El deterioro se debe a la presa de Asuán.
Un proyecto prevé rebajar el nivel de las aguas subterráneas.
Las aguas del Nilo están royendo los cimientos de los templos de Luxor, la antigua Tebas, que en sólo veinte años han sufrido más que en sus tres milenios de histora. Y todo por culpa de la presa de Asuán: puso a Egipto en la modernidad, pero el precio fue perturbar el sueño de los dioses, que según los egipcios antiguos reposaban en Tebas tras la creación del mundo.
Nota Completa en El Pais – España.
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