Portomarín, importante punto del Camino de Santiago – Foto: Darío Álvarez, noviembre 2007.
DIARIO DE VIAJE :: ESPAÑA
Diego Marinelli
ESPECIAL PARA CLARIN.
Santiago de Compostela es una ciudad tan marcada por el imaginario cristiano que hasta el local de tatuajes más popular del casco antiguo lleva un nombre bastante devoto: Sagrado Corazón. Y ésta es una identidad que le viene de largo, de los lejanos años de la Edad Media, cuando la ciudad gallega se convirtió en uno de los principales centros de peregrinación del cristianismo, en el punto final del legendario Camino de Santiago, por el que miles de fieles marchaban cada año hasta los confines de Europa para visitar la tumba del apóstol.
Pero Santiago es también una ciudad de estudiantes -sede de una de las universidades con más prestigio de España- por lo que en sus bellas y húmedas callejuelas, la solemnidad de las abadías y las iglesias contrasta con el bullicio característico de los grupos de jóvenes con tiempo para derrochar. Así, el laberinto del casco histórico está plagado de bares de tapas y buenos restaurantes especializados en mariscos (Galicia presume de ser una de las comunidades con mejor mesa de toda España), de pubs neblinosos por el humo del tabaco y discotecas en las que se puede bailar hasta las 6 de la mañana un martes cualquiera.
Santa y hedonista a la vez, la ciudad es, por encima de cualquier otra cosa, la meta última del Camino de Santiago, una ruta de peregrinaje que comienza en Roncesvalles, en la frontera con Francia, y atraviesa el norte de España en un recorrido de casi 800 kilómetros jalonados por ciudades como Pamplona, Logroño y León, pequeños pueblos, monasterios de piedra y antiquísimas iglesias, y termina serpenteando por encantadores senderos de la Galicia rural, hasta que finalmente las torres de la catedral de Santiago aparecen recortadas en el gris del cielo gallego.
Este no será un año más para «El Camino», ya que 2010 es Año Santo Xacobeo (cuando la festividad del apóstol, el 25 de julio, cae en día domingo), un momento que no volverá a repetirse hasta 2021. Millones de personas partirán rumbo a Compostela, atraídas no sólo por el clima particularmente festivo que se vivirá en el Camino, sino porque según la liturgia, la peregrinación hacia la tumba de Santiago durante un año santo permite abreviar notablemente la estadía del alma en el Purgatorio. Muchos de los peregrinos serán fieles cristianos, y muchos otros llegarán atraídos por un concepto de la espiritualidad acaso más amplio, vinculado con ideas como la solidaridad, la camaradería y la necesidad de superar los propios límites. Todos ellos, valores que florecen con una particular intensidad a lo largo del Camino.
vía Se hace camino al andar.
El dato
En el siglo XII, el papa Calixto II escribió un texto sobre el Camino que se considera una de las primeras guías turísticas de la Historia.
Informacion
El trazado más famoso de la ruta de Santiago, el llamado «Camino Francés», se extiende por 760 km desde Roncesvalles, en los Pirineos. De todas formas, basta con hacer los últimos 100 kilómetros para obtener la «Compostela», el certificado de que se ha completado el Camino. A lo largo del viaje, el caminante va sellando en monasterios, iglesias o simples bares una cartilla que se compra por un euro al comenzar la travesía y que se canjeará luego por la «Compostela» en la Oficina del Peregrino, situada en el casco antiguo de Santiago. En casi todos los pueblos de mediana importancia hay hospedajes para peregrinos (con habitaciones colectivas, sencillos y muy limpios), en los que se puede pasar una noche (sólo una) por apenas 3 euros. Además, a lo largo de la ruta hay una notable cantidad de antiguas casas rurales que han sido recicladas para recibir viajeros y ofrecen servicios de tipo boutique. El Bono Iacobus es un programa turístico que brinda travesías guiadas, con traslados, comidas y hospedaje en estas casas rurales, algunas de las cuales tienen varios siglos de antigüedad. En cualquier caso, el Camino no presenta mayores complicaciones ya que está perfectamente señalizado con las famosas flechas amarillas que van indicando el recorrido al viajero. En la mochila del peregrino no pueden faltar elementos como una campera de lluvia (en Galicia llueve buena parte del año), gorro, un botiquín con curitas para ampollas. Y zapatos de trekking con algo de uso previo. No hace falta ninguna preparación física especial, ya que no hay grandes subidas, sólo ganas de caminar.
Lo curioso
El «botafumeiro«, es el incensario de la Catedral de Santiago. Se usa en ocasiones especiales o por donaciones de 300 euros.
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Actualización: 26 de marzo de 2010
Guía Repsol te descubre todos los secretos del Camino y cómo disfrutar recorriendo sus distintos itinerarios, su gastronomía y sus rincones más inéditos.
Actualización: 8 de agosto de 2010
Way Of St. James in Santiago de Compostela – by Mary Amat, placesonline.com
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