
EEUU, CANADÁ Y HOLANDA CUENTAN CON AUTÉNTICAS ‘VILLAS FLOTANTES’
- Estos inmuebles no se hunden gracias a los pontones donde se asientan
MADRID.- Si usted es el afortunado propietario de alguna finca que cuente con un lago o un río quizá le convenga saber que es posible construirse una vivienda flotante con las comodidades de cualquier hogar tradicional. Y no, no compare este inmueble con ningún otro tipo de barco. Hablamos de una casa en toda regla.
Estas construcciones representan una vuelta de tuerca más entre las soluciones habitacionales al problema de la vivienda o, mejor dicho, de la posible escasez de suelo en determinadas zonas. Su planteamiento, ingenioso y efectivo, permite levantar una residencia convencional que no se hunde.
El secreto reside en la plataforma donde se asienta la estructura de la casa propiamente dicha. Ésta, elaborada al uso tradicional, se posa sobre una superficie flotante que permite que el conjunto no desaparezca bajo el agua. Este peculiar suelo, que recibe el nombre de pontón, suele fabricarse en materiales ligeros -como la madera o el acero- y resistentes a los efectos oxidantes del agua, y casi siempre dispone de algún sistema que mejora su flotabilidad, como tubos repletos de aire colocados bajo la línea del agua.
Una vez hecha la casa y colocada en el lugar elegido del lago, se ancla al fondo del lecho y a tierra para evitar que se mueva a la deriva. Las casas pueden construirse en los mismos materiales que cualquier hogar corriente. La única limitación está en no exceder el peso que los pontones pueden soportar sin irse a pique.
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