Conozca a Tadao Ando, uno de los arquitectos más grandes del mundo, el único que ha ganado los cuatro premios más prestigiosos de su disciplina:el Pritzker, el Carlsberg, el Praemium Imperiale y el Kyoto. Este libro aborda su mezcla única entre tradicional serenidad japonesa y decidida modernidad, que se aprecia en viviendas, iglesias, tiendas de moda, museos y más.
La construcción del mayor voladizo de la historia ha terminado: 230 metros de acero, cristal y hormigón que unen dos rascacielos sobre una de las principales arterias de la ciudad de Dubai, la autopista …
La exposición de la Barrié se centra en la obra de grandes maestros del siglo XX.
Redacción / La Voz
Louis Kahn. El arquitecto se basó en dos cubos para diseñar esta casa, que fue construida en Estados Unidos entre 1960 y 1967. La Voz
Compañeros de oficio es el título de la exposición que la Fundación Barrié abrirá en su sede coruñesa el próximo 7 de noviembre y que analiza el papel que ha desempeñado la arquitectura vernácula en la obra de grandes renovadores de la disciplina durante el siglo pasado. Así, la muestra reúne ejemplos paradigmáticos de arquitectos de países y épocas muy diferentes entre sí, pero que articularon un lenguaje personal que se nutrió, en buena medida, de sus propias tradiciones constructivas. Alvar Aalto, Frank Lloyd Wright, Álvaro Siza, Tadao Ando o Glenn Murcutt no solo recurrieron a técnicas hasta entonces relacionadas con los artesanos, sino que las transformaron para incorporarlas a un discurso arquitectónico contemporáneo.
Esta capacidad inspiradora de la arquitectura vernácula y el uso que de ella hicieron los profesionales incluidos en la muestra sirve de eje de los planos, maquetas, fotografías y animaciones en tres dimensiones que conforman Compañeros de oficio.
Los visitantes podrán comprobar cómo los nuevos arquitectos sacaron la tradición de manos de movimientos como el historicismo y el regionalismo, como una solución a un tiempo de desarrollo y crecimiento demográfico que demandaba nuevos planteamientos de habitabilidad. Los materiales autóctonos y la experiencia secular proporcionaron herramientas para plantear otras fórmulas urbanísticas.
Editado por Taschen, ‘100 Contemporary Houses’ consta de dos volúmenes que revisa, con extraordinarias imágenes y cuidados textos, la mejor arquitectura moderna.
La editorial Taschen suele asombrarnos con sus cuidadísimas ediciones (las imágenes suelen ser excepcionales) de libros extraordinarios de los más variados temas. Esta vez le ha tocado el turno a las casas con los dos volúmenes titulados 100 Contemporary Houses, editado en español. Se trata de viviendas privadas, mayoritariamente del siglo XXI, que representan una selección internacional que busca evitar estereotipos. Por eso, las que aparecen en este poderoso — y muy entretenido — libro son casas grandes y pequeñas, desde Japón a California, que sirven para ofrecer una visión general de lo que hoy en día significa construir una casa con un arquitecto. Sólo hay que abrir estas páginas para disfrutar de la belleza de la arquitectura moderna.
Esta casa de invitados se encuentra en una amplia finca de Toronto, Canadá. Los responsables de su diseño es el estudio de arquitectura Shim-Sutcliffe, quienes concibieron la vivienda como “una linterna reluciente en el bosque”. Foto: Raimund Koch y Shim-Sutcliffe
Casas contemporáneas excepcionales de todo el planeta, desde Chile hasta Croacia y China.
Los arquitectos gozan de mayor libertad para expresar sus ideas y probar nuevos conceptos en el diseño de residencias privadas que en los proyectos corporativos. La concepción de una casa no está exenta de complejidades a las que los arquitectos intentan responder buscando sin cesar soluciones innovadoras: parte del diseño consiste en replantearse la forma en que habitamos nuestras casas y vivimos el día a día. En la actualidad, otro factor importante es la sensibilización respecto a los asuntos medioambientales, un aspecto que ha cambiado de forma radical el terreno de juego.
Tokyo‘s skyline is a diverse jumble of modern architecture, from soaring shards of glass to eccentric 1970s living capsules. Ashley Rawlings picks 10 of the most distinctive buildings.
«We have decided not to die,» declared architects Shusaku Arakawa and Madeleine Gins in the title of the book they published in 1997, arguing that lopsided, physically challenging spaces would awaken residents’ instincts and allow them to live better, longer – even forever. Head out to Tokyo‘s leafy suburb of Mitaka and see their rainbow-coloured.
Kenzo Tange has built many impressive buildings in Tokyo, but St Mary’s Cathedral is arguably his finest work. Built in 1964, it is a soaring vision of stainless-steel-clad abstraction. Seen from the air, the apex of its roof forms a cross made of glass. The interior is equally dramatic: a cavern of sloping walls at times lit up in red or blue.
Tokyo’s Omotesando boulevard is a stunning catwalk for high-end contemporary fashion and dramatic architecture. Just when you think the setting can’t get any more impressive, the Prada flagship store manages to make its neighbours look like they’re trying too hard. Built in 2003 by Herzog and DeMeuron (renowned for the the bird’s nest Olympic Stadium in Beijing; their extension to London’s Tate Modern art gallery will open in time for this year’s Olympics), the Prada store is an irregular construction of green, diamond-shaped glass panels.
Nakagin Capsule Tower, Residencia y Oficina - Wikipedia
Completed in 1972 by Kisho Kurokawa, this eccentric residential/office building – which looks like a stack of washing machines – is an icon of the postwar Metabolist movement. The cramped capsules were originally designed for single businessmen, and each unit contains a built-in shower, bed, TV and phone. These were supposed to be replaced every 25 years, but never were, so the building is now in a sorry state of disrepair.
With the widespread firebombing of Tokyo in 1945 and the postwar reconstruction, there’s not a lot of traditional architecture left to see in the city – with one great exception. In 1941, novelist Fumiko Hayashi (1903–1951) built her home here in Edo-era architectural style. Now a museum, this elegant house displays artefacts relating to her life and work, and the tranquil, walled garden where Hayashi wrote her acclaimed novels Ukigumo and Meshi.
21_21 Design Sight, is a signature work by Tadao Ando, and Japan's first design museum. Photograph: Capone~ on Flickr / some rights reserved
21_21 Design Sight
In the park behind the high-end Tokyo Midtown shopping centre, two sleek, triangular shards of concrete and glass rise from the ground. 21_21 Design Sight is a signature work by Tadao Ando, and Japan‘s first design museum. Once you venture beyond the trapezoid lobby, you discover that 70% of the building is underground, but the exhibits still look great thanks to a large light-well and clever spotlighting.
Nothing looms more ominously on the Tokyo skyline than this dark, oblique pyramid clad in black granite and crowned by two rings of gold. Inside, the gloomy, red-felt-lined elevators seem better suited to a David Lynch movie than a temple. Reiyukai Shakaden was built in 1925 for a Buddhist lay sect and houses a large meditation room with a giant Buddha statue. But visitors are welcome, and free Japanese lessons are on offer.
This compact cluster of more than 200 tiny, ramshackle bars in Shinjuku is the antithesis of planned, efficient architecture. In the 1950s it was a den of black-market trade and vice, but later became a hangout for artists and intellectuals. The chaotic street scenes in Ridley Scott‘s Bladerunner were apparently inspired by this dingy Tokyo district. Each bar has its own theme, ranging from photography to horse racing.
Yuzo Saeki’s Studio
Yuzo Saeki (1898-1928) was one of Japan’s early adopters of western-style oil painting. Late in life, he spent several years in Paris, where he painted self-portraits and landscapes in the Fauvist style. His studio, nestled in a small park in Mejiro, is a very rare find in Tokyo. This intimate, wooden building – reminiscent of an American parish chapel – is flooded with natural light that pours in through a large set of windows at one end, while at the other there’s a quirky, irregular row of three doors.
The lopsided white block of Jun Aoki‘s Sonorium rises up from behind the dark, tiled roofs of a residential street in Eifukucho. The intimate concert hall is a serene place to be on an overcast or rainy day: the sloping walls punctuated by two rectangular windows which become gleaming expanses of bright white.
Tokio alberga desde hoy el XXIV Congreso Mundial de Arquitectura, una cita trienal que reúne a miles de profesionales y que este año busca un nuevo rumbo arquitectónico capaz de superar los desastres, en consonancia con la solidaridad y la sostenibilidad.
Bajo el lema «Diseño 2050«, el Congreso reúne a buena parte de la elite arquitectónica mundial y aborda, hasta el 1 de octubre, los principales retos de la arquitectura en conferencias, talleres, exposiciones y debates.
Escaparate de urbanismo contemporáneo, Tokio será durante toda la semana epicentro de la arquitectura mundial, con la presencia de más de una treintena de ponentes de primer orden.
Nombres como los de Tadao Ando oFumihiko Maki, galardonados ambos con el Premio Pritzker (considerado el Nobel de Arquitectura), el tanzano David Adjaye o la comisaria de Arquitectura y Diseño del MoMA, Paola Antonelli, se reúnen estos días con motivo del evento, que celebró su anterior edición en Turín (Italia) en 2008.
Interior del Foro Internacional de Tokio - Wikipedia
De forma paralela se han organizado una decena de exposiciones en toda la capital nipona en espacios que van desde galerías hasta rascacielos, como el Museo de Arte Mori, que acoge la exhibición «Metabolismo: La ciudad del futuro«.
También en la embajada de España en Tokio se puede ver estos días la muestra «Arquitectura sin papel«, que repasa la obra de 15 estudios españoles de arquitectura en una selección de los comisarios Soledad del Pino y Ángel Fernández Alba.
Varias personas observan el mural de fotografías y diseños instalados en el Congres de Arquitectura. EFE
La sede del Congreso es el Foro Internacional de Tokio, un espectacular edificio en cristal diseñado por el uruguayo Rafael Viñoly, en cuyos alrededores se congregaban hoy cientos de curiosos que aprovecharon para detenerse ante el mural de fotografías y diseños que recorre una de sus cristaleras de la entrada.
El programa de la jornada inaugural incluye figuras como la del artista Christo, conocido por envolver en tela edificios y otras instalaciones de gran envergadura, el checo Vladimir Slapeta y el japonés Tadao Ando, uno de los grandes referentes de la arquitectura nipona actual.
El impacto de los desastres naturales es este año uno de los protagonistas de un congreso que tiene lugar en plena reconstrucción del noreste de Japón, devastado por el tsunami de marzo, que destruyó 60.000 edificios en menos de una hora.
El japonés Toyo Ito, creador de obras como la Mediateca de Sendai (2001), consideró entonces que el gran terremoto había resquebrajado el concepto de «arquitectura segura«, mientras que otros, como el propio Tadao Ando, llamaron a construir un nuevo modelo de sociedad que funcione desde el punto de vista medioambiental.
El Colegio de Arquitectos de Cantabria (Coacan) y El Desvelo Ediciones han organizado un ciclo de proyecciones y coloquios sobre la obra artística de Rax Rinnekangas, doble premio nacional de Finlandia en los capítulos de Fotografía y Narrativa.
SANTANDER, (EUROPA PRESS)
El ciclo coincide con la edición del libro ‘Fabricando ladrillos de luz para la casa de Ícaro‘, en la que El Desvelo Ediciones recoge, a través de una larga conversación con el autor, los principales rasgos de su actividad creativa, así como 32 imágenes en color, compendio de su carrera.
Durante la semana del 13 al 17 de junio se proyectarán cuatro films y se presentará el libro, a razón de un acto cada día. De forma permanente, quedará en proyección continua en una cámara oscura las fotografías del libro en formato blue-ray. El acceso será gratuito.
Fabricando ladrillos de luz para la casa de Ícaro
Las proyecciones están integradas por tres películas sobre grandes arquitectos mundiales y sus casas privadas que han marcado un hito arquitectónico, así como el estreno de su film de ficción ‘Ícaro, el declive de Europa‘.
Las proyecciones se realizarán a partir de las 19.30 horas en presencia del autor, que responderá a las preguntas de los asistentes. A continuación una mesa redonda -coloquio, sobre el significado cultural de la arquitectura contemporánea cerrará el ciclo.
El Colegio de Arquitectos de Cantabria (Coacan) y El Desvelo Ediciones han organizado un ciclo de proyecciones y coloquios sobre la obra artística de Rax Rinnekangas, doble premio nacional de Finlandia en los capítulos de Fotografía y Narrativa.
Toyo Ito cree que la arquitectura es una labor de equipo - Foto: EPA / EFE
Maribel Izcue
Tokio, Japón (EFE).- El desastre que el 11 de marzo asoló Japón y destruyó 60.000 edificios en menos de una hora resquebrajó el concepto de arquitectura segura y ha llevado a maestros como Toyo Ito o los premios PritzkerKazuyo Sejima y Tadao Ando a sumarse a la reconstrucción.
«Con el terremoto, el concepto de todo lo que hemos venido construyendo en los últimos 50 ó 100 años ha quedado en cero», indicó a Efe el arquitecto Toyo Ito, creador de edificios como la famosa Mediateca de Sendai (2001), cuyo techo se desplomó parcialmente por el seísmo.
Sobrecogido por una tragedia que fue «más allá de lo que imaginábamos», Ito reconoció que la arquitectura moderna falló al no contemplar la posibilidad de un desastre natural de esas dimensiones y considerar seguro un escenario que incluía una central nuclear.
«Ése fue el error», insistió el arquitecto, que se ha agrupado con otros cuatro prestigiosos colegas para presentar propuestas de reconstrucción: Hiroshi Naito, Riken Yamamoto, Kengo Kuma y Kazuyo Sejima, esta última ganadora del premio Pritzker 2010 junto con su compañero en el estudio SANAA, Ryue Nishizawa.
Para Ito, autor también de las Torres Porta Fira de Barcelona, el grupo puede contribuir a la reconstrucción cubriendo los huecos del plan del Gobierno, es decir, pensando en los detalles que hagan más cómoda la vida de los refugiados y residentes de la zona.
Shigeru Ban en 2005 durante el acto de colocación de la primera piedra en el Centro Pompidou-Metz. Wikipedia
El seísmo, según el arquitecto, obligó a reflexionar sobre el significado de arquitectura y su servicio al público, que debe estar por encima del concepto de urbanismo y humanizarla para abarcar «la relación entre la naturaleza y el ser humano, y entre las propias personas».
Ahora, por ejemplo, «es necesario instalar casas temporales para que las personas puedan mantener su privacidad», explicó Ito, que visitó a finales de marzo Sendai, capital de la provincia de Miyagi y una de las ciudades más golpeadas por el desastre, para evaluar el alcance de los daños.
En ayudar a los desplazados por desastres naturales tiene larga experiencia otro de los grandes arquitectos japoneses, el innovador Shigeru Ban, jurado del premio Pritzker entre 2006 y 2009 y creador de edificios como el Museo Pompidou-Metz(Francia).
Además de formar parte de la elite de la arquitectura, Ban trabaja desde hace mas de quince años construyendo refugios temporales para los evacuados: lo ha hecho en países como Haití tras el terremoto del año pasado, Sichuan (China) en 2008, Sumatra en 2004 o Kobe en 1995.
La seña de identidad de sus refugios es que están fabricados con materiales de bajo coste, principalmente cilindros de cartón tratados con poliuretano, que Ban convierte en estructuras sorprendentemente sólidas.
La carrera del ‘ladrillo’ hacia el cielo ignora la crisis del sector. Una nueva torre de televisión en Tokio, actualmente en construcción, ha superado ya los 600 metros de altura, lo que la convierte en la estructura de telecomunicaciones más alta del mundo, según han informado sus operadores. El futurista edificio, levantado en el norte de Tokio y bautizado como Tokyo Sky Tree, mide ya 601 metros, uno más que la torre de televisión de Cantón (China), que hasta ahora tenía el récord de altura.
Está previsto que el rascacielos alcance 634 metros cuando terminen las obras, en diciembre de 2011, tres años y cinco meses después de que comenzaran. Esta altura lo convertirá en el segundo edificio más alto del mundo, sólo por detrás de Burj Dubai, en los Emiratos Árabes, que se levanta hasta los 828 metros. Desbancará de la segunda posición en esta ‘carrera del ladrillo hacia el cielo’ al Chicago Spire (EEUU), cuyas dimensión vertical llegará a los 610 metros.
Diseñada por el prestigioso arquitecto japonés Tadao Ando, la Tokyo Sky Tree relevará a la emblemática Torre de Tokio, a la que hace poco menos de un año arrebató el título de edificio más alto de Japón al superar sus 338 metros.
Extremadamente sofisticada, la producción de los estudios emergentes combina innovación tecnológica y obsesión por la belleza.
No es fácil trazar un panorama de la actual arquitectura japonesa. Si bien las figuras más destacadas internacionalmente, Kazuyo Sejima + Ryue Nishizawa (SANAA), Shigeru Ban, y los ya clásicos Toyo Ito o Tadao Ando delinearon en Occidente una característica forma del quehacer arquitectónico, en Japón las producciones están mucho más diversificadas; lo que termina por crear un horizonte arquitectónico sumamente complejo. Una gran cantidad de arquitectos jóvenes, establecidos no solamente en Tokio, sino a todo lo largo del territorio japonés, componen una cultura arquitectónica extremadamente sofisticada, donde pesan tanto la innovación como la calidad de la factura constructiva. Más allá de lo fragmentario que pueda resultar cualquier intento de clasificación de la arquitectura japonesa del siglo XXI, ciertamente es posible señalar preocupaciones generalizadas y emergentes constantes para construir una configuración, un posible mapa de orientaciones e intereses.
En primer lugar cabe hablar del sentido de experimentación y de innovación que realizan en su gran parte los arquitectos japoneses. Por supuesto, la experimentación no se limita a un área de desarrollo en particular, sino que incluye tanto a la tecnología como a la formalización, e incluso a la vertebración funcional de los edificios. La investigación sobre los materiales, sobre las relaciones físicas entre el hombre y sus objetos, y sobre las modalidades de hábitat asumen en Japón una fuerte orientación pragmática. La ardua búsqueda encarada por los arquitectos japoneses indefectiblemente lleva a aplicaciones tendientes a perfeccionar los objetos arquitectónicos.
Gran parte de sus hallazgos parecen derivarse directamente de las extraordinarias condiciones de producción japonesas: es sabido que el alto valor del suelo, particularmente en Tokio, y en gran medida en las grandes ciudades japonesas, abre una brecha en las nociones de permanencia y durabilidad de la arquitectura.
La inestabilidad de la arquitectura frente al valor del piso urbano, genera, por una parte, una exacerbación del diseño en términos de optimización del espacio disponible, y por la otra, un vertiginoso achicamiento del tiempo de vida útil programado para el objeto arquitectónico.
Gran parte de la producción arquitectónica japonesa parece estar resuelta en términos de diseño industrial, por lo que no es ocioso hablar de objetos arquitectónicos, más que de edificios.
Claro que la noción de industrialización no deja de lado el problema de la belleza. De la misma manera en que se fabrican notebooks o celulares donde a la carrera por la superación tecnológica se yuxtapone el obsesivo desarrollo de la apariencia, la arquitectura japonesa construye sus productos. Mucha de la nueva arquitectura japonesa es como un celular de última generación: perfecta, hermosa… y efímera.
Junto a la hiperactualización de los modelos, no dejan de aparecer reiteradamente tecnologías tradicionales, particularmente ligadas al uso de la madera como material de construcción. Sin embargo, es muy posible que el uso de las tecnologías tradicionales esté más vinculado a la operatividad constructiva que a la restauración o mantenimiento de los valores históricos.
En este sentido, es interesante como en un edificio de oficinas de nueve plantas proyectado por Kawai Architects, Shijyo Mokusei, la estructura de hormigón armado se complementa con los cerramientos de entablonado de madera espigada, de uso tradicional en la construcción de la vivienda. Shijyo Mokusei resulta un edificio extraño y paradójico, donde la estrategia constructiva permitió hacer un extraordinario ejemplo de experimentación iconográfica y, a la vez, un edificio de una gran sencillez y operatividad constructivas. El uso de la madera en sus formas tradicionales ocupa un lugar importante en la construcción de viviendas experimentales. Kenji Tagashira la utilizó para el proyecto de su casa en Imafuko. En un delgado terreno de 3 metros de ancho y 18 metros de largo, Tagashira proyectó algo así como un módulo mínimo habitable, una increíble –y extrema– caja construida con madera donde se alinean dos patios, un baño de cristal, la cocina y el dormitorio en el entrepiso.
Japón tiene una de las tierras más caras del planeta. En los tan solo 374.744 km2, algo más que la superficie de la Provincia de Buenos Aires, concentra casi 130 millones de habitantes, más de 3 veces la población argentina. Además, el 73% de la isla es montañosa y para colmo está asolada por terremotos y tsunamis. Sin embargo, a pesar del mar de dificultades, es cuna de grandes arquitectos. Algunos, para intentar aclararnos el éxito japonés, usarán la célebre frase de Bill Clinton: «es la economía, idiota». Pero no alcanza de consuelo. Tadao Ando, Toyo Ito, Shigeru Ban y Sejima+Nishizawa (SANAA) han marcado el camino en las últimas décadas. Pero también hoy hay una importante camada de arquitectos jóvenes y estudios emergentes que se han metido a fondo con la innovación tecnológica, la reflexión sobre los nuevos modos de habitar y la exploración formal, sin descuidar ninguna de ellas (páginas 14 a 19). Como dice Norberto Feal, «mucha de la nueva arquitectura japonesa es como un celular de última generación: perfecta, hermosa… efímera.»
Algo de este sabor oriental tiene el dormitorio-estar diseñado por Kucher, Barranco, Quiquisola que desarrollamos, en detalle y con todos sus costos, en el nuevo coleccionable M2 Casa FOA, que a partir de hoy sale semanalmente. No solo por la concepción del espacio, etéreo y multifuncional, sino porque está alineado con la idea de la arquitectura como un todo, que incluye la búsqueda de nuevas soluciones funcionales y tecnológicas.
21_21 Design Sight, diseñado por Tadao Ando para Issey Miyake . Foto:Tadao Ando
El arquitecto Tadao Ando proyectó para el diseñador de moda Issse Miyake el 21_21 Design Sight, un centro para promoción y desarrollo del diseño, inspirado en A-Poc, una de sus prendas consagradas.
Originalmente Miyake quería construir un museo que albergara muestras excelentes del diseño japonés, pero finalmente se apostó por el presente en lugar del pasado: «lo denominamos 21_21 Design Sight porque significa ver más allá de la visión perfecta, a la que se conoce como 20_20. Es tratar de ir más allá de lo existente y ver hacia el futuro», explica Miyake.
El nuevo centro de diseño funcionará como una especie de incubadora para pensar sobre diseño y llevarlo efectivamente a cabo. El objetivo es compartir visiones e ideas con todas las partes involucradas, comenzando con diseñadores, incluyendo empresas, artesanos, ingenieros y consumidores, pero también fomentar el interés y entendimiento de la disciplina.
Lo que desde afuera parece una pequeña estructura, se abre hacia el espacio subterráneo para revelar un impresionante espacio de varios niveles que desembocan en un atrio. El techo del 21_ 21 está inspirado en el célebre diseño de Miyake A-Poc, una prenda de una sola pieza.
Góndolas navegando bajo los puentes de los canales de Venecia
Rincones de la ciudad y su laguna en los que descubrir las propuestas de la Bienal
ROBERTA BOSCO
Nunca como este año la oferta de los denominados eventos colaterales de la Bienal de Venecia ha sido tan amplia, variada y atractiva. Alejarse de los centros neurálgicos de los Giardini y el Arsenal para buscar la Bienal más oculta y secreta conlleva la doble ventaja de apartarse del bullicio y la multitud para descubrir rincones de Venecia ajenos al habitual recorrido turístico.
Es el caso de la Isla de la Certosa, donde se presenta una obra de John Gerrard para el pabellón de la Royal Hibernian Academy de Dublín, una proyección en pantallas gigantes de un paisaje virtual tridimensional, meticulosamente reconstruido por el artista a partir de imágenes reales. La isla, antaño refugio de los monjes cartujos y lugar de sepelio de los nobles venecianos, ofrece tranquilidad, paseos románticos y un exclusivo hotel de 18 habitaciones que acoge las intervenciones del proyecto Creative Rooms, que reúne las obras de artistas de diferentes tendencias y generaciones sobre el tema del silencio «como antítesis al ruido de los estereotipos cotidianos».
El silencio sorprende gratamente también al desembarcar en la Isla de la Giudecca, donde se ubican los pabellones de Palestina y Gales. El paseo vale la pena, sobre todo en el caso de Gales, que ha elegido una antigua fábrica de cerveza para estrenar una instalación audiovisual inédita de John Cale, cofundador con Lou Reed y Nico de los míticos Velvet Underground.
En tierra firme, la cartografía artística de la ciudad se ha enriquecido con un nuevo polo museístico en la zona de los antiguos almacenes de la sal, situados en la península de Dorsoduro. Allí se encuentran dos centros permanentes: la espectacular Colección Pinault, que ocupa el edificio de Punta della Dogana, reestructurado por Tadao Ando, y la fundación dedicada al pintor Emilio Vedova. Para esta última, el arquitecto Renzo Piano ha creado un montaje dinámico en el que las telas no se quedan quietas, pegadas a la pared, sino que, gracias a un sofisticado sistema robótico, se desplazan por el aire.
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