nervios, la incapacidad para medir las distancias y algo de torpeza, aparca como puede. Suena un chirrido. Cuando sale del vehículo descubre un enorme arañazo en un lateral y queda horrorizado.
Actualmente, reparar unos rasguños semejantes supondría un gasto económico que da miedo calcular, pero un grupo de investigadores suizos y norteamericanos ha desarrollado un material que tiene la capacidad de autorrepararse en menos de un minuto mediante la exposición a la luz ultravioleta. Ni talleres ni costosas facturas. Lo hace solo, con la única ayuda de una lámpara muy común, como las que utilizan los dentistas. El trabajo, que puede tener importantes aplicaciones en la vida cotidiana, como en el área de los transportes o la construcción, aparece publicado en la prestigiosa revista Nature.
«Esta es una investigación sobre materiales ingeniosa y transformadora», dice Andrew Lovinger, científico experto en polímeros de la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU. En efecto, mientras la mayoría de los materiales a base de polímeros se reparan mediante el calentamiento directo de la zona afectada, este material gomoso contiene compuestos metálicos que absorben la luz ultravioleta y la convierten en calor localizado, lo que permite la autorreparación.
«Complejo de Napoleón»
«Estos polímeros tienen el complejo de Napoleón», explica el autor principal del estudio, Stuar Rowan, profesor de ingeniería macromolecular en la Case Western Reserve University (EE.UU.). «En realidad, son bastante pequeños, pero están diseñados para comportarse como si fueran grandes». En concreto, el nuevo material fue creado por un mecanismo conocido como montaje supramolecular. A diferencia de los polímeros convencionales, que consisten en una larga cadena de moléculas con miles de átomos, estos materiales están compuestos de moléculas pequeñas, reunidas en una cadena de polímeros utlizando iones metálicos como «pegamento molecular». Cuando se irradia la luz ultravioleta, el material originalmente sólido se transforma en un líquido que fluye con facilidad. Cuando la luz se apaga, el material se reúne y se solidifica de nuevo, restaurando sus propiedades originales.
Los monumentales budas de Bamiyan, tristemente destruidos por los talibanes en 2001 después de sobrevivir casi intactos durante 1.500 años, no eran del color de la piedra, sino que resplandecían antiguamente con fuertes colores. Restauradores de la Universidad Técnica de Munich han analizado cientos de fragmentos de las estatuas que el gobierno islamista talibán hizo saltar por los aires y han comprobado que, originalmente, habían sido pintadas en colores brillantes como el rojo, el blanco y el azul. Además, los científicos han conseguido fijar, por primera vez y de forma fiable, la época de su creación, que situán entre los años 544 al 595 para el buda pequeño, mientras que mayor se construyó entre los años 591 al 644. Los investigadores también han quedado impresionados por su brillante método de construcción.
a consternación en todo el mundo fue muy grande cuando, en marzo hará diez años, fanáticos talibanes hicieron saltar por los aires las dos gigantescas estatuas de buda que, desde el siglo VI, dominaban el valle de Bamiyan en el actual Afganistán. Situadas en la Ruta de la Seda, las dos obras de arte de 55 y 38 metros de altura fueron hasta el siglo X el centro de uno de los monasterios budistas más grandes del mundo. Miles de monjes cuidaban de innumerables lugares de culto en los nichos y grutas excavados en el kilométrico acantilado.
Expertos europeos y japoneses se esfuerzan, desde el derrocamiento del dominio talibán, por orden de la UNESCO y coordinados por el Consejo Internacional de Monumentos y Yacimientos (Icomos), en asegurar los restos de las estatuas y volver a hacerlas accesibles. Científicos de la Cátedra de Restauración, Tecnología del Arte y Ciencias de la Conservación han investigado durante año medio varios cientos de estos fragmentos. Sus conclusiones no sólo ayudan a la comprensión de este patrimonio de la humanidad sino que podrían hacer posible el ensamblaje de las piezas recibidas.
Recreación artística de las «buckybolas» alrededor de la estrella R Coronae Borealis rica en hidrógeno. IAC - ABC.es
Ciencia
Estas moléculas de carbono han sido descubiertas en zonas del espacio donde jamás se las hubiera imaginado
J. DE JORGE / MADRID
El telescopio Spitzer de la NASA descubrió el pasado julio en una nebulosa planetaria unas extrañas bolas espaciales llamadas «buckybolas», unas moléculas de carbono con forma de balón de fútbol nunca antes vistas en el espacio y que algunos científicos creen que podrían haber llevado la vida a la Tierra. Poco después, los investigadores descubrieron que el hallazgo no era tan extraordinario, y que estas esferas se encontraban en distintas zonas de la Vía Láctea y cerca de otra galaxia cercana, lugares donde jamás se creía que podrían ser encontradas. Ahora, una nueva investigación viene a confirmar que las diminutas bolas son mucho más comunes en el espacio de lo que se creía. En efecto, no solo aparecen en raros ambientes pobres en hidrógeno, como se ha especulado durante décadas, sino también en los que son ricos en este elemento. El estudio aparece publicado en la revista Astrophysical Journal.
Buckminsterfulereno (C60). Wikipedia
Las «buckybolas», también llamadas fullerenos, son moléculas que constan de 60 átomos de carbono unidos. Su nombre se debe a su parecido a las cúpulas geodésicas del arquitecto Buckminster Fuller, como las que se encuentran en la entrada del parque temático Epcot de Disney, en Orlando, Florida (EE.UU.). Fueron descubiertas por primera vez en un laboratorio hace 25 años y son muy comunes en el hollín de las velas y en las capas de rocas y meteoritos. El pasado julio se confirmó su existencia en el espacio.
Imagine un material más fuerte que el acero pero igual de versátil que el plástico, capaz de asumir una variedad aparentemente infinita de formas. Durante décadas, los científicos han tratado de alcanzar semejante sustancia, que pueda ser moldeada en formas complejas con la misma facilidad y el bajo coste del plástico, pero sin sacrificar la resistencia y durabilidad del metal. Ahora, un equipo dirigido por Schroers Jan, un científico de la Universidad de Yale, ha demostrado que algunos vidrios metálicos desarrollados recientemente pueden ser moldeados por soplado como los plásticos, adquiriendo formas complejas que no se pueden lograr utilizando metal normal pero sin sacrificar ni su fuerza ni su durabilidad. Estas nuevas aleaciones conocidas como Bulk Metallic Glasses (BMG) podrían revolucionar para siempre los procesos de fabricación.
«Estas aleaciones de metal parecer normales, pero pueden ser moldeadas por soplado tan barata y tan fácilmente como el plástico», dice Schroers. Hasta ahora, el equipo ha creado una serie de formas complejas, incluyendo botellas metálicas perfectas, cajas de relojes, resonadores en miniatura y e implantes biomédicos, que pueden ser moldeados en menos de un minuto y son dos veces más fuerte que el acero normal.
El coste de los materiales es el mismo que el del acero de alta gama, pero puede ser procesado de forma tan barata como el plástico. Las aleaciones se componen de diferentes metales, como el circonio, níquel, titanio y cobre.
Recoge 12 figuras en 3D creadas a partir del diálogo entre geometría y álgebra
Teresa Guerrero | Madrid
¿Qué tienen en común un limón, un cruasán y una peonza? ¿Por qué un árbitro de fútbol evita situarse en el centro del estadio cuando el público grita desde las gradas? Las respuestas están en las matemáticas. La asignatura que tantos quebraderos de cabeza da a muchos estudiantes es una disciplina esencial para entender el mundo que nos rodea y las formas de los objetos que tenemos alrededor.
A pesar de su mala fama, las matemáticas no son aburridas ni difíciles si se explican bien. De hecho, se trata probablemente de uno de los campos en los que la imaginación desempeña un papel más destacado. La Fundación La Caixa y la Real Sociedad Matemática Española se han propuesto demostrarlo con su exposición ‘Imaginary. Una mirada matemática‘, que podrá visitarse hasta el 6 de junio en la sede de Cosmocaixade Alcobendas (Madrid).
A menudo oímos tópicos sobre lo complicadas que son las matemáticas, pero lo cierto es que nos ayudan a entender la complejidad del mundo de la manera más simple posible. En esta exposición vamos a descubrir que, debido a la convergencia entre álgebra y geometría, cualquier ecuación puede dibujarse en el espacio y la figura así generada puede comprenderse a través de su ecuación.
Zitrus. x² + z² = y³ (1 – y)³
Esta figura no es un limón. Es un modelo matemático que nos ayuda a entender mejor las propiedades de la forma que tiene el limón. Las ecuaciones nos permiten construir modelos matemáticos que nos ayudan a estudiar mejor la forma de las cosas.
Científicos estadounidenses y canadienses han creado el material más resistente y fuerte conocido hasta la fecha. Se trata de un cristal metálico compuesto por paladio (90%), plata, germanio, silicio y fósforo.
Este nuevo ‘supermaterial’ es extraordinariamente fuerte y tan resistente como el acero, según publica esta semana la revista ‘Nature Materials’. La fuerza se refiere a su capacidad para soportar peso y su resistencia, a los golpes que puede absorber sin romperse. Esta es la primera vez que los científicos encuentran un material capaz de aunar estas dos características con un grado tal alto de satisfacción. El líder del equipo investigador responsable del hallazgo es Marios Demetriou, del Instituto Tecnológico de California (EEUU),
Normalmente, los cristales metálicos están formados por metales, pero su estructura atómica, en vez de ser cristalina, es similar al cristal de las ventanas. Además, aunque los cristales metálicos son bastante fuertes, cuando empiezan a resquebrajarse, se rompen en seguida. Sin embargo, el nuevo ‘supermaterial’ se deforma antes de romperse.
El mayor inconveniente del nuevo material es su precio. Su compuesto principal, el paladio, vale más de 19.000€/kg así que de momento sólo tendrá aplicaciones médicas, como la curación de fracturas óseas.
LA PLATA.- 2011 verá nacer, imponente, al planetario más moderno de América del Sur. Ubicado en los terrenos del Paseo del Bosque de la ciudad de La Plata, el megaemprendimiento académico contará con la más avanzada tecnología en 3D que permitirá simular fenómenos espaciales y «recorrer» lugares históricos e impensados.
La obra, ideada por un grupo de docentes y alumnos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que ganó un concurso para el proyecto, comenzará a ser construida en los primeros meses de 2011, estimaron ante La Nacion fuentes de esa entidad educativa, y será financiada por el gobierno provincial, que aportará unos 8.500.000 pesos.
Con el lema «Turismo Cultural y Científico», el moderno edificio, que contará con más de 1200 metros cuadrados, formará parte del atractivo paisaje que otorgan a la capital bonaerense el reconocido Museo de Ciencias Naturales, el Zoológico y el antiguo Observatorio Meteorológico.
El edificio contará con dependencias de administración y producción, una sala de planetario de 642 metros cuadrados, un área pública donde habrá una biblioteca, un salón de usos múltiples, aulas, bar, hall didáctico y un espacio para exposiciones transitorias de 685 metros cuadrados.
No se tratará de un planetario común. En su interior no sólo se reproducirá el sistema solar y otros sistemas planetarios, y curiosidades del espacio, sino que los visitantes podrán disfrutar de documentales sobre la bóveda celeste, lugares históricos y otro material científico en tres dimensiones.
Nuestra recomendación diaria de artículos curiosos publicados en la blogosfera, nos lleva hoy hasta «Tecnología Obsoleta«, la bitácora personal de Alejandro Polanco Masa (más conocido como alpoma) en la que podemos encontrar anotaciones tan interesantes como «La torre infernal», que describe los detalles e historia de un escalofriante proyecto iniciado durante la Guerra Fría.
Echando un vistazo a la foto puede parecer que se trata de una torre de comunicaciones situada junto a un poblado cualquiera. Nada más lejos de la realidad, las siglas que forman su nombre – BREN – delantan los extraños fines para los que fue construida; «BREN» es el acrónimo de «Bare Reactor Experiment, Nevada».
Efectivamente se trata de una mastodóntica estructura de 465 metros de altura (más alta que las Torres Petronas) y 345 toneladas de peso, compuesta por 51 secciones de 30 pies de acero de alta tensión y un montacargas, ubicada en el área atómica de pruebas de Yucca Flat, Nevada (EE.UU.) y con el objetivo de realizar todo tipo de experimentos nucleares para determinar las posibles consecuencias que pueden sufrir distintos organismos y tejidos vivos por la radiación.
La torre es sujetada por cinco cables gigantescos que aseguran su estabilidad aguantando vientos de hasta 200 kilómetros por hora. Junto a ella se construyó un poblado con casas que imitan a las que existían en Hiroshima durante el bombardeo atómico para poder elevar el reactor nuclear a distintas alturas de la torre y monitorizar el daño biológico que causaba la emisión en todo el perímetro
La bacteria se reproduce y sella las grietas - Universidad de Newcastle / NeoTeo / ABC.es
Ciencia
Modificada genéticamente, consigue rellenar grietas en los edificios al reproducirse y segregar una especie de «pegamento» tan resistente como el hormigón.
Científicos de la Universidad de Newcastle ha modificado genéticamente una bacteria que se encuentra en los sueldos de casi todo el mundo para que adquiera la capacidad de rellenar las aberturas y grietas que se producen en estructuras de concreto. Cuando se encuentra en contacto con el cemento, esta bacteria se reproduce y segrega carbonato de calcio y una especie de pegamento que, juntos, poseen una solidez semejante a la del concreto. Sus creadores afirman que es el fin de las grietas, pero ¿no podrían resultar peligrosas?
¿Quien no ha visto una grieta en una pared? Las estructuras rígidas, aún las que mejor han sido construidas, tienen una inconveniente tendencia a rajarse. Por eso los ingenieros refuerzan sus obras más importantes con hierros, buscando la manera de proporcionar mayor solidez al conjunto. Pero aunque no lleguen a poner en peligro la estabilidad de un puente o edificio, las fisuras que se presenten en muros y fachadas deben ser selladas, ya que la acción de la lluvia y demás elementos puede convertir una pequeña grieta en un gran problema. Es difícil estimar cuanto dinero se gasta en el mundo reparando ese tipo de daños, pero seguramente no debe de ser una cifra pequeña.
La nanotecnología y los nuevos materiales, con asombrosas prestaciones de resistencia, modificarán el concepto de arquitectura. Los profesionales deben involucrarse con los avances tecnológicos.
Quizás la tecnología, y más concretamente la nanotecnología, puedan suponer una revolución sin precedentes para nuestras viviendas, ciudades y las futuras edificaciones en general.
La nanotecnologíasupone la manipulación y aplicación de materiales, aparatos y sistemas funcionales a través del control de la materia a nano (1/80.000 de micrón) escala, y la explotación de fenómenos y propiedades de la materia a nano escala. Nuevos materiales con prestaciones asombrosas de resistencia (sísmica, incendios), respuesta al medio (calor, frío), ahorro energético, seguridad, higiene y salud, podrán producirse a bajo costo.
Veamos algunos ejemplos que ya están vigentes en nuestro medio. El hormigón ductal, un hormigón armado con fibras metálicas, con resistencia entre seis a ocho veces superior al tradicional, pero mas dúctil. El hormigón con fibra de vidrio, con barras de refuerzo V-ROD incorporado, para puentes y edificios cercados por el mar o en contacto con un medio ambiente húmedo. Y el hormigón translúcido, que incorpora la fibra óptica, permitiendo el paso de la luz.
Experimental set-up at the FLASH laser used to discover the new state of matter. (Credit: Image courtesy of University of Oxford)
El Kevlar, que se aplica como revestimiento en columnas de puentes y edificios, y es cinco veces más resistente que el acero; la fibra de carbono, cuyo uso se ha convertido estratégico y obligatorio en el sector de la aeronáutica, en términos tecnológicos y económicos.
Aquí mismo, una investigadora y docente universitaria cordobesa (Argentina), desarrolla un proyecto de construcción sustentable a partir de ladrillos y bloques para techos y muros de geometría y tamaño similar a los ladrillos tradicionales, con la tecnología que combina cemento y cáscara de maní. El resultado, un material liviano, poroso y rígido, con excelentes condiciones de aislación térmica y con características similares a los paneles de madera industrializados.
Otros materiales son los polímeros, tanto los naturales (madera, algodón, cuero o seda) como los artificiales (poliéster, pvc, nailon, acrílico, teflón), cuya versatilidad favorece sus aplicaciones en el campo textil, automovilístico, farmacéutico e informático. Y el Alón, principal candidato para sustituir al vidrio laminado de la industria (dióxido de silicio con impurezas). Constituido principalmente por oxinitruro de aluminio, una cerámica policristalina transparente de alta dureza (por lo menos cuatro veces más que el vidrio) y excelente resistencia térmica (superior a 1.000 ºC), es un aislante natural de las radiaciones infrarrojas y es 30% más ligero y 40% menor en espesor que su contraparte el vidrio laminado. Se lo conoce popularmente como “aluminio transparente”.
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