El abombamiento de la fachada del edificio diseñado por Santiago Calatrava reviste peligro para los viandantes por riesgo de desprendimiento.
Palacio de las Artes Reina Sofía. Lateral. Valencia, España / Wikipedia
El abombamiento que se observa desde hace meses en el recubrimiento de trencadís de la fachada del Palau de les Arts de Valencia podría deberse a un fallo de adherencia del mortero que lo sujeta, y reviste un peligro para los viandantes por el riesgo de desprendimiento de piezas desde una gran altura. Por esta razón, reconocidos arquitectos consultados por ABC advierten de la necesidad de reparar estos daños «inmediatamente».
La portavoz adjunta de Compromís en las Cortes Valencianas Mònica Oltra, denunció el «desconchamiento» de la capa exterior de la fachada del palacio de la ópera y pidió al Gobierno autonómico que reclame a la dirección de obra la subsanación del problema.
El edificio diseñado por Santiago Calatrava, cuyo coste final rozó los 400 millones de euros, se recubrió con trencadís en una fase posterior con el objetivo de ocultar las señales de soldaduras de las placas metálicas con las que está construido. Según opinan algunos expertos, esta solución decorativa no fue práctica, tiene poca durabilidad y es muy costosa económicamente, tanto por el precio del material como por el mantenimiento que exige. Estas mismas fuentes apuntan que el problema de adherencia pudo tener origen en una incorrecta dosificación del mortero o en defectos en la colocación del mosaico.
Toyō Itō impartiendo una conferencia en 2006. Wikipedia
El arquitecto japonés Toyo Ito presentó en Tokio una exposición sobre la creación del llamado “Hogar para todos”, un edificio en el corazón de la zona golpeada por el tsunami de 2011 que le valió el León de Oro al mejor pabellón nacional en la pasada Bienal de Venecia.
La muestra, que abrirá sus puertas mañana, viernes, en la Galería Ma de la capital nipona, recoge el proceso de creación de un proyecto con el queToyo Ito, uno de los arquitectos contemporáneos más respetados del mundo, buscó crear “un lazo” con las víctimas del desastre de 2011 en el noreste de Japón.
El “Hogar para todos” es un edificio de diseño y materiales tradicionales inaugurado el pasado noviembre en la localidad de Rikuzentakata, barrida por el tsunami de hace dos años, como un espacio de reunión para la comunidad afectada por la tragedia.
En su diseño participaron con Toyo Ito tres jóvenes arquitectos japoneses, Kumiko Inui, Sou Fujimoto y Akihisa Hirata, y los residentes locales colaboraron en un proceso que quedó documentado con imágenes del fotógrafo Naoya Hatakeyama, originario de esa ciudad.
Las maquetas que dieron forma al diseño del edificio -sostenido con altos troncos de cedros caídos tras ser azotados por el tsunami-, las fotografías de Hatakeyama y un documental se exhiben ahora en la capital nipona bajo el título “Architecture. Possible here?” (“Arquitectura. ¿Es posible aquí?”).
París, (EFE).- La conservación de la arquitectura del barro, amenazada por los movimientos sísmicos y por la globalización que impone otros materiales menos perecederos, es el asunto central de un debate abierto hoy en la Unesco.
Varias decenas de expertos se reúnen en París para tratar de avanzar estrategias conjuntas de salvaguarda de este tipo particular de arquitectura que refleja una evolución cultural en peligro de desaparición.
«La tierra, el barro, es el primer material que todas las culturas utilizaron para levantar los primeros edificios y fue utilizado durante muchos años. Su uso precisaba de menos energía que el empleo de otros materiales», afirmó a Efe la gestora de la ciudad ecuatoriana de Santa Ana de los Ríos de Cuenca, María de Lourdes Abad Rodas.
A lo largo de seis mesas redondas repartidas en dos jornadas, los expertos tratarán de determinar los principales problemas ligados a la conservación de la arquitectura de barro, así como los retos a los que está confrontada.
El Ministerio de Turismo informó que entre el 20 y el 28 de octubre próximo se desarrollará en Bariloche el primer congreso patagónico de arquitectura bioclimática y bioconstrucción, cuyo objetivo es promover la defensa y el desarrollo de un hábitat humano sustentable.
Paisaje de los alrededores de Bariloche – Wikipedia
El «ArqBIO Patagonia 2012» está destinado a arquitectos, ingenieros, diseñadores industriales, abogados, y cualquier profesional que comparta el interés por el cuidado del medio ambiente, así como proveedores nacionales y extranjeros, empresarios y demás actores integrantes de la cadena que compone la industria de la construcción, quienes se reunirán en Bariloche con el objetivo de intercambiar ideas, metodologías y obras innovadoras en la franca intención de promover una arquitectura capaz de contribuir a la sustentabilidad, con un mayor respeto por el ambiente natural y cultural.
Será un espacio propicio para favorecer el debate local, nacional e internacional sobre problemáticas actuales de interés común, que se analizarán a través de un abordaje profundo y responsable que se desarrollará en tres ejes principales: «Hábitat Humano y Desarrollo Sustentable», «Edificaciones Sustentables» y «Sismoresistencia en las Construcciones con Tierra».
Organizado por integrantes y referentes del reconocido «Eco Encuentro Patagonia» y el Colectivo Concepto Rizoma, el congreso cuenta con el apoyo del Ministerio de Turismo de Río Negro, así como del Emprotur y del municipio de Bariloche.
La propuesta busca sensibilizar a la industria de la construcción hacia la sustentabilidad, exhibir y promocionar productos y servicios tecnológicos, y divulgar el conocimiento en arquitectura e ingeniería para promover una nueva generación de viviendas eficientes a partir de la difusión de legislación, políticas y beneficios que se expresen alentando mejores prácticas de construcción.
El autor de edificios como las Torres Porta Fira de Barcelona (2010) es el comisario del pabellón de Japón en la cita arquitectónica que se inaugura al gran público el miércoles en Venecia, donde mostrará el proceso de creación del llamado «Hogar para todos«.
Se trata de un edificio de diseño y materiales tradicionales cuya construcción acaba de comenzar en la localidad japonesa de Rikuzentakata, barrida por el tsunami del año pasado, donde está creando un lugar de encuentro y relajación para quienes perdieron sus hogares y se ven obligados a vivir en casas temporales.
Las Torres Fira
Con el lema «Architecture. Possible here?» («Arquitectura. Es posible aquí?»), el pabellón nipón, patrocinado por la Fundación Japón, recorre todo el proceso de creación de este hogar común a través de más de 150 maquetas y un documental.
En el proyecto «Hogar para todos» de Rikuzentakata han participado con Toyo Ito tres jóvenes arquitectos japoneses, Kumiko Inui, Sou Fujimoto y Akihisa Hirata, además del fotógrafo Naoya Hatakeyama.
«El lema del pabellón es una pregunta a mí mismo: ¿Qué puede hacer la arquitectura después de aquella catástrofe?», señala el comisario, de 71 años, desde su estudio del barrio tokiota de Omotesando, situado muy cerca de la emblemática torre de hormigón entrelazado con cristal que creó para la firma Tod’s.
Toyo Ito es consciente de que su proyecto puede suscitar fuertes críticas porque, dice, cuestiona y hasta niega la arquitectura moderna representada por el hormigón, que él considera «importada» a Japón desde Europa, su cuna.
Pero se ha planteado como «un desafío personal salir del estilo blanco y abstracto» que caracteriza sus obras, ya que considera que los arquitectos deben afrontar con una nueva «creatividad» la situación extraordinaria que viven las víctimas del tsunami.
Perforated aluminum screens now enclose the balconies of the Elmer Holmes Bobst Library at New York University, where three students have leapt to their deaths since 2003. The N. Y. Times
“One of New York’s most spectacular architectural experiences,” Paul Goldberger, then the architecture critic of The New York Times, wrote in 1973 about the atrium of the new Elmer Holmes Bobst Library at New York University. It was that, indeed.
It also proved to be one of the most unnerving. The thin aluminum balusters ringing the balconies of the 12-story structure seemed disquietingly insubstantial against the 150-foot-high void beyond.
When seen from above, the trompe-l’oeil floor looked like a three-dimensional fantasy landscape by M. C. Escher that almost beckoned the viewer to enter. A journey through Bobst could feel precarious even on the best day.
And there were three dreadful days. On Sept. 12, 2003, John D. Skolnik, a junior, jumped to his death in the atrium. Less than a month later, on Oct. 10, so did Stephen Bohler, a freshman.
Within weeks, the university installed eight-foot-high clear polycarbonate barriers along the balconies. Despite this measure, on Nov. 3, 2009, Andrew E. Williamson-Noble, a junior, also jumped to his death there.
One step the university took in response to these and other student deaths was to commission Joel Sanders Architect to reimagine the troublesome space in Bobst. Instead of trying to create an inconspicuous barrier, Mr. Sanders and his colleagues have designed randomly perforated aluminum screens that completely enclose the balconies around the perimeter of the atrium and the open staircase connecting them, transforming the space in consequence.
University officials expect the renovation to be finished next month. They would not disclose the cost.
«Cardboard» and «cathedral» are two words you don’t often put together. Cathedrals are known for their sturdy presence, with flying buttresses, soaring domes, and Gothic grandeur. That, however, isn’t stopping the residents of earthquake-ravaged Christchurch from rebuilding the city’s iconic cathedral out of 104 tubes of cardboard.
Christchurch, the largest city on New Zealand’s South Island, was badly damaged in the 6.3-magnitude February 2011 earthquake.
The Victorian-era, Gothic-style ChristChurch Cathedral, which dominated the city’s central square, was a popular meeting place and tourist attraction until it was cordoned off soon after the quake. Any hope that it could be salvaged was destroyed after a large aftershock caused additional damage. Scheduled for demolition, church officials announced Monday plans to build a 25-meter (82-foot) cardboard cathedral in its place … temporarily.
Richard Gray, of the Transitional Cathedral Group, called the planed building «a symbol of hope for the future of the city,» saying it’s both sustainable and affordable.
Work will soon begin on architect Shigeru Ban‘s design for a cardboard cathedral in Christchurch, New Zealand. The city’s famous cathedral was badly damaged in a quake last year, and so Ban’s temporary structure will provide the local community with a new gathering place while they wait for a more permanent cathedral to be built.
When a powerful 6.3-magnitude quake struck Christchurch in New Zealand in February last year, its force caused part of the city’s famous cathedral to tumble to the ground.
Rebuilding the 131-year-old Anglican cathedral was recently judged to be too costly and dangerous, resulting in the controversial decision to at some point demolish its remains.
While local church-goers wait for a new cathedral to be built, the authorities have come up with the novel idea of building a 700-seat transitional cathedral out of cardboard. Designed by Japanese architect Shigeru Ban, the unique paper and cardboard structure will rest on an A-frame of timber beams and structural steel.
A location for the cathedral was announced yesterday on the Christchurch Cathedral website.
“This is a very exciting next step for the project,” the Transitional Cathedral Group’s Richard Gray said. “The Transitional Cathedral is a symbol of hope for the future of this city as well as being sustainable and affordable. The Cathedral is confident it will attract interest nationally and internationally drawing additional visitors to the city.”
Early on the morning of September 4, 2010, a 7.1 magnitude earthquake struck the South Island of New Zealand causing widespread damage. This was followed by a 6.3 magnitude quake on February 22, 2011 that was much shallower and devastated the city of Christchurch – NZ’s second-largest city – resulting in the loss of 185 lives. Among a considerable number of building collapses was the historic Anglican Cathedral, which sustained sufficient damage that it had to be demolished. Work has now begun on a temporary cathedral, intended to serve the needs of the community until sufficient funds are acquired to build a permanent replacement. Oddly, the architects decided to make the replacement of cardboard!
Anteayer (jueves 12), el Jurado del “Concurso de Ideas para la Reordenación Integral y Reconstrucción Lorca”, convocado en base a un Protocolo firmado conjuntamente entre el Ayuntamiento de Lorca, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y el Colegio Oficial de Arquitectos de Murcia, reunido en la Sede de este Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, falló los premios del mismo:
El primer premio correspondiente al barrio de la Viña ha sido otorgado a los arquitectos Andrés Cánovas, Atxu Amann y Nicolas Maruri
El diseño ganador para el barrio de San Fernando ha recaído en los Arquitectos Sebastiá Jornet, Carles Llop, Joan Enric Pastor, Manuel Arguijó, Xavier Tragant, Joan Forgas y Conxita Balcells.
El jurado del Concurso de Ideas para la Reconstrucción de Lorca ha elegido este jueves a los equipos ganadores de entre los 14 proyectos presentados en la segunda fase del Concurso. El primer premio correspondiente al barrio de la Viña ha sido otorgado a los arquitectos Andrés Cánovas , Atxu Amann y Nicolas Maruri, y el diseño ganador para el barrio de San Fernando ha recaído en los Arquitectos Sebastiá Jornet, Carles Llop, Joan Enric Pastor, Manuel Arguijó, Xavier Tragant, Joan Forgas y Conxita Balcells.
Modulorca - Barrio de la Viña - CSCAE
A la hora de seleccionar los proyectos el Jurado ha valorado especialmente su capacidad de adaptación a diversas situaciones, el carácter mediterráneo de las construcciones y sobre todo, el respeto a la identidad del pueblo lorquino.
El terremoto que arrasó Lorcael pasado 11 de mayo obligó a realojar a 2.500 vecinos después de que unas 1.120 viviendas individuales de 260 edificios quedaran inhabitables. Los arquitectos no han sido ajenos a esta dramática situación y por ello se convocó un concurso de ideas para todos aquellos profesionales que quisieran participar con su trabajo en la reconstrucción. De esta manera, la arquitectura se ha puesto al servicio de la sociedad lorquina.
Modulor.K - Barrio de San Fernando - CSCAE
En base a estas circunstancias, el Jurado ha valorado en ambas propuestas ganadoras la integración de la vida cotidiana de Lorca, el diseño de espacios públicos abiertos, zonas verdes y ampliación del viario público.
BANGKOK — A floating mosque and golf course for the submerging Maldives islands. Amphibious homes in the Netherlands lifted to safety as waters surge beneath them. A hospital perched on 400 stilts to protect patients from Thailand’s devastating floods and the encroaching sea nearby.
Architects’ answer to rising seas: Floating homes - businessmirror.com.ph
Around the world architects and city planners are exploring ways mankind and water may be able to coexist as oceans rise and other phenomenon induced by climate change, including extreme, erratic floods, threaten land-rooted living.
With the Dutch at the helm, projects in the cutting-edge field of aqua-architecture are already in place, including a maritime housing estate, floating prison and greenhouses in the Netherlands.
An increasing number are coming on stream, and while earlier blueprints appeared to be the stuff of science fiction, advocates say leaps of imagination are still needed given the magnitude of the danger.
“The focus on floating solutions has grown enormously. It has shifted from freak architecture to more sustainable, flexible alternatives,” says Dutch architect Koen Olthuis, citing growing support by governments and interest among private investors in Asia and Russia.
“We will have to live with a more watery environment. There is no choice,” says Danai Thaitakoo, a Thai landscape architect whose own Bangkok house was swamped last year as the country suffered its worst floods of modern times.
The Thai capital is also among the mega coastal cities projected by the end of this century to lie totally or partially under water as global warming boosts sea levels, according to the UN Intergovernmental Panel on Climate Change.
Others include Tokyo, London, Jakarta, Sydney and Shanghai—an apocalyptic prospect of mass migrations and economic crises.
Float!
While in earlier decades architects and planners, particularly Japanese and Americans, dreamed of entire marine cities housing millions, most today are proposing a mix of defending communities with barriers and building on water using floating platforms, raised or amphibious structures and solutions still being devised.
“Climate change will require a radical shift within design practice from the solid-state view of landscape urbanism to the more dynamic, liquid-state view of waterscape urbanism,” says Danai, who is involved in several projects based on this principle. “Instead of embodying permanence, solidity and longevity, liquid perception will emphasize change, adaptation.”
In a study for low-lying New York, Olthuis says he envisioned Manhattan ringed by a sea wall with outlying boroughs allowing water to enter and adapting.
The world’s Londons and Bangkoks, he says, may become “hydro-cities,” their historic hearts and concentrated core development waterproofed and other areas “going with the flow.”
Building on Water to Combat Urban Congestion and Climate Change
Float! Building on Water to Combat Urban Congestion and Climate Change proposes a new way of building: on water instead of on land.
Although the concept may seem revolutionary, it is an obvious solution to overcrowded metropolises. The majority of world cities are situated on the water and have too little space where it’s most needed: in the city centre. Building on water allows inner-city areas to expand.
Composición facilitada por el arquitecto japonés Shoichi Hryu del proyecto de una ciudad imaginada como una "isla flotante sobre la tierra" Efe / Shoichi Haryu - LaVanguardia.com
Madrid. (Efe).- Treinta años de profesión, el último de ellos con las secuelas del terremoto y posterior tsunami de Japón, han llevado al arquitecto Shoichi Haryu a imaginar una ciudad como una «isla flotante sobre la tierra». «No quiero retocar el terreno. Alterar la naturaleza puede causar muchos muertos», afirma.
Este proyecto se basa en el «concepto de retocar lo mínimo el terreno donde se construye«, y se compone de diez «islas» o zonas, las mismas que constituían Yuriage antes del seísmo.
Haryu propone agrupar todas aquellas actividades y equipamientos que una persona necesita para su vida diaria: las escuelas, las viviendas, los comercios, incluso las residencias de ancianos.
Shoichi Haryu 針生ポートレイト
«La influencia de la vida estadounidense hizo que la familia se individualizara en Japón, con menos contacto, pero este tsunami ha arrasado estos valores porque hace falta más que nunca la convivencia entre vecinos. Estos lazos hacen que las personas se sostengan entre sí», afirma el arquitecto.
El planteamiento de Haryu -que ya lo experimentó hace años en el diseño de una residencia de ancianos- parte de una cimentación flotante de hormigón y sobre ella una ciudad construida fundamentalmente en madera, que quedaría a una altura de siete metros sobre el suelo (la ola destructora alcanzó los seis metros en esa zona). La plataforma de hormigón se sostendría por pilares de un metro y medio o dos de diámetro, bien afianzados en la roca del subsuelo.
Los diez «distritos» se comunicarían por puentes, bajo los cuales circularían todas las conducciones eléctricas o de gas necesarias para el funcionamiento de la ciudad, prosigue este arquitecto.
Haryu explica que en el terremoto de hace un año muchas casas aguantaron por las exigentes medidas de construcción contra seísmos, pero lo que se resquebrajó fue el terreno en el que se asentaban: se cimentó modificando los desniveles y moviendo tierra de un lugar a otro para crear superficies lisas.
Este veterano profesional -que firmó el estadio de Miyagi con motivo del Mundial de Fútbol de 2002– lamenta que durante años en Japón «se ha copiado inapropiadamente el modelo constructivo europeo y occidental». Reconoce, no obstante: «la responsabilidad la tenemos todos».
Y es que, la arquitectura tradicional japonesa se basaba en una cimentación mínima, que se adaptaba a través de pilotes o columnas a las alteraciones geográficas. Era una construcción casi «provisional» y pensada para volver a ser levantada rápidamente en caso de desastre natural, ya que se utilizaba madera, bambú y papel.
Este proyecto se basa en el «concepto de retocar lo mínimo el terreno donde se construye», y se compone de diez «islas» o zonas, las mismas que constituían Yuriageantes del seísmo.
Treinta años de profesión, el último de ellos con las secuelas del terremoto y posterior tsunami de Japón, han llevado al arquitecto Shoichi Haryu a imaginar una ciudad como una «isla flotante sobre la tierra«. «No quiero retocar el terreno. Alterar la naturaleza puede causar muchos muertos», afirma.
It can take anywhere from six weeks to six months to build a 2,800-square-foot, two-story house in the U.S., mostly because human beings do all the work.
Within the next five years, chances are that 3D printing (also known by the less catchy but more inclusive termadditive manufacturing) will have become so advanced that we will be able to upload design specifications to a massive robot, press print, and watch as it spits out a concrete house in less than a day. Plenty of humans will be there, but just to ogle.
“Initially it will be most beneficial to developing countries to eradicate their slums. Next is emergency shelter construction where war and natural disaster uproots thousands of people,” says Khoshnevis. “[It] can build much cheaper and much faster and can produce dignified housing rather than tents and boxes.”
Reconstrucción de pueblos arrasados por el tsunami en Japón En el pueblo japonés de Onagawa, arrasado por el tsunami de marzo, un antiguo campo de béisbol alberga ahora un barrio construido en tiempo récord por el arquitecto Shigeru Ban, que ha usado contenedores de barco para dar un techo a casi 500 desplazados por la tragedia. (EFE)
En el pueblo japonés de Onagawa, arrasado por el tsunami de marzo, un antiguo campo de béisbol alberga ahora un barrio construido en tiempo récord por el arquitecto Shigeru Ban, que ha usado contenedores de barco para dar un techo a casi 500 desplazados por la tragedia.
Un millar de habitantes de Onagawa, casi el 10% de su población, perdió la vida cuando la gran masa de agua que siguió al terremoto de 9 grados de marzo golpeó esta localidad costera y se llevó por delante cerca de 3.000 viviendas. En los meses siguientes muchos supervivientes se desplazaron al interior, mientras otros encontraron refugio temporal en el gran gimnasio situado en una de las colinas que rodean el pueblo, convertido hoy en una explanada sin rastro de vida.
Con experiencia en catástrofes como la del terremoto de Haití de enero de 2010 o el de Sichuan (China) en 2008, el estudio de Shigeru Ban, reconocido como uno de los más innovadores del mundo, intervino inmediatamente después de la tragedia.
El genial arquitecto, con la ayuda de voluntarios, acondicionó primero los centros de emergencia para crear, con tela y tubos de cartón (el material insignia de muchas de sus obras), habitaciones que dieron una valiosa privacidad a los refugiados.
Luego, con la vertiente pragmática que le ha hecho famoso, presentó a las autoridades de Onagawa un proyecto de casas temporales construidas con contenedores de barcos, estructuras sólidas, baratas y fáciles de montar. Las pocas explanadas elevadas en esa zona montañosa ya estaban ocupadas por campos deportivos, que el Ayuntamiento quiso mantener sin edificar con la esperanza de que, en un futuro, vuelvan a ser una fuente de ingresos para el pueblo.
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