
En la imagen: Casa Vignolo. El proyecto de Sebastián Adamo y Marcelo Faiden ocupa un extremo arbolado en una gran parcela multifamiliar, en Benavidez, Provincia de Buenos Aires. Las aberturas establecen conexiones con el jardín. La articulada volumetría hace gala de una ausencia total de gestos arquitectónicos y concesiones figurativas.
Los proyectos elegidos
Para esta edición de Las Casas del Año, los lectores de Diario de Arquitectura postularon más de 60 proyectos. La calidad de las casas presentadas obligó a ampliar la selección de obras a publicar de las diez originalmente pensadas, a 15. Los proyectos seleccionados son:
– Casa RC, en Castelar (estudio Geya)
– Casa en Neuquén (Ibarroule-Aprea-Gradel Arquitectos)
– Casa Vignolo, en Benavídez (Sebastián Adamo, Marcelo Faiden, Carolina Leveroni, Luciano Intile y Pula Müller)
–Casa Caja, en Funes, Santa Fe (Estudio Aire)
– Casa MCK, en el country Santa Bárbara (Andrés Remy Arquitectos)
– Casa Lote, 311 en Santa Bárbara (Carluccio-Lebuis-Casano)
– Casa Maggi-Bondone, en la ciudad de Córdoba (Esteban Bondone)
– Casa XS, en Mar Azul (BAK)
– Casa Tapiales, en Vicente López (Paula Lavarello y Javier Zas)
– Casa MP, en Hudson, Pcia. de Buenos Aires (Estudio GMARQ)
–Casa González, en Río Cuarto, Córdoba (Altamira-Paschett)
–Casa II Greenlands, San Fernando (Pablo Paczy)
–Casa de Cristal, en Moreno (Erica Arcuri y Cristian Ricci-A+R Arquitectos)
–Casa en Ingeniero Maschwitz (Verardo-Alice-Bunge y Aramouni-Engelhard-Paz)
–Casa La Ronda-Médanos, en Punta Médanos, Pcia. de Buenos Aires (Gronberger Arquitectura)
desde Las casas del año 2009: del autismo a la conexión.
EDITORIAL Casas con buenos lugares
Actualización: 17 de marzo de 2009
EDITORIAL
Metáforas peligrosas
Miguel Jurado. Editor de ARQ
mjurado@clarin.com
La semana pasada, titulé la nota sobre las Casas del Año con una metáfora sobre el mayor y menor vínculo que puede tener un proyecto con su entorno. Utilicé la poco feliz expresión «del autismo a la conexión». El martes mismo recibí algunos mails que me explicaban, de la mejor manera, lo hiriente que puede ser usar incorrectamente el nombre de una enfermedad que padecen muchos chicos y sus familias. A todos los que se sintieron tocados por mi ignorancia, a los que escribieron y a los cientos que no lo hicieron, perdón.
Un comentario en “Las casas del año 2009: del autismo a la conexión”