La ONCE dedicará un total de 44 cupones a los monumentos y lugares españoles que son Patrimonio Mundial de la Unesco, una acción con la que se suma al 40 aniversario de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural.
Según informó este martes la Organización Nacional de Ciegos Españoles, la serie de cupones, que comienza en noviembre de 2012 y está previsto que finalice a mediados de 2013, reúne todos los lugares y monumentos del Estado español que están inscritos en esta Convención y cada cupón tiene una emisión de cinco millones de unidades.
La colección arranca con el cupón dedicado a la obra de Gaudí, correspondiente al 5 de noviembre. El Monasterio y Real Sitio de El Escorial será la imagen del día 6, mientras que la Catedral de Burgos será el motivo del cupón del 7 del mismo mes.
Continúa la serie el 26 de noviembre con el cupón dedicado a la Alhambra, Generalife y Albaicín de Granada. El Centro Histórico de Córdoba es la imagen del día 27, mientras que la del 28 estará protagonizada por la Cueva de Altamira y el Arte Rupestre Paleolítico de la Cornisa Cantábrica. El jueves 29, la Ciudad Vieja de Segovia y su Acueducto serán el motivo del cupón.
Los Premios Enor, entregados en Vigo, homenajean a Souto de Moura.
Javier Armesto / La Voz
Centro Cultural Novacaixagalicia de Vigo Calle de Colón 26, Vigo -kedin.es
En solo cinco años, los Premios Ascensores Enor de Arquitectura han conseguido auparse como unos de los galardones de más prestigio en España, apoyados en la calidad de los proyectos y en la de los miembros del jurado. Uno de sus integrantes fue, en ediciones pasadas, el portugués Eduardo Souto de Moura, que recibió un homenaje durante la gala de entrega de los Premios Enor 2011 celebrada este lunes en el teatro del Centro Cultural Novacaixagalicia, de Vigo.
El presidente del consejo de administración de Enor, Ángel Santorio, dijo que Souto ejemplifica los rasgos de lo que debe ser la arquitectura como respuesta a las necesidades humanas. «El jurado que le concedió el Pritzker destacó en ella que, tras su apariencia simple, está imbuida de inteligencia, seriedad y rigor», recordó Santorio.
Este año, el ganador del Gran Premio Enor fue el arquitecto andaluz Juan Domingo Santos, por el Museo del Agua de Lanjarón (Granada). Ubicado en unas antiguas construcciones utilizadas como matadero municipal, la intención era preservar el entorno natural de la especulación urbanística mediante la creación de un itinerario que relaciona la nueva actividad con las infraestructuras de agua y algunas arquitecturas próximas como molinos y un antiguo lavadero público. Delante del conjunto se ha dispuesto una plaza de naranjos ligeramente elevada del suelo, con prefabricados de hormigón apilados y troncos de eucalipto de diferentes tamaños que se inundan temporalmente con el agua de la acequia, lo que configura un espacio con aspecto diferente a lo largo del día.
El fallo destaca «la sensibilidad con la que se recuperan construcciones carentes de valor con un recuerdo colectivo lastrado por su uso anterior, y se consiguen unos valores que amplifican las resonancias que el contenido del museo pueda mostrar».
El jurado, presidido por César Portela, la considera la mejor obra de la península.
MAR MATO – VIGO Corren momentos difíciles para la arquitectura. Si no, que se lo pregunten al Museo del Agua de Lanjarón, en Granada, asentado sobre un antiguo matadero. Si hablara, diría que, a pesar de su juventud –fue inaugurado el 13 de febrero de 2010– y de ser finalista en los premios Saloni y la XI Bienal de Arquitectura, se encuentra abandonado.
Hasta una plataforma ciudadana ha reclamado su reapertura criticando que el alcalde lo hubiese cerrado «a los 20 días de tomar posesión» y que, incluso, tenga en mente convertirlo en un tanatorio. Frente a esta controversia, el edificio lucha contra el olvido. Los últimos en apoyarlo, los miembros del jurado de la V Edición de los Premios Ascensores Enor de Arquitectura, presididos por el gallego César Portela que ayer le otorgaban en Vigo al creador del museo, Juan Domingo Santos (Granada, 1961), el Gran Premio Enor.
El galardón reconoce esta obra como la más destacada del último año en toda la península. Un total de 350 obras (más de 60 gallegas) aspiraban a esa distinción en un certamen que ayer tuvo su colofón en una gala en el Teatro Novacaixagalicia de la ciudad olívica donde se dieron cita arquitectos llegados de todos los puntos de España y Portugal.
Foto de Jorge Luis Borges tomada en 1969 en el Hôtel des Beaux Arts (París), lugar donde murió Oscar Wilde y donde el mismo Borges manifestó su deseo de morir. Wikipedia
El Parque de las Ciencias de Granada acoge desde este viernes y hasta el 15 de marzo la exposición ‘Arquitectura Escrita‘, que aborda la estrecha y compleja relación entre la literatura y la arquitectura desde los orígenes de la vida humana hasta la actualidad.
Todas las maquetas han sido elaboradas por estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Granada y la de Munich tras un estudio completo y minucioso de todas las obras. De este modo, se pone de manifiesto la fructífera relación que han mantenido siempre las Artes y la Letras con el objetivo de transmitir al espectador cómo hay muchas más cosas que unen a los diferentes campos de la cultura que las que los separan.
Todos ellos definen y evocan lugares que en la literatura han desempeñado un papel tan relevante como el de los mismos personajes humanos, hasta constituir un terreno privilegiado de cristalización del imaginario arquitectónico de una época.
En la exposición las creaciones literarias comparten espacio con maquetas y otros elementos gráficos, construidos por estudiantes de escuelas de Arquitectura de Munich y Granada
El Parque de las Ciencias de Granada acoge hasta el próximo 15 de marzo la exposición «Arquitectura escrita», que aborda a través de maquetas y otros materiales gráficos la estrecha y compleja relación que ha existido a lo largo de siglos entre la literatura y la arquitectura.
La muestra, coproducida por el Círculo de Bellas Artes de Madrid -donde ya estuvo expuesta-, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, el Artchitekturmuseum de Munich y el centro científico granadino, recorre más de 5.000 años de historia de relación «entre el escribir y el construir», desde la antigüedad a la actualidad.
En la exposición las creaciones literarias comparten espacio con maquetas y otros elementos gráficos, construidos por estudiantes de escuelas de Arquitectura de Munich y Granada, que materializan, por primera vez, construcciones dibujadas anteriormente sólo con palabras.
Según sus promotores, desde el Poema de Gilgamesh hasta los escritores contemporáneos, las arquitecturas imaginadas a menudo han desempeñado en las obras literarias un papel relevante como el de los personajes humanos y en muchos autores subyace necesariamente un arquitecto.
Un grupo de cinco equipos de arquitectos de procedencia española y portuguesa han asumido el encargo de presentar propuestas para reordenar los accesos a la Alhambra, en lo que consideran un reto complejo por las dificultades que entraña cualquier intervención en el monumento más visitado de España.
Se trata de los cinco grupos que han sido seleccionados de entre 41 de 10 nacionalidades que han concurrido al concurso internacional de ideas para reordenar la zona de entrada y salida de la Alhambra, y que este martes han visitado el monumento para entrevistarse con los representantes del Patronato en una primera toma de contacto antes de acometer el diseño de los anteproyectos que presentarán.
Entre ellos figura el portugués Álvaro Siza, para quien la topografía de la zona y el flujo de visitantes a la Alhambra, que recibe una media anual de dos millones de turistas, lo convierte en un proyecto «dificilísimo».
Siza, para quien la posibilidad de que el entorno de la Alhambra cuente con un edificio suyo supone «un sueño» y «una gran responsabilidad», participa en un mismo equipo junto al también arquitecto Juan Domingo, que considera que la mayor dificultad a la que se enfrenta el proyecto es la de insertarlo «en un contexto histórico patrimonial de difícil topografía«.
Sensible con la Alhambra
Otro de los equipos seleccionados es el estudio sevillano de arquitectos Cruz y Ortiz, que aunque al igual que el resto no tienen aún definido su propuesta, tienen claro que será «un edificio actual» en cuyo diseño tendrán en cuenta, más que el estilo, la «sensibilidad, sutileza y sensualidad» de la Alhambra, ha explicado a los periodistas al término de la reunión Antonio Cruz.
Para el granadino Antonio Jiménez Torrecillas, la conexión de Granada con el paisaje será fundamental a la hora de abordar el proyecto con el que concurrirá al concurso y que diseñará junto a Joan Louis Carrillo, quien dice haber tenido siempre a los palacios granadinos como referencia en su arquitectura.
Los otros dos equipos preseleccionados son los de Antonio Tejedor y Manuel Aires, que pretenden hacer una propuesta de arquitectura «contemporánea y compatible» con el entorno de la Alhambra; y el del arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, que asume como un reto la posibilidad de construir la puerta de acceso al monumento.
Cinco equipos de arquitectos diseñarán su proyecto de pabellón de acceso al monumento. Los seleccionados dan pocas pistas sobre sus edificios, se quejan de la falta de tiempo para trabajar y coinciden en que ganar el concurso sería «un sueño»
En febrero entregarán sus anteproyectos Álvaro Siza, el estudio sevillano Cruz y Ortiz, el granadino Jiménez Torrecillas junto a Joan Louis Carrillo, el equipo de Tejedor y Manuel Aires y el del sevillano Vázquez Consuegra
Elena Llompart / Granada |
La edificación del Atrio de la Alhambra -la nueva área de recepción de visitantes que se alzará en el espacio que actualmente ocupa el pabellón de accesos, la Plataforma del Agua y los espacio colindantes- correrá a cargo de uno de los cinco equipos de arquitectos que han resultado elegidos en la primera fase del concurso de ideas para el diseño de esta puerta de entrada y salida al monumento nazarí.
Estos cinco grupos de profesionales, de procedencia española y portuguesa, han sido seleccionados por su currículum y sus obras en una primera criba del concurso, convocado por el Patronato de la Alhambra y el Generalife en el marco del Plan Director del recinto, que tiene su horizonte hasta 2015. Un total de 41 grupos de diez nacionalidades concurrieron a esta primera fase de selección.
El Guadalquivir a su paso por Córdoba. Foto: Wikipedia
Las viejas dinastías dejaron por toda al-Andalus su sello cultural. Una ruta redescubre aquellas dos culturas religiosas, a caballo entre los reinos taifas y el periodo nazarí. Es un itinerario que une Cádiz y Granada por los paisajes y pueblos más bellos de Andalucía.
Texto | Fotos: Manuel Mateo Pérez
Algeciras y Tarifa, Castellar y Jimena, Cádiz y Jerez de la Frontera, Ronda y Málaga, Antequera y Granada. Y por mitad de todas ellas un reguero de pueblos y ciudades pequeñas que conforman una de las rutas turísticas más extensas y bellas de cuantas cicatrizan Andalucía. Es la Ruta de los almorávides y los almohades, un fascinante itinerario cultural vertebrado por la historia, puesto en marcha por el legado andalusí, una de las instituciones culturales más inquietas y sólidas del sur peninsular.
La historia comienza así. Camino de la última frontera, las huestes cristianas debieron avanzar allá por 1480 con el corazón encogido por la zozobra y la impaciencia. Apenas quedaban doce años para alcanzar la capital del último reino musulmán que a duras penas sobrevivía en la Península. La monarquía nazarí aguardaba resignada el momento de la claudicación y el exilio.
Tiempo atrás, el Reino de Granada había heredado la grandeza que dos soberanas dinastías amasaron en al-Andalus. Curtidos en la aspereza de la tierra bereber, los almorávides primero y los almohades después hallaron al sur de la Bética los prados, el agua, la luz y el ánimo donde hacer realidad sus más excelsos sueños. Buscaron al este los antiguos puertos del Mediterráneo andalusí y subieron luego hasta el valle del Ebro para dejar constancia de su empuje militar.
La Alhambra y Sierra Nevada son la imagen por antonomasia de Granada.
Granada se merece una reconquista pacífica y abierta. Toda ciudad esconde varias ciudades. Y proponemos descubrir este otoño la Granada de los cuatro elementos. Tierra, aire, agua y fuego y sin coger el coche.
Hasta el siglo XVI fue la capital del antiguo Reino de Granada y en el escudo municipal ostenta los títulos de «Muy noble, muy leal, nombrada, grande, celebérrima y heroica ciudad de Granada».
DIARIO DE VIAJE :: ESPAÑA Granada, tierra de moros y poetas
La Alhambra, la vieja Catedral y otros tesoros de la mítica ciudad andaluza, punto de encuentro de culturas y cuna de García Lorca.
GRANADA (EFE).- El proceso de restauración de la fuente de los leones de la Alhambra, que culminará en 2010, ha desvelado que cada una de las piezas tiene un peso, perfil, cabeza y talla distintos, así como rasgos distintivos que diferencian a unos de otros, lo que lleva a pensar que fueron elaborados por varias manos.
Así lo ha adelantado hoy la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, María del Mar Villafranca, que ha considerado éste un importante avance en el conocimiento de los rasgos artísticos de estos doce leones que hacen las veces de surtidores de agua de la fuente del patio más famoso del monumento nazarí.
La zona de los Palacios Nazaríes de la Alhambra de Granada será el año que viene más transitable para todos, gracias a un proyecto que pretende mejorar la accesibilidad del conjunto histórico y monumental, en especial para las personas con discapacidad.
El proyecto, impulsado por la Junta de Andalucía, la Obra Social La Caixa y el Patronato de la Alhambra, está ya en marcha y quiere que las alrededor de 150 personas con discapacidad que pasan cada día por el conjunto monumental patrimonio de la humanidad hagan una visita más cómoda y autónoma a sus palacios y jardines.
Para ello, ha explicado Francisco Lamolda, arquitecto conservador de la Alhambra, se trabaja en soluciones de «arquitectura efímera», es decir, en las que hacen que un lugar sea accesible para todos sin que se note. Se trata, pues, de respetar el monumento, al tiempo que se le incorpora mobiliario urbano accesible o reparado, aseos también accesibles y señalizados, y accesos que incluyan las ayudas técnicas y nuevas tecnologías en la comunicación, para facilitar el tránsito a todo el mundo.
«No puede haber civilización sin ciudades«, escribe Saul Bellow, «pero hay ciudades sin civilización«. Él se refiere a Chicago, la ciudad de los terribles inviernos sin misericordia de la gran Depresión; yo leo la novela en la que vienen esas palabras, The Adventures of Augie March, una mañana de agosto, en Madrid, sentado al fresco de los plátanos y los magnolios gigantes del paseo del Prado, que es una de las islas más indudables de civilización que pueden encontrarse en una ciudad europea, y por donde paso tantas veces camino de algunas de las instituciones más civilizadas que conozco: el Museo del Prado, la Real Academia, el Thyssen, el Botánico, el Reina Sofía, las librerías de viejo de la cuesta de Moyano, sin olvidar el añadido más reciente, la extraordinaria sede de la Fundación La Caixa, con su jardín vertical y sus viejos muros de ladrillo como suspendidos en el aire, una nave industrial de hace un siglo levantada sin peso en la ciudad del presente.
Uno de los rasgos de la civilización es que siempre es más frágil de lo que parece y siempre está amenazada. Un poco más arriba del paseo del Prado y del de Recoletos se abrió en la ciudad en los primeros años setenta el cráter imperdonable de la plaza de Colón, que no es una plaza sino un descampado sin alma de torres especulativas y tráfico como de autopista, con algo de urbanismo apocalíptico suramericano. En el paseo del Prado y en Recoletos se puede caminar siempre al amparo de los árboles: en Colón uno se ve arrojado a una intemperie de sol homicida o de vientos invernales, arreado en manadas para cruzar a toda prisa los pasos de cebra. La llamada plaza de Colón es una muestra infame de lo que estaban haciendo con las ciudades los planificadores, los teóricos del urbanismo y los grandes expertos en los años sesenta y setenta, cuando la capitulación institucional ante los intereses de los especuladores y de los fabricantes de coches aún se revestía con la máscara conveniente de la modernidad, del progreso implacable. Le Corbusier y sus discípulos alumbraban el camino del porvenir, que más que un camino resultaba ser una gran trama de autopistas. Hasta bien entrado el siglo XX las tecnologías del transporte colectivo se habían integrado sin quebranto en el tejido de las ciudades y habían contribuido a su expansión orgánica: las líneas de metro y de tranvías permitían el nacimiento de nuevos vecindarios hechos a la medida de los pasos humanos; los tranvías circulaban con la misma eficacia por las calles sinuosas de los cascos antiguos y por las perspectivas despejadas en las que las ciudades se abrían al campo. Cuando yo llegué a Granada, en 1974, acababan de clausurarse las líneas de tranvías, que comunicaban el centro de la ciudad con la Vega del Genil y con las estribaciones de Sierra Nevada. En Granada todavía quedan nostálgicos del tranvía de la Sierra, construido por un ingeniero ilustrado que se llamaba Santa Cruz, al que fusilaron los matarifes falangistas en el verano de 1936. Uno tomaba el tranvía en una acera arbolada de la ciudad y subía en él por la orilla del Genil hasta las laderas colosales del Veleta.
Cartel de 'Se Vende' delante del mirador de San Nicolás, en el barrio del Albayzín, en el año 2003. | EFE
EL ALBAYZÍN, EL BARRIO DONDE LAS VIVIENDAS VALEN EN FUNCIÓN DE DÓNDE MIRAN SUS VENTANAS
En el Albayzín el metro cuadrado cuesta casi 1.000 euros más que la media de la ciudad
Más de 130 viviendas del barrio, incluidas casas moriscas, han sido declaradas en ruinas
CARLOS AVILÉS
GRANADA.- Como saben los sufridos turistas que se acercan hasta él, empeñarse en ‘escalar’ el Albayzín puede ser agotador. Tras cada cuesta empinada que acaba enseguida comienza otra, y luego otra más, de modo que aquí, cuando no se sube, se baja. Exactamente lo mismo ocurre con los precios de las viviendas, cuyo atractivo estético hace imposible no detenerse para contemplarlas.
«¿Vas a comprarla?» dice por detrás una voz. Quien pregunta es Carmen, vecina del barrio de siempre. «Aquí ya nadie compra, sólo venden. Además, ¡si [la casa] está que se cae!», dice entre burlona y apenada. Tras esta breve interrupción reparamos en los carteles -los hay a montones- de «Se vende» y paneles informativos de la Junta de Andalucía que avisan sobre algún plan de rehabilitación, que cuelgan de los balcones de los inmuebles.
Los números son claros. «Las ventas se han reducido en un 60%» asegura Andrés Muñoz, director comercial de Oasis, inmobiliaria que se dedica a la compraventa de inmuebles en la zona. Sobre el motivo de este descenso dice: «Antes el principal inversor -el 80% aproximadamente- era el extranjero, anglosajón, que abandonaba su país para adquirir aquí un inmueble con el que montar un negocio de hoteles y vivir así un retiro dorado. Con la crisis del sector y la depreciación del dólar y la libra, dejaron de comprar«.
GRANADA.- Los arquitectos Juan Miguel Hernández de León y Mikel Landa y el historiador de esta disciplina artística William J.R. Curtis han criticado la proliferación de edificios «icono» en medio mundo. Los tres han pedido que, en tiempos de crisis, se busque una arquitectura sostenible y comprometida socialmente.
Estas opiniones forman parte del debate sobre arquitectura sostenible que sirvió de pistoletazo de salida para el encuentro cultural ‘Hay Festival Alhambra 2009‘, que durante cuatro días reunirá en Granada a escritores, intelectuales, periodistas y artistas, procedentes de numerosos países, en esa fiesta de la palabra que es cada edición de este festival.
La Alhambra es, según Curtis, «un microcosmos de mundos y culturas solapadas, un mito edificado, un poema en tres dimensiones», y en uno de los palacios más significativos de este recinto, el de Carlos V, se habló de arquitectura y se planteó la necesidad de alcanzar nuevos modelos, más adecuados a los tiempos que corren.
La Alhambra muestra en sus paredes más de 10.000 inscripciones en árabe.
Descifran un tercio de las 10.000 frases que el edificio árabe tiene en sus paredes y constituyen uno de los secretos más antiguos de España.
Por: Giles Tremlett
The Guardian. Especial para Clarín.
Uno de los misterios históricos más antiguos de España está a punto de ser resuelto gracias a que un grupo de especialistas se encuentra abocado a la tarea de descifrar y traducir más de 10.000 inscripciones en árabe que adornan las paredes del palacio de La Alhambra, en Granada.
Las intrincadas inscripciones árabes talladas en los techos, columnas y muros interiores de la imponente fortaleza en la cumbre fascinan a los visitantes desde hace tiempo. Hay desde fragmentos de poesías y versos del Corán a brillantes aforismos, piadosos votos y jactanciosos slogans.
Parador de Granada El placer de cumplir un sueño Para muchos es un sueño dormir en la Alhambra. Hemos leído tantas historias sobre el palacio nazarí de Granada, incluidos los cuentos de Washington Irving… Este es uno de los privilegios de dormir en el parador de Granada. Parece casi una aventura llegar por sus senderos empedrados y cruzar ese portalón en medio de la muralla rojiza de la Alhambra que le sirve de entrada. Una vez dentro, las cosas cambian. Porque no es precisamente de estilo nazarí, sino que ocupa un antiguo convento construido por los Reyes Católicos sobre uno de estos palacios árabes del que afortunadamente se conservan algunos restos en la llamada Sala Nazarí.
Desde 2002, un ambicioso poyecto busca traducir 10.000 inscripciones que adornan de piso a techo la ciudadela mora. Ya se encuentra un tercio del material disponible en un CD, con palabras sueltas, poemas y versos del Corán, y en el futuro podrá accederse por Internet
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