Zuu El monasterio más antiguo de Mongolia se erige sobre las cenizas de la capital del viejo imperio. Como otros templos, lucha por recuperar la tradición budista, aniquilada tras años de dominio ruso
CARMEN PÉREZ-LANZAC
El águila clava los ojos en el viajero. El animal, de dimensiones descomunales, reposa sobre un tronco a las afueras del monasterio de Erdene Zuu a la espera del valiente que se atreva a posar en su brazo esas garras del tamaño de un balón de fútbol. No hay candidatos para retratarse con ella y su dueña mata el tiempo mandando mensajes por el móvil.
Estamos en un valle en el corazón de Mongolia donde el concepto en medio de ninguna parteadquiere todo su significado. Bajo esta hierba verde intenso que ahora pisa el viajero se levantó una vez Karakorum, la primera capital del temido imperio mongol. De ella no queda ni un triste recuerdo, asolada una y otra vez por los enemigos de los crueles mongoles. Bueno, algo sí queda: dos rocas con forma de tortuga que un día delimitaron las fronteras de la ciudad, el centro neurálgico de un imperio creado de la nada por el joven jefe de una tribu nómada. Ghengis Khan (el Príncipe universal) mira ahora al mundo desde la etiqueta del vodka más popular del país. Tiene cara de pocos amigos. No esperábamos menos del hombre que a los 13 años asesinó a su hermanastro por robarle un pescado.
Pedestales de una columnata, Alcalá de Henares, España .- ÁLVARO GARCÍA
Abre al público el foro construido en la ciudad hace 20 siglos
RAFAEL FRAGUAS – Alcalá de Henares
Alcalaínos y forasteros pueden acceder desde hoy mismo, gratuitamente hasta diciembre, a uno de los principales tesoros de la madrileña ciudad del saber: Complutum, germen romano de Alcalá de Henares, situado al sur de esta ciudad madrileña a 35 kilómetros de Madrid, patria de Miguel de Cervantes y celebérrima universidad. Con fondos del Gobierno, a impulso de la Comunidad de Madrid y por insistencia municipal desde hace 20 años, el foro romano de Complutum ha sido transformado, 20 siglos después de su fundación, en un ameno museo al aire libre. Se despliega junto al camino del Juncal y la calle de Gonzalo Gil, en el barrio de los Reyes Católicos, de sólida trama urbanística, hoy poblado por unos 30.000 habitantes.
El nuevo museo incluye vestigios arqueológicos que definen una trama urbana de monumentos, instalaciones, viviendas y vías públicas de una extensión estimada en 50 hectáreas, donde se irguió un foro del que se han conservado un pórtico, una basílica, termas transformadas en curia, más mercado, villa – la Casa de los Grifos, provista de pinturas murales valiosísimas-, así como alcantarillado, cloacas y criptopórtico, un edificio subterráneo sobre el que descansaban otras construcciones y que, en este caso, fue presumiblemente transformado en archivo por sus moradores.
Fumes from indoor cooking fires kill more than 2 million children a year in the developing world. MIT engineer Amy Smith details an exciting but simple solution: a tool for turning farm waste into clean-burning charcoal.
Vista. Desde el río, el edificio Balcón de Buenos, recompone un frente urbano.
Urbano | Concurso Nacional | Dársena Norte
Los proyectos premiados en el concurso para reurbanizar Dársena Norte. Cómo son las estrategias para la integración del área costera con el Microcentro porteño.
El concurso internacional para el sector urbano del entorno de Dársena Norte ya tiene un ganador: se llevó el primer premio la idea de Sara Claudia Ciocca que utiliza pasarelas peatonales elevadas para sortear las barreras urbanas de Avenida Madero y Catalinas Norte.
El propósito del certamen, promovido por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCABA), organizado por la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y auspiciado por la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA); fue evaluar propuestas para la integración y el desarrollo del área urbana que rodea a ese sector portuario. Acuaron como asesores del concurso Heriberto Allende (SCA) y Antonio Ledesma (GCABA).
Arq. Antonio Ledesma
Dársena Norte se emplaza en un punto cercano al área central de la ciudad y es la continuación norte de Puerto Madero. Se trata de un sitio clave, en el que convergen importantes sistemas de transporte y vías de comunicación. Además, está muy próximo a la zona de mayor concentración comercial, financiera y administrativa del país.
Básicamente, el área es una franja de tierra que rodea, por tres lados, al cuadrilátero de agua que oficiaba de entrada a los diques del viejo Puerto Madero. Ese espacio navegable tiene 1.400 metros por 1.100 y es usado por la Prefectura Naval y embarcaciones que brindan servicios fluviales hacia Uruguay. En la actualidad, la franja de tierra que rodea a la dársena exhibe una variedad de situaciones con usos consolidados y áreas en transformación. Entre los sectores destacados cuentan el predio de los ex talleres de Tandanor, el Hotel de los Inmigrantes, el Apostadero Naval y el conjunto edilicio de Catalinas Norte.
El jurado del concurso, presidido por el arquitecto Héctor Lostri e integrado por los arquitectos Alvaro Arrese (por los participantes), Mario Sabugo (por la SCA), Alberto Sbarra (por FADEA), Mónica Giglio, Horacio Barcellandi y Pablo Ibáñez (por el GCABA), y Pablo Katz (jurado internacional), otorgó además un segundo y tercer premio, tres menciones sin orden de mérito y una mención de honor.
Los tres trabajos premiados en el concurso internacional para Dársena Norte apuestan fuerte. No es para menos. Es una oportunidad única de terminar de definir un enclave excepcional de la ciudad.
Ya lo entendió así Eduardo Le Monnier cuando proyectó en 1913 el Yatch Club Argentino, esa joya de nuestra arquitectura que jalona uno de los extremos de este singular patio de agua. El otro está ocupado por el no menos emblemático Hotel de Inmigrantes, primera morada en nuestro suelo de muchos de nuestros antecesores. También había entendido la importancia de este sitio el equipo del Plan Regulador, cuando en los 60 pensó para Catalinas Norte un conjunto de torres con basamento recorrible, lleno de funciones y unido al Microcentro por puentes peatonales elevados.
Solo se hicieron las torres, pero el basamento, que le daba urbanidad y posibilitaba la visión pública del río, no prosperó por la presión de los inversores.
El primer premio recupera esta idea. Arma un edificio petiso, largo (unas cinco cuadras) y permeable en la planta baja, que desde el río recordará el proyecto del Plan Regulador y, desde la ciudad, oficiará de gran balcón público para disfrutar de las vistas al río. El segundo pone el acento en el Puerto de Cruceros. Coloca un imponente edificio transparente al borde del Antepuerto, con la virtud de generar un lugar estratégico y único para admirar, casi desde el río, el majestuoso perfil de la ciudad. Pero de alguna manera subutiliza las posibilidades funcionales y paisajísticas del singular cuadrilátero de agua. El tercer premio es el más jugado de todos. Tal vez imposible de realizar. Su postura es radical. En vez de hacer que la ciudad llegue al río, invierte la ecuación y hace que el río llegue a la ciudad, casi hasta ahí no más de las torres de Catalinas.
Mega-Construcciones revela alguno de los proyectos arquitectónicos más ambiciosos de nuestra época. Algunos son teóricos, otros están trabajándose. Pero todos deben hacer frente a los desafíos que amplian la definición de qué es posible. Echa una mirada a estos proyectos.
LONDRES.- El príncipe Carlos de Inglaterra intentó bloquear el polémico proyecto ‘One New Change’, diseñado por el famoso arquitecto francés Jean Nouvel (premio Pritzker en 2008) en las inmediaciones de la catedral londinense de San Pablo, según publica el diario británico ‘The Guardian’.
Así lo revela hoy el diario «The Guardian», según el cual el heredero del trono británico escribió en 2005 una carta a la promotora inmobiliaria «Land Securities» en la que pedía que rechazara el proyecto de Nouvel en beneficio de uno de sus arquitectos favoritos, más tradicionalista.
«Ni siquiera había visto el proyecto (de Nouvel), pero se quejó de que le hubiésemos elegido. No quería a ningún modernista», explicó al periódico Mike Hussey, ex director de la empresa encargada del proyecto.
Una exposición en el Palazzo della Cancelleria, junto a la céntrica Plaza Navona de Roma, permite a sus visitantes probar en primera persona cómo funcionaban las máquinas y los inventos que el genio renacentista Leonardo da Vinci diseñó en sus escritos.
Esta muestra, llamada «Máquinas de Leonardo», recrea artilugios como el «carro armado» de madera proyectado por el artista, científico e inventor, y propone un viaje interactivo con maquetas y modelos a escala real que funcionan de verdad.
La exhibición Máquinas de Leonardo, en el Palazzo della Cancelleria, junto a la céntrica Plaza Navona de Roma, permite probar cómo funcionaban las máquinas y los inventos que el genio renacentista anticipó en sus escritos
La Red de Museos de España, que coordinará las actividades de las entidades de titularidad y gestión estatal en todo el país y fomentará la realización de grandes exposiciones, ha recibido luz verde en el Consejo de Ministros tras siete meses de preparación y debate.
Este espacio común de trabajo y diálogo para alcanzar la excelencia de los museos españoles mediante el intercambio de buenas prácticas facilitará la organización de grandes exposiciones en España, así como que las obras propias circulen por todo el mundo.
Un grupo de arqueólogos británicos e italianos ha descubierto en la provincia de Rieti, en el centro de Italia y próxima a Roma, restos de la que creen que podría ser la casa de campo en la que el emperador romano Tito Flavio Vespasiano (9-79 d.C.) pasaba su tiempo de descanso.
Los científicos, según informa hoy el diario italiano «La Stampa», han identificado el perímetro de la construcción y han hallado materiales que decoraban y daban forma a esta antiquísima villa, situada al noreste de la región del Lacio y que pertenecía a alguien poderoso, a tenor de las salas de recepción, las termas y columnatas de las que aún queda rastro.
El esplendor que en otra época pudo tener esta residencia de campo queda particularmente reflejado en la sala principal de la villa, donde aún se pueden ver incrustaciones de mármol policromado proveniente del norte de África.
El artista callejero Azambuja revela los volúmenes ocultos escondidos en la antigua cámara frigorífica del Matadero
POTENCIAL ESCULTÓRICO | Dónde: Matadero de Madrid (Paseo de la Chopera, 14) | Cuándo: Hasta 20 de septiembre
LORENA TOLEDANO
Desde que se inaugurase en 2007, el espacio ‘Abierto x obras’ del Matadero ha cumplido su propósito de convertirse en un laboratorio en el que los jóvenes creadores pueden experimentar e innovar más allá de los circuitos artísticos oficialistas de la capital.
Si en primavera su programación sorprendió con la singular ‘Cámara de inmersión sónica‘ de Francisco López (una experiencia sensorial difícil de olvidar), ahora vuelve a epatar apostando por uno de los artistas más rebeldes de la vanguardia madrileña, el brasileño Marlon de Azambuja (Santo Antonio da Patrulla, 1978).
La paisajista Amalia Robredo recorrió la cuna del Renacimiento italiano y nos relata su visión personal.
Empezamos nuestro itinerario con una visita privada a los depósitos de la Galeria dei Uffici. Después de recorrer enormes escaleras por detrás del museo, llegamos a una pequeña salita. Allí vimos, saliendo literalmente de la oscuridad de un rincón, las acuarelas de plantas exóticas del maestro italiano Jacopo Ligozzi. Todavía conmovidas, caminamos hacia el «Giardino dei Semplici» (un jardín botánico de hierbas), fundado por el naturalista Luca Ghini (1490-1556). Allí nos esperaba la curadora del Orto Botanico que, en solemne ceremonia, nos trajo su tesoro más preciado: el herbario recolectado en el siglo XVI por Michele Merini, alumno de Luca Ghini, uno de los más antiguos del mundo. Desplegó hojas, tallos, flores encoladas e inscripciones de género, especie y un intento por determinar una familia según las características del fruto. Incluía el herbario original de Andrea Caesalpinus, catalogado en orden alfabético tanto en griego como en latín.
Los graffitis por encargo pueden ser, según sus autores, una alternativa para limitar las pintadas incívicas
Una treintena de comercios pactan con ‘grafiteros’ la decoración de sus persianas
EGOITZ GAGO / ÁNGELA MORENO – Barcelona
Barrio del Guinardó de Barcelona. El pasado domingo a plena luz del día. Pau García, de 20 años, estudiante de diseño gráfico y grafitero desde los 14, se reúne con un grupo de amigos para pintar «de legal». Su hermano mayor, Marc, publicista y también vecino del barrio, se ha encargado de coordinar a un grupo de grafiteros y a los comerciantes de la zona para que les decoren las persianas con graffiti por encargo. Ellos los llaman «murales» y los consideran una forma más de expresión artística. Dicen, además, que hacen del paseo del fin de semana algo mucho más divertido: arte en las calles. Y añaden que tienen «enamoradas a todas las abuelas del barrio», que van a verles pintar.
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