Reclamo publicitario de The Icecreamists, helados punk y sexy que hacen las delicias de los madurialistas.- ElPais.es
Los expertos predicen que éste va a ser el año de la localización
XAVI SANCHO – Barcelona
– Qué es el dónde. Si nos debemos ajustar a las predicciones realizadas por algunos de los gurús de las tendencias globales, la principal conclusión respecto a 2010 es que éste será el año de la localización. Más que nunca, el código postal definirá las manifestaciones culturales y estéticas, las formas de relacionarnos y los nuevos estereotipos posmodernos. Según Ane Lise Kjaer, experta en definir prototipos a partir de tendencias incipientes, «este año vendrá marcado por lo emocional y por los contrastes entre lo público y lo privado, pero sobre todo, entre lo local y lo universal». Más que si habrá películas de gángsters o discos de soul, este año nos vamos a preocupar, más que nunca y con la idea de que será así siempre, por el dónde. Atrás quedan el cómo de la primera mitad del siglo XX, el qué de la era dorada del pop y el cuándo de la época del revival.
– Ultralocalizadores. En un reciente artículo publicado por Pat Cushmore, fundador de Mashable, en la CNN, la localización y los instrumentos utilizados para ello (Google lattitude, Gowalla, Foursqaure…) pasarán de ser un servicio online a convertirse en una capa más del entramado de Internet. La nueva generación de móviles ya trae GPS y la fiebre por informar de dónde están las cosas en tiempo real se extiende como un virus. En Los Ángeles, Kogi Korean BBQ es popular por su comida y por sus cuatro furgonetas que recorren la ciudad y se apostan cada día en diferentes esquinas. Mediante twitter, su web y tu smartphone puedes saber a qué lugar exacto debes ir para tomarte tu burrito. Los ayuntamientos de Río y São Paulo avisan vía twitter del estado del tráfico mientras Obama pone webcams en la Casa Blanca.Nike ha creado un dispositivo genial a través del cual te puedes seguir a ti mismo mientras practicas footing. Este año no podrás esconderte.
– Madurialismo. Según el servicio de búsqueda y reconocimiento de tendencias Trendwatching, esta palabra, que nace de la mezcla entre maduro y materialista, es lo último en definición de personajes atrapados en el síndrome de Peter Pan pero necesitados cada año de enmarcarse en una nueva nomenclatura. Como los Kidults de hace un par de temporadas, son adultos con alma de niño. Esta vez no quieren productos que recuerden a sus años mozos, sino que buscan helados sexys, chupa chups eróticos, chocolates para adultos o batidos de leche con alcohol. Valor lleva ya años con aquello del chocolate, placer adulto, y Chupa Chups ha fabricado cascos de moto y ha utilizado señoras muy agraciadas en sus campañas. Pero la guinda ha llegado con The Icecreamists, unos británicos que fabrican helados punk y sexy. Más cerca de Agent Provocateur que de Frigo, acaban de lanzar su helado Sex Pistols.
– Orgullo urbano. Otra de las entradas del informe Trendwatch incide en la ciudad como eje alrededor del que, cada vez más, se van a estructurar las filiaciones personales y la construcción de las realidades culturales. Pese a lo poco sensato que parece hablar de ciudades como sustitutivo de naciones en año de Mundial de Fútbol, podemos marcar Manchester y Bucarest como las dos urbes desde las que nos podrían llegar algunas de las más interesantes y modernas apuestas culturales. Pero la ciudad que más de moda se va a poner este año va a ser, sin duda, Bundy, una localidad australiana que ha prohibido el agua embotellada y que, según los expertos, es precursora en el absolutismo ecológico.
Declarada patrimonio de la Humanidad, la ciudad de Sintra es conocida también como la Ciudad de los Palacios, ya que en ella se encuentran una gran variedad de fortificaciones reales como probablemente no exista en otro lugar del mundo. Durante diez siglos la ciudad fue residencia de verano de los reyes y la nobleza en Portugal.
Entre estos bellos edificios destaca el Palácio de Seteais, construido en el siglo XVIII para el cónsul holandés en Portugal Daniel Gildmeeester. Durante el siglo XIX vivieron en él diferentes familias ilustres portuguesas para acabar convirtiéndose en un hotel sinónimo de lujo que en la actualidad consta de una suite y 29 habitaciones con amplias y luminosas. En ellas, cada detalle ha sido cuidadosamente estudiado, aliando su decoración dieciochesca con las innovaciones tecnológicas más recientes. Por eso, todas las habitaciones cuentan con las mejores comodidades: televisión LCD, ADSL, aire acondicionado, cafetera Nespresso o amenities Tivoli Collection.
La ciudad de Harbin, en el extremo norte de China y con temperaturas de hasta 27 grados bajo cero, inaugura su XXVI Festival de la Nieve y el Hielo, una fiesta que durará varios meses y que tendrá como estrellas, como cada año, gigantescas estatuas de nieve y agua helada.
En este año, los visitantes podrán disfrutar con réplicas en hielo del Coliseo de Roma o del Ejército de Terracota de Xian, además de famosas iglesias e incluso mezquitas de todo el mundo, que por la noche se iluminan con bombillas de colores en el interior de los bloques helados.
Concursos de estatuas de nieve, bodas multitudinarias de parejas sobre el hielo e incluso combates de boxeo bajo cero serán otras actividades del festival, que este año sobrepasa el cuarto de siglo y cada vez es más conocido por los turistas.
Muchos acuden a la ciudad para conocer este espectáculo único, aunque también son muchos los procedentes del sur de China (Hong Kong, por ejemplo) que nunca han visto la nieve ni han experimentado un invierno tan extremo como el de Harbin, donde los termómetros pueden llegar hasta los 40 grados bajo cero.
Harbin es también un centro de práctica de deportes invernales como el esquí, y aspira a acoger en el futuro los Juegos Olímpicos de Invierno (el pasado año ya organizó la Universiada).
El hielo es, sin duda, la mejor materia prima para una ciudad que vive a 25 grados bajo cero en el crudo invierno. En Harbin, China, se abre al público el festival internacional de esculturas de hielo, en el que participan este año 19equipos de artistas procedentes de siete países.
A cada equipo se le asigna un bloque de hielo de alrededor de dos metros de alto, unos 50 centímetros de espesor y un peso de unas dos toneladas, cortado de la superficie del rio Songhua a su paso por la ciudad.
Durante tres días, estos equipos deben moldear ese hielo para hacer esculturas que, en algunos casos, son auténticas obras de arte.
Desde 1980, cuando el invierno llega a China, la ciudad de Harbin y sus moradores se preparan para asistir al Festival de Hielo, el espectáculo más importante del país, durante esta estación.
Harbin inaugura su XXVI Festival del Hielo
Pekín.- La ciudad de Harbin, en el extremo norte de China y con temperaturas hoy de hasta 27 grados bajo cero, inaugura su XXVI Festival de la Nieve y el Hielo, una fiesta que durará varios meses y que tendrá como estrellas, como cada año, gigantescas estatuas de nieve y agua helada.
SARRAMONE busca las huellas del fenómeno en la literatura, el ensayo y el tango, entre otras fuentes posibles. (Archivo Gral de la Nación)
El escritor Alberto Sarramone investigó el impacto inmigratorio a principios del siglo XX. Allí rastreó los orígenes de una nacionalidad argentina que se presenta como una pregunta de respuesta incierta.
En Inmigrantes y criollos en el Bicentenario, bajo la égida de un enfoque predominantemente sociológico, Alberto Sarramone se aboca a la tarea de mensurar el impacto inmigratorio en la formación de la nacionalidad argentina, ese aluvional crisol de razas que torna temeraria y, en muchas ocasiones, imposible de responder la pregunta por el ser nacional (una extraña quintaesencia que se pretende prototipo de rasgos y características singulares y, a un tiempo, compartidas). El peso que comportó el carácter inmigratorio se ilustra con clari dad en la progresión de carácter numérico: en el Censo Nacional de 1895, una de cada cuatro per sonas era extranjera; en el Censo de 1914, una de cada tres, pero los dos tercios de argentinos res tantes eran hijos o nietos de inmigrantes. Pero si en el resto de América latina hay fundamentos suficientes para hablar –según la expresión ya consagrada de Haya de la Torre– de «pueblos indoamericanos», en Argentina, señala el autor, se torna inevitable la expre sión «euro-americano» en virtud de la genealogía inmigratoria.
En términos generales, indica Sarramone, no sería un error des estimar la figura paradigmática del inmigrante que arriba «con una mano atrás y otra adelante», tal y como reza el lugar común, no pudieron salir de su tierra quienes eran extremadamente pobres en tanto que el pasaje en barco había que pagarlo y no era barato, aun viajando en clase hacinada y económica.
Según las cifras del Censo de 1914, el cincuenta por ciento de la población que moraba en Bue nos Aires era inmigrante; no en vano unos años antes, en 1887, Sarmiento se interroga: «¿Estamos en Italia o en Buenos Aires?, ¿en Europa o en América?» Julio Argentino Roca reflexiona: «Buenos Aires no es la Nación porque es una provincia de extranjeros», y Juárez Celman abunda: «Seré el presidente de la inmigración». Notablemente, nada afectó la intensidad del flujo inmigratorio, ni siquiera la tristemente célebre Ley de Residencia, promulgada en 1902 (y recién abolida en 1958) e inspirada en las huelgas de fines del siglo XIX, que autorizaba al Poder Ejecutivo a expulsar del país a cualquier extranjero que «comprometa la seguridad o perturbe el orden público». El sentimiento enraizado en una genuina xeno fobia, el temor a lo radicalmente otro, la inmigración externa o la migración interna contempladas como una de las formas más vejatorias de invasión al espacio propio y (en principio) intocado alimentaron manifestaciones lite rarias tan disímiles en tiempos y ejecución como las novelas En la sangre (Eugenio Cambaceres), La Bolsa (Julián Martel) y los cuentos «Casa tomada» (Julio Cortázar) y «Cabecita negra» (Germán Roz enmacher). No menos evidentes resultan los aportes inmigratorios a la formación del porteño de fines del siglo XIX y principios del XX, nacido y crecido –como bien apunta Sarramone– al calor de movimientos socioculturales propios y extraños; la presencia de la inmigración italiana en los nombres del tango es considerable: D’Arienzo, De Caro, Piazzo lla, Franchini, Di Sarli, Discépolo, Pugliese, Troilo, Canaro, Bassi y un larguísimo etcétera. Así como los títulos de algunas letras: des de «Giusseppe el zapatero» hasta «Canción del inmigrante». En este marco resulta, cuanto menos, astigmático el fervoroso anhelo de Ricardo Rojas proponiendo «restaurar el alma nacional» o la malhadada descripción de Leopoldo Lugones definiendo a los grupos inmigratorios como «la plebe ultramarina».
Lingotto es un barrio de Turín, Italia, pero el nombre se asocia más con el Edificio Lingotto, sito en la Via Nizza, que fue en su época una enorme fábrica de coches, construida por Fiat. La primera piedra fue colocada hacia 1916 y fue abierto en 1923; el diseño, del joven arquitectoGiacomo Mattè-Trucco, era raro ya que tenía hasta cinco pisos. La materia prima entraba por la parte inferior, y se iban transformando en automóviles mientras subían en espiral por el interior del edificio. El vehículo acabado aparecía en el terrado, donde se encontraba un circuito de pruebas oval con curvas peraltadas y esperaba un piloto de competición, para dar una nueva vuelta y comprobar su correcto funcionamiento. Fue, en su día, la mayor fábrica de automóviles del mundo, siendo considerado un edificio de vanguardia, muy influyente e impresionante; tanto que Le Corbusier le llamó »una de las mejores imágenes de la industria«, y una »guía a seguir para el diseño de las ciudades«. 80 modelos diferentes fueron fabricados a lo largo de su historia, incluyendo el famoso Fiat Topolino de 1936.
El blog Una breve historia dedica una entrada al edificio Lingotto, fábrica de automóviles FIAT en Turín, diseñada por el arquitecto Giacomo Mattè Trucco. Inaugurada en 1923, fue la mayor fábrica de automóviles de su época y funcionó hasta 1982, en que se transformó en museo. De sus muchas características peculiares destaca que poseía una pista de pruebas ubicada sobre su techo, a cinco pisos de altura. Leer más: Una breve historia: Un circuito en el tejado
La factoría de Fiat en Turín es uno de los iconos de la Italia contemporánea, del motor, y de todo lo que lo rodea. El «Lingotto» es un gran prisma, en su día la fábrica más grande del mundo, en cuyo techo, a seis grande plantas del suelo, se ubica una pista de pruebas de 2’4 km de largo y 24 m de ancho. Un edificio glosado por Le Corbusier, cantado por los futuristas, e inmortalizado para el cine y la publicidad por la película de Peter Collinson «The Italian Job» (1969). Demos una vuelta por la pista de pruebas más asombrosa del mundo.
La pista de pruebas construída por Giaccomo Matte – Trucco en lo alto de la planta de producción de Fiat en Turín es a día de hoy, sin ninguna duda, un icono de la ciudad en el exterior. Matte-Trucco era esencialmente un ingeniero, al que Giovanni Agnelli le encargó, después de quedar fascinado por las plantas de Ford en Estados Unidos, una factoría que fuese la envidia del mundo. La obra de Matte – Trucco, construída entre 1916 y 1923, fue rápidamente adoptada por los Futuristas como «La primera obra futurista construída en el mundo», y no resultaba difícil imaginar por qué (ver un dossier PDF de 1934 aqui). Aunque el arquitecto no estaba implicado en el Movimiento Futurista, la gran aportación de Italia a las vanguardias históricas que redibujaron el panorama del arte en el mundo hasta la Segunda Guerra Mundial, el Futurismo fue un movimiento esencialmente italiano. Los futuristas, para siempre vinculados al encendido manifiesto publicado por el poeta Filippo Marinetti en “Le Figaro” en 1909, glosaban las bondades de la modernidad, haciendo del maquinismo un nuevo icono de la belleza. Y en aquel éxtasis futurista, Marinetti parió aquella metáfora hiperbólica tantas veces aludida, de que es más bello un automóvil rugiente con sus tubos cromados al sol, que la Victoria Alada de Samotracia. Pero en el otro “Manifiesto Futurista”, el enunciado por el arquitecto Antonio Sant’ Elia, había mucho más de concreción y de formulación de un nuevo mundo, porque se trataba de concebir, con todo el delirio y el entusiasmo arrogado a la capacidad del progreso, las ciudades de un futuro que todos trataban de imaginar cómo sería. Por eso consideraron el «Lingotto» y su pista de pruebas un paradigma del futurismo. El edificio, después de que la producción cesara en 1982, fue rehabilitado por Renzo Piano, el arquitecto del Centro Pompidou de Paris, para instalar en él un gran centro cultural que alberga, entre otras cosas, la pinacoteca de la familia Agnelli.
The 11th Intl. Architecture Exhibition, Out There: Architecture Beyond Building, directed by Aaron Betsky, closed on 23rd November 2008. In the Arsenale venue, 23 Installations were set up, whereas in the Padiglione Italia at Giardini it was possible discover the experimental work of 55 international firms. The awards ceremony took place on 13th September 2008.
Se podría decir que la nueva terminal aérea de Carrasco, Uruguay, proyectada por Rafael Viñoly, pone en cuestión a gran parte de la arquitectura de los aeropuertos de todo el mundo. Esto sucede porque, hoy, cualquier aeropuerto remite a la construcción más exitosa de Marc Augé: el concepto de no-lugar. El pensador francés designó así a aquellos espacios de transitoriedad que no tienen las características necesarias para ser considerados «lugares».
En Carrasco, Viñoly rompe el vínculo establecido por Augé entre aeropuerto y no-lugar, tanto al intensificar la calidad del espacio (que resulta inolvidable en oposición a la indiferenciada categoría espacial del no-lugar), como al envasar el programa en un extraordinario objeto arquitectónico imaginado sobre el patrón morfológico de la topografía uruguaya.
Justamente, el gesto que cautivó al empresario Eduardo Eurnekian, presidente de la empresa concesionaria del aeropuerto fue el único trazo de lápiz con el que Viñoly describió el proyecto: una suave curva que evoca a las lomadas charrúas. Fue el instante inefable en que una línea pone en funcionamiento la maquinaria arquitectónica.
Así, el aeropuerto de Carrasco fue construido sobre una idea poderosa que el propio Viñoly describe como muy simple: «Un gran techo debajo del cual se ubican todas las funciones».
Sin embargo, para conseguir mantener la simplicidad del gesto inicial fue necesario desarrollar una estructura extremadamente compleja, una enorme cubierta de 366 metros de largo por 131 de ancho, triplemente curvada. Una cáscara que flota sobre las tres plantas del edificio. La sección longitudinal del techo es una extensa curva simétrica que se alarga hasta apoyar ambos extremos en el suelo. En el sentido transversal, la curva es asimétrica con el ala más alta y extendida hacia el lado de las espigas de embarque, y la más corta y baja, hacia el lado de los accesos. La tercera curvatura del techo se verifica en su proyección en planta, una figura suavemente curvada por sus cuatro lados, más pronunciada por el lado de la pista.
Por debajo de la cubierta, el edificio propiamente dicho es un dispositivo organizador de la rutina del aeropuerto. Las áreas de llegadas y de partidas, están proyectadas como bandejas superpuestas. En la planta baja están ubicados los arribos y en el primer piso las partidas, articulados por el hall público y las cuatro espinas que conectan con las mangas. Por sobre el nivel de partidas, en el segundo piso, se ubica la terraza cubierta de uso público con servicio de gastronomía y locales.
La aventura de uno de los centros sociales okupados (CSO) más emblemáticos de Madrid llega a su fin. Agentes de la Policía Nacional han desalojado el Patio Maravillas, un espacio polivalente autogestionado ubicado en el edificio de la calle Acuerdo, número 8, después de que un juzgado diera orden de dejar libre esta zona, informaron los afectados.
El desalojo se ha producido sin ningún incidente después de que la Policía y los activistas negociaran una salida pactada del edificio. En el momento del desalojo sólo tres personas se encontraban en el centro, que lo han abandonado sin oponer resistencia alguna.
La rápida y pacífica resolución de la actuación contrata on el fuerte dispositivo desplegado en los alrededores de este centro social.
Según relatan los activistas a través de la red social Twitter, los agentes ya se encuentran dentro del edificio y han procedido a identificar a quienes se encontraban en el interior, así como a varias de las personas que se concentran en los alrededores.
Maqueta de la VitraHaus que el estudio de arquitectura Herzog & de Meuron ha proyectado en Alemania.-
REPORTAJE: Diseño
La escala intermedia y las apuestas por varios estilos marcan la arquitectura y el diseño que viene en 2010
ANATXU ZABALBEASCOA – Madrid –
Con Kazuyo Sejima como comisaria de la próxima bienal de Venecia y el Centro Pompidou de Metz, de otro japonés, Shigeru Ban, a punto de inaugurarse al norte de París, parece que los iconos y las estrellas arquitectónicas hablarán otro idioma en 2010. La sostenibilidad, o el intento por lograr una arquitectura menos dañina a base de edificios con menos medios pero con más ideas, está presente en varios inmuebles a punto de estrenarse. Pero también lo está un cambio de escala. La arquitectura está cambiando. Más comprometidas con su trabajo que con las cifras de su empresa, parece que las nuevas estrellas quieren serlo menos. No sucederá en un año. Pero es de esperar que el camino sea sin retorno. Se podría augurar que los arquitectos se divertirán más vigilando las obras que los libros de cuentas. Por eso, de seguir la economía su curso de castigo, se va a acabar el aburrimiento. Sólo los ingeniosos triunfarán. Algunos hasta reinventándose.
No es el caso de Niemeyer, que inaugurará en Avilés otra obra magna, sin duda también emblemática, en la que nunca ha estado. Pero podría serlo el del estudio de arquitectura suizo Herzog & de Meuron que, en un pequeño pueblo alemán, Weil am Rhein, ultima un edificio que combina la gran y la pequeña escala. El encargo tenía truco. Lo hizo un experto en arquitectura, Rolf Fehlbaum, propietario de la futura VitraHaus -un espacio sque servirá para exhibir la colección de la firma de mobiliario Vitra – que ya tuvo el olfato de invitar a Frank Gehry -autor del Vitra Museum- y a Tadao Ando para construir en Europa hace más de 20 años. También fue el primer cliente deZaha Hadid. Fehlbaum llevaba años detrás de Herzog & de Meuron y ahora, en la primavera de 2010, los devolverá a la pequeña escala sin renunciar a la grande.
Cúpula y cascarón absidal de la iglesia de los Santos Apóstoles en Nápoles
REPORTAJE: ARTE – Exposiciones
Nápoles pone a la vista lo mejor de su amplio repertorio del barroco a través de media docena de exposiciones y una serie de obras restauradas, en itinerarios urbanos que refuerzan su identidad
ROBERTA BOSCO
Seis exposiciones en otras tantas sedes museales históricas (que de por sí solas, ya valen el viaje), centenares de obras (pinturas, dibujos, esculturas, muebles, joyas, tejidos, cerámicas y porcelanas) y 51 itinerarios urbanos y regionales en los lugares del barroco (iglesias, cartujas, palacios y jardines), conforman Retorno al Barroco.De Caravaggio a Vanvitelli, el más completo e importante proyecto de investigación y difusión de la producción artística en la ciudad de Nápoles a lo largo de 150 años, entre 1600 y 1750.
Treinta años después de la gran muestra sobre el barroco que tras el terremoto de 1980 dio la vuelta al mundo, Nápoles presenta un fascinante recorrido a través de historia, arte y arquitectura, que se propone restituir a la ciudad aquel conjunto de arte y cultura, símbolo de su originalidad y su identidad. «No se trata de una exposición filológica, estructurada por épocas y escuelas, sino de un gran proyecto territorial que, con el objetivo de recuperar la identidad napolitana, documenta los progresos de los últimos 30 años sobre aspectos, momentos y géneros de esta época de exuberancia y esplendor, cronológicamente comprendida entre la llegada de Caravaggio a Nápoles en 1606 y el regreso de Carlos de Borbón a España en 1759», explica Nicola Spinosa, el mayor especialista italiano de arte barroco, que fue durante más de dos décadas superintendente a las Bellas Artes de la región Campania.
La imagen forma parte del proyecto ‘Objetivo barroco’ del fotógrafo Luciano Pedicini, que reúne una serie de imágenes especialmente representativas del triunfo de la arquitectura barroca.- LUCIANO PEDICINI
Detalle fachada Museo del Romanticismo. Foto: Web Oficial
Nueve años de esperaHa permanecido cerrado más de nueve años, pero los madrileños no han olvidado el Museo Romántico (perdón, Del Romanticismo, su nuevo nombre oficial). Y es que no son pocos los que se acercan cada día para preguntar cuándo se abre. Bien, pues ese día ha llegado y la espera ha merecido la pena. El precioso edificio del siglo XVIII ha sido transformado de arriba abajo con una reforma valorada en siete millones de euros. Convertido ahora en Museo Nacional, dispone de un 40% de obras inéditas, tres jardines, auditorio, biblioteca…
El 11 de noviembre de 1776, el arquitecto Manuel Rodríguez presentó, en el Ayuntamiento de Madrid, la solicitud de licencia para edificar un palacio en la calle San Mateo, en un terreno propiedad del marqués de Matallana. Diseñado en estilo neoclásico, cuenta con dos fachadas de marcada simetría y escasa decoración, limitándose ésta a las molduras de granito que rodean los vanos. La distribución interior se dispuso en torno a tres patios, permitiendo una abundante iluminación.
A comienzos del siglo XIX, el palacio fue adquirido por los condes de la Puebla Maestre. Es en este momento cuando se introducen algunas renovaciones estéticas, dotando de una mayor ornamentación a la fachada principal, cuyo balcón central incorporó el escudo nobiliario de la familia.
El 21 de junio de 1921, Vega Inclán instaló la Comisaría Regia de Turismo en el palacio. En 1927 el Estado lo adquirió, como sede definitiva del Museo Romántico, que se había inaugurado en 1924.
El Museo ha pasado por diferentes fases de rehabilitación y restauración. En 1944 se acometió una restauración que afectó a la fachada, crujía de la calle Beneficencia, escalera y decoración de las salas, así como el arreglo de los pasillos y del pequeño jardín. Desde este año, la exposición permanente no ha sufrido apenas cambios hasta la actualidad. Posteriormente, en el año 1996, se terminó otra fase de restauración, que afectó especialmente a los espacios bajo cubierta y a la planta baja.
Interior Palacio del Marqués de Matallana, Museo Romántico. Foto: Ministerio de Cultura, España
Estilo: Neoclásico
El Museo Romántico está situado desde sus orígenes en el antiguo palacio del marqués de Matallana, construido por el discípulo de Ventura Rodríguez, Manuel Rodríguez. A principios del siglo XIX fue comprado por el marqués de la Puebla del Maestre y en 1923 pasó a albergar la Comisaría Regia de Turismo, organismo creado por el Marqués de Valle-Inclán, quien en 1921 donó al Estado los fondos de su colección. El edificio fue adquirido por el Estado en 1927.
El edificio fue construido entre 1776 y 1779 dentro de unas líneas clasicistas en las que se mantienen ciertas reminiscencias barrocas, como se pueden comprobar en el uso de molduras en forma de orejas que adornan los balcones. Cuenta con una doble fachada, siendo la de la calle San Mateo la que contiene las estancias principales. La estructura del edificio está organizada en torno a dos patios cuadrados y cuenta además con un interesante jardín romántico.
A pesar de que conserva perfectamente la estructura y organización en planta, el edificio ha sido restaurado en varias ocasiones, estando en la actualidad cerrado por las obras de renovación de su instalación permanente.
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