
Su hacedora comenzó el diseño con una idea clara del proyecto general y lo llevó a cabo con afán y una marcada determinación.
La dueña del lugar, filóloga y traductora, admite que los jardines que más le gustan son aquellos en que sus dueños están muy involucrados en el proyecto y pueden explicar la razón de cada elección. Es por esto que decidió encarar el proyecto y hacerlo propio: «Nadie iba a entender mis ideas mejor que yo«.
En su esencia, puede definirse como un diseño absolutamente geométrico, formal y con líneas rectas. Al pautar el conjunto, se respetó una coherencia entre los espacios exteriores e interiores, en búsqueda de la unidad. Así, la simetría, la simpleza de lo homogéneo y la estructura formal rigen tanto la casa como el jardín emplazados en un gran terreno de más de tres mil metros cuadrados.
desde Una propuesta que reúne simpleza, funcionalidad y belleza | Revista Jardín.
(el artículo contiene galería de fotos)
Fotos: Ángela Copello
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